El País Digital
Domingo
1 febrero
1998 - Nº 639

Medio millón de ciudadanos piden en Sevilla «paz y democracia»

El Gobierno afirma que mantendrá la «exigencia en el cumplimiento de la ley»

JAVIER SAMPEDRO, Sevilla
La policía local de Sevilla calcula que medio millón de personas recorrieron ayer en silencio el centro de la ciudad -un kilómetro de calles, dos horas de paso lento, de estupor, de incredulidad- tras una pancarta con un mensaje muy simple, pero dirigido a un interlocutor muy poco permeable: «Andalucía por la paz y la democracia». Los representantes de todas las fuerzas políticas y sociales presentes coincidieron en llamar a la unidad política contra ETA, aunque algunos expresaron su temor de que, como otras veces, el consenso no dure mucho más allá que las lágrimas vertidas por el último atentado.


La manifestación, ayer tarde
en Sevilla, en repulsa por los dos
últimos asesinatos de ETA (EFE).
La manifestación -unas 500.000 personas en una ciudad de poco más de 700.000 habitantes, aunque el área metropolitana (los pueblos en un radio de 20 kilómetros) aglutina un millón y medio de ciudadanos- pasó junto a la catedral, muy cerca de la esquina donde las balas de ETA acabaron, en la madrugada del viernes, con la vida del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y de su esposa, Ascensión García Ortiz. Los balcones se habían llenado de lazos negros en señal de luto y de repulsa. Encabezaron la marcha el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el ministro de Trabajo y presidente del PP andaluz, Javier Arenas, y la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, acompañados por muchos otros representantes de instituciones, partidos, sindicatos y organizaciones sociales.

Soledad Becerril, que está atravesando un especial calvario por la pérdida de su más estrecho colaborador en el Ayuntamiento -Jiménez era el segundo teniente de alcalde de su equipo de gobierno, es decir, el tercero en la jerarquía- pidió desde el balcón del consistorio, en la Plaza Nueva, la unidad de los partidos «para vencer al odio y a la violencia».

Los cientos de miles de ciudadanos que escuchaban en silencio su discurso en la plaza rompieron a aplaudir cuando la alcaldesa proclamó: «Nos sentimos unidos a los vascos de bien, a la inmensa mayoría del pueblo vasco». Respondieron con un grito: «Vascos sí, ETA no».

La alcaldesa Becerril dijo: «Los que estamos aquí y los que se nos unen desde toda España somos mucho más fuertes y valientes, y lucharemos para que la libertad y la paz venzan sobre las pistolas de unos pocos». Luego añadió: «La sociedad demanda nuestra unión y con serenidad tenemos que lograr aislar a ETA».

Rodrigo Rato insistió en que el Gobierno va a mantener su política de «respeto a la ley y de exigencia en su cumplimiento en la persecución del terrorismo». Los españoles, dijo Rato, «tienen la firme voluntad de que nada va a cambiar desde el punto de vista de la política antiterrorista». Según el vicepresidente, el asesinato de Jiménez-Becerril y de su esposa es «la respuesta de ETA a la política del Gobierno de defensa de la democracia y del derecho que tienen todos los ciudadanos a vivir en paz y a decidir el Gobierno con sus votos».

Manuel Chaves acentuó la necesidad de que las llamadas a la unidad se prolonguen más allá del duelo inmediato: «Lo importante es que las declaraciones de estos días se conviertan en realidades diarias y en hechos diarios». «La unidad entre todos los partidos es muy importante en la lucha contra el terrorismo», señaló Chaves, «pero todas las medidas que directa o indirectamente afectan al terrorismo tienen que ser adoptadas por unanimidad y por consenso de todas las fuerzas políticas para evitar polémicas que lo que hacen es fortalecer al terrorismo».

El presidente andaluz mencionó explícitamente la reciente polémica sobre la campaña del PP para recaudar fondos destinados a reforzar la seguridad de sus concejales en el País Vasco. Según él, la discusión se podría haber evitado si la medida se hubiera consensuado previamente entre todos los partidos.

Javier Arenas destacó que la movilización simbolizaba «un abrazo de todos defendiendo lo que la inmensa mayoría quiere». Además de Arenas y Rato, representaron ayer al Gobierno las ministras de Agricultura y de Justicia, Loyola de Palacio y Margarita Mariscal de Gante, respectivamente.

La portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Rosa Aguilar, también destacó que «es necesario que las fuerzas democráticas den un paso más para desterrar las polémicas estériles y el enfrentamiento» en materia de terrorismo. «Debemos y tenemos que hablar más entre nosotros y que discutir menos en los medios de comunicación, porque eso crea zozobra y desaliento en la sociedad» .

También asistieron los líderes de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Antonio Gutiérrez. Méndez pronosticó que «el pueblo español no se va a resignar a coexistir con esa canalla; los terroristas deben tener claro que no van a encontrar ningún tipo de salida». Antonio Gutiérrez, mientras, señaló que «por más que se empeñen y cuanto más se empeñen en hacer brutalidades, todavía la respuesta de la gente va a ser mayor».

En el arranque de la marcha coincidieron dos Defensores del Pueblo, el andaluz, José Chamizo, y el español, Fernando Álvarez de Miranda. El Defensor del Pueblo andaluz no eludió una referencia a la responsabilidad de la Iglesia del País Vasco: El terror es contrario al Evangelio, que es lo que le da sentido a la Iglesia; la Iglesia vasca tiene una forma distinta de entender todo esto, pero desde una perspectiva evangélica no hay otra vía que rechazar el terrorismo y buscar los caminos de la paz y de la justicia».

El coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Romero, cree que las fuerzas de seguridad deben reforzar sus investigaciones antiterroristas en Andalucía.

La alcaldesa concluyó su discurso con unos versos del poeta sevillano Juan Sierra, que hace pocos días recitó el propio Alberto Jiménez-Becerril en el Ayuntamiento hispalense: «Hilos de sangre y paz, surco logrado, tu verso en el camino desolado labró mi alma con tan recia espera que no habrá de engañarse mi albedrío cuando ya sienta el frío mortal de la celeste primavera». La Plaza Nueva seguía escuchando en silencio.

[El PAÍS Digital recuerda que las muestras de solidaridad también están siendo recogidas en Internet, como ya viene siendo, desgraciadamente, habitual. La Iniciativa Manos Blancas de la Universidad Autónoma de Madrid tiene abierta desde las 7.00 horas (horario peninsular) del viernes 30 de enero una página en su servidor desde donde se pueden mandar mensajes de condena por el asesinato del concejal sevillano y su esposa. Estos mensajes serán después enviados a la famila de las víctimas. Según informan fuentes de Manos Blancas, ya son miles los correos electrónicos recibidos en tan solo dos días.]

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