El País Digital
Viernes
27 febrero
1998 - Nº 665

Roldán cobró sobresueldos de Interior desde 1990 y malversó 600 millones de pesetas

J. M. I., Madrid
Los fondos reservados y los sobresueldos fueron muy debatidos durante los seis meses que duró el juicio del caso Roldán . Ahora, la sentencia es taxativa: «Todo indica que Roldán, mientras fue director de la Guardia Civil, recibió por parte de la Secretaría de Estado para la Seguridad un sobresueldo de cinco millones de pesetas a partir de 1990 y de otros cinco millones desde 1992 hasta su cese». El fallo también constata que Roldán se apropió de hasta 600 millones en fondos reservados destinados a la lucha antiterrorista.


Blanca Rodríguez-Porto, la esposa de Roldán,
ayer, a la salida del tribunal (R. Gutiérrez).
El fallo echa por tierra la tesis de los fiscales, que pusieron en duda su existencia, y apoya la del abogado del Estado, que sí apostó por la versión del procesado en este terreno.

La sentencia del tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid cifra la malversación de Luis Roldán en unos 600 millones de pesetas, pero no sólo le hace a él responsable de la misma. También implica en ella a su testaferro, Jorge Esparza, como cooperante necesario en el montaje, ya que gestionó materialmente los cheques y, en ocasiones, el dinero en el que se instrumentaban los fondos reservados.

El fallo aclara que el entonces director de la Guardia Civil disponía de dos partidas de fondos reservados. Una, procedente de los créditos presupuestarios asignados al cuerpo, que ascendía a 58.382.000 pesetas anuales, y otra, de la Secretaría de Estado de Interior, que destinaba al mismo cantidades variables: 9.500.000 pesetas mensuales en los primeros años, 11.500.000 hasta noviembre de 1991 y 12.500.000 desde diciembre de 1991.

Durante la vista, el procesado aseguró que cobraba sobresueldos de Interior desde 1987, cuando era delegado del Gobierno en Navarra, y juró que, tras el atentado de Hipercor, en Barcelona, Rafael Vera le entregó a él y a otros directores generales 7 millones durante 1988 y 1989, y otros con carácter fijo y mensual a partir de enero de 1990. Estos últimos, como resultado de una comida celebrada en el restaurante madrileño El Cenador del Salvador con Vera, José Luis Corcuera y José María Rodríguez Colorado, en la que los tres acordaron pagar a los altos cargos una indemnización de 125 millones.

El tribunal señala que esa versión fue negada en el juicio por los tres ex cargos de Interior, pero advierte que sus manifestaciones «han de tomarse con la lógica reserva, en razón de que dichos testigos se encuentran imputados en otro juzgado por la causa que se sigue sobre el uso irregular de los fondos reservados». Apoya esta duda en que, además, su negativa a la existencia de sobresueldos fue desvirtuada por los testimonios de otros testigos con responsabilidad en Interior, como Julián Sancristóbal, ex secretario de Estado para la Seguridad, e imputado en la citada causa. Éste reconoció el pago generalizado de sobresueldos. Y por Emilio Fabián, secretario del procesado, que corroboró también su versión.

También destaca el tribunal que Roldán suprimió los controles, «ya de por sí escasos, que existían en la Guardia Civil», como se deduce de los testimonios de Joaquín Velasco, jefe de Administración y Contabilidad, y José Francisco Mateo García, jefe del Servicio de Gestión Económica: dejaron de ingresarse en cuentas y se depositaron en metálico en la caja fuerte que ordenó instalar en su despacho.

El fallo asegura que Roldán se apropió de esos fondos y fueron ingresados en sus cuentas por guardias de su secretaría.

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