El País Digital
Lunes
24 noviembre
1997 - Nº 570

Interceptados un pesquero con 71 ilegales a bordo y una patera con otros 24 en el Estrecho

CÁNDIDO ROMAGUERA, Algeciras
Los inmigrantes ilegales se hacinaban en todos los huecos del pesquero Hermanos Ramírez , convertido por segunda vez en pocos meses en una especie de barco negrero. La embarcación onubense fue interceptada ayer por funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) cuando prácticamente tocaba el puerto de Algeciras (Cádiz) con su carga humana. El recuento de ilegales, todos de origen marroquí, elevó a la categoría de récord la operación contra la inmigración clandestina: 71 personas en un solo viaje, que habían pagado por el pasaje un promedio de 500.000 pesetas por cabeza. Paralelamente, la Guardia Civil interceptó a varias millas de la costa algecireña a una patera con otros 24 espaldas mojadas a bordo.


El pesquero 'Hermanos Ramírez', interceptado
ayer con 71 inmigrantes (J. Bienvenido).
La primera operación se llevó a cabo alrededor de las cinco de la madrugada, cuando los aduaneros de la patrullera HJ-VIII, con base en Algeciras, detectaron en el radar el eco del pesquero Hermanos Ramírez. Algo debió advertir el patrón del pesquero, porque comenzó a hacer maniobras sospechosas para acelerar su aproximación a la costa.

Los funcionarios del SVA se acercaron al Hermanos Ramírez cuando éste se encontraba a menos de una milla del puerto algecireño. Al primer vistazo comprobaron que el barco era de color blanco con franjas azules, de unos 11 metros de eslora, tan normal como los cientos que faenan por esa zona costera. Tras recibir varios avisos luminosos y acústicos, el pesquero, con matrícula de Huelva y base en Algeciras, amagó con emprender la huida, pero la patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera se interpuso en su camino.

Los aduaneros saltaron al pesquero. Apenas tuvieron que buscar. Repartidos por todos los huecos útiles se agazapaban los 71 inmigrantes ilegales, nueve de ellos mujeres, con la mirada de asombro dividida entre la costa que casi tocaban con las manos y los funcionarios españoles que les cortaban el paso al sueño europeo. El pesquero llevaba un sólo tripulante: el patrón, Manuel N. C., de 30 años y vecino de Algeciras, al que se acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Repatriación inmediata

Los funcionarios del SVA escoltaron al Hermanos Ramírez hasta el puerto de Algeciras, donde los inmigrantes ilegales fueron desembarcados y entregados a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que les esperaban en los muelles. Los marroquíes, con edades comprendidas entre 18 y 35 años, fueron conducidos a la comisaría de la ciudad, donde se iniciaron los trámites para su inmediata repatriación, en aplicación de la ley de Extranjería.

Tan sólo uno de los componentes de la expedición clandestina tuvo que ser atendido en el Hospital Punta Europa de la ciudad al comprobarse, en el momento de su detención, que padecía síntomas de mareo. Este inmigrante, que poco después fue dado de alta y reunido con sus compañeros en la comisaría, había realizado los más de 14 kilómetros que separan las costas del norte de África y Europa escondido en la sala de máquinas del pesquero.

Según fuentes del SVA, los detenidos aseguraron ante la policía que antes de embarcarse en el pesquero tuvieron que abonar 500.000 pesetas cada uno para poder formar parte de la expedición que, según sus propias declaraciones, tenía como punto de destino Italia. Aunque los espaldas mojadas no dieron detalles sobre cómo pensaban llegar hasta Italia, los escasos datos que facilitaron hacen pensar a las autoridades que, una vez que el pesquero llegase a tierra, estaba previsto que otros contactos, pertenecientes a una red organizada, se encargaran de trasladarles.

Esta operación ha sido la más importante, en cuanto al número de personas indocumentadas interceptadas a bordo de una embarcación, de cuantas se han llevado a cabo en aguas del estrecho de Gibraltar. El Servicio de Vigilancia Aduanera asegura que ésta es la segunda vez que el pesquero onubense es descubierto en aguas del Estrecho con inmigrantes ilegales a bordo. Estos medios aseguran que el pasado mes de octubre el barco también fue interceptado, aunque con un número inferior de pasajeros. En esas fechas el barco pertenecía a otro armador, ya que en los últimos días había cambiado de titularidad.

Pero el número de inmigrantes ilegales interceptados en la madrugada de ayer no quedó en los 70 localizados a bordo del Hermanos Ramírez. Efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil localizaron a pocas millas de la costa de Punta Carnero, en el término municipal de Algeciras, una patera en la que viajaban otros 24 marroquíes indocumentados. Tras ser trasladados hasta el puerto algecireño, los 24 espaldas mojadas esperan junto a los detenidos por el SVA el momento de su repatriación.

Estas 95 detenciones llevadas a cabo a lo largo de una misma madrugada en Algeciras se produjeron sólo dos días después de que la Gendarmería marroquí desarticulara una red de emigración clandestina hacia España. La operación llevada a cabo por la policía de Nador, en colaboración con la del puerto de Bani Nsar, se realizó cuando unas 60 personas, entre ellas cinco mujeres, se disponían a subir a una pequeña embarcación.

«La embarcación estaba al límite de su capacidad»

EL PAÍS, Madrid
El pesquero Hermanos Ramírez, interceptado ayer con 71 inmigrantes ilegales, «estaba al límite de su capacidad, resultando sorprendente que hubiera podido cruzar el Estrecho sin hundirse», según explica una nota difundida por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

La embarcación fue descubierta sobre las cinco de la madrugada de ayer, cuando navegaba sin luces hacia el muelle algecireño de Isla Verde, por lo que los aduaneros procedieron inmediatamente a su intercepción. «No resultó nada fácil, dado el elevado número de personas y el peligro de que la embarcación pudiera zozobrar», según el SVA.

Esta operación viene a confirmar las crecientes sospechas que tienen las autoridades inmigratorias españolas respecto a que hay más de un armador español que ha decidido reconvertir su barco para el tráfico de hombres. La razón es sencilla: este negocio es más rentable y menos duro que la pesca.

Durante los últimos años, el SVA o la Guardia Civil han interceptado otros barcos con un importante cargamento humano. Pero ninguno como el de ayer, que con 71 pasajeros ilegales a bordo supera el récord anterior, que era de 65.

La travesía, de apenas 14 kilómetros en línea recta, entraña evidentes riegos. El pasado 16 de septiembre, una patera cargada con 30 inmigrante ilegales zozobró a poco más de una milla de Punta Acebuche. El resultado fue la muerte de 23 de ellos. Todos eran hombres del interior de Marruecos. Casi ninguno sabía nadar.

Brahim, uno de los escasos supervivientes de aquella catástrofe, relató entonces: «¿Miedo? Los musulmanes tenemos algo muy claro: si está de Alá que nos tenemos que ahogar, nos ahogaremos; y si Alá quiere, encontraremos una nueva vida».

© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid