El País Digital
Lunes
17 noviembre
1997 - Nº 563

Telefónica busca compañía

La fusión de MCI y WorldCom obliga a la operadora española a revisar su estrategia internacional

JUAN MANUEL ZAFRA
La cuestión es sencilla y la respuesta enormemente compleja. ¿Y Telefónica que hará ahora?. WorldCom una empresa de Misisipí desconocida para la mayoría de los españoles hasta el pasado 2 de octubre ha desbaratado seriamente la estrategia internacional que tanto le costó rediseñar a la operadora española.

En realidad WorldCom la empresa estadounidense de telecomunicaciones que más rápidamente ha crecido en los últimos años ha conmocionado todo el escenario de alianzas en el sector. En la pugna por MCI ha desbancado a dos gigantes de prestigio la británica BT y la también estadounidense GTE que por distintas razones pensaron en MCI para seguir creciendo. Tendrán que buscar otras soluciones.

Aunque ha sido y es una de las principales afectadas por el órdago de Bernard Ebbers cofundador de WorldCom sobre MCI Telefónica no puede hacer otra cosa más que esperar esperar y esperar... a que se resuelvan las incógnitas abiertas sobre la continuidad de sus acuerdos con MCI y BT. La alianza a tres (Telefónica-MCI-BT) firmada el pasado 18 de abril es ya imposible e improbable la alternativa de un acuerdo por separado de Telefónica con BT y MCI.

Si la empresa que preside Juan Villalonga se va con MCI para salvar sus proyectos conjuntos en América Latina se puede encontrar con que BT le cierre la posibilidad de expandirse por Europa y que incluso los británicos intenten el asalto al mercado español.

Si se va con BT puede perder el apoyo de los norteamericanos para entrar en el mercado de habla hispana de Estados Unidos y en México uno de los mercados más codiciados desde que Telefónica comenzó su expansión internacional.

Telefónica tendrá que esperar que la saquen a bailar. «Es difícil promover acuerdos cuando has roto uno anterior para firmar otros que han acabado en nada» afirma un analista estadounidense en referencia a la salida de Telefónica del grupo Unisource- AT&T para echarse en brazos de la frustrada BT-MCI.

Telefónica abandonó hace siete meses la familia Unisource (formada por KPN, de Holanda; Swiss Telecom, de Suiza; y Telia de Suecia) y rompió con el mejor aliado del grupo europeo, el gigante estadounidense AT&T.

«La precipitación en las decisiones, el desacierto en estas o los movimientos bruscos no controlados, producen efectos negativos en la imagen de la compañía, la credibilidad e incluso, consecuencias en la cotización de una empresa. La ruptura con Unisource, en favor de BT-MCI, posteriormente cuestionada, apuntan en esa dirección», afirma Jesús Vesperinas, secretario general de la federación de comunicaciones de CC OO.

En la sede de Telefónica las cosas se ven de otro modo. «Estamos en una posición muy sólida. Tenemos los clientes y los mercados. Quien tenga dinero es quien debe venir a nosotros a hacernos una oferta», aseguran fuentes de la compañía.

Juan Villalonga, presidente de Telefónica, no va a cambiar su estilo. Mañana lunes se entrevistará con el presidente de BT, Iain Vallance, y el 5 de diciembre tiene previsto un encuentro con Bert Roberts, presidente de MCI. Antes, el 3 de diciembre, se entrevistará con el presidente de AT&T. Si de este encuentro se desprendiera algún tipo de acuerdo se podría asistir a un nuevo giro en la estrategia internacional de la compañía. «Telefónica está en una situación privilegiada. Puede elegir en lugar de ser elegida; es un socio ideal para cualquier compañía que quiera entrar en América Latina», afirma Lucía Grande, analista de telecomunicaciones de Merrill Lynch.

Sin embargo, un hipotético acuerdo con AT&T significaría un camino de retorno a la situación que Villalonga encontró a su llegada a la presidencia de la compañía. El presidente de Telefónica rompió de una forma brusca con el anterior presidente de AT&T, Robert Allen, y no dudó en decirle que salía de Unisource y que no quería saber nada más de sus ofertas.

«Villalonga querrá ver a todo el mundo para encontrar alguna salida a la situación de incertidumbre en la que se encuentra actualmente», señalaba el viernes un alto directivo de una compañía europea.

La alianza de Telefónica con BT tenía un marcado carácter defensivo para la compañía española. Los británicos no intentarían el asalto al mercado español, y a cambio, tendrían una pata en América Latina a través de MCI. Si las cosas iban bien, dejarían a Telefónica que tomara parte en alguno de sus proyectos europeos.

Pero ahora que ya no van a controlar MCI su prioridad va a ser intentar de nuevo la entrada en EE UU. Además, tendrán que revisar su estrategia en Europa y afrontar el asalto al mercado asiático.

¿América Latina?. El tráfico entre Lima y la City londinense es una anécdota en el volumen de llamadas que puede gestionar BT diariamente. De hecho, ningún país latinoamericano representa más del 1% del tráfico internacional de llamadas realizadas desde el Reino Unido, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Ninguno está entre los 20 primeros destinos de llamadas desde el Reino Unido.

BT recibirá de WorldCom 7.000 millones de dólares (1,05 billones de pesetas) en metálico por el 20% que tenía en MCI y, además, una indemnización de 465 millones de dólares (casi 680.000 millones de pesetas) de MCI por haber desbaratado la estrategia de expansión internacional que habían diseñado los británicos. Los analistas londinenses creen que utilizará la inyección para resarcir a sus accionistas de la decepción que ha supuesto la operación MCI.

Otros apuntan ya a AirTouch como próximo objetivo de los británicos, lo que vuelve a dejar a Telefónica en una situación complicada. AirTouch es el socio tecnológico de Airtel, la empresa que compite con Telefónica en telefonía móvil en España, y en la que también tiene una participación significativa BT. La empresa Airtel, además, está en conversaciones para una alianza con Retevisión, el competidor de telefónica en telefonía fija. De modo que BT estaría en una posición difícilmente mejorable para entrar a saco , esto es, en todos los ámbitos del negocio, en el mercado español.

¿Con que cartas va a negociar Villalonga el lunes con Iain Vallance? Las alianzas se hacen por dos razones: para defender el mercado doméstico del asalto de posibles competidores y abaratar la entrada en nuevos mercados.

Telefónica no es una amenaza para BT porque no tiene ninguna presencia en el Reino Unido. En cambio, BT tiene ya invertidos 65.000 millones de pesetas en España. Los británicos cuentan con más de un millar de clientes empresariales, el segmento del mercado por el que intentará colarse cualquier nuevo competidor del operador dominante. En España tienen instalados 34 enlaces, en otras tantas provincias.

Más interesada podría estar MCI en mantener los acuerdos con Telefónica, pero ya no depende de Bert Roberts, que firmó la alianza, sino de Ebbers, director ejecutivo de la nueva MCI WorldCom. Sin embargo, la fusión entre MCI y WorldCom tiene una clara vocación doméstica e incluso, algunos críticos con la operación comentan entre risas que Ebbers estaba detrás de aquellas esquelas «MCI RIP» que se publicaron cuando la compañía estadounidense anunció que vendería el 100% de su capital a BT.

El tráfico de llamadas entre Estados Unidos y Latinoamérica si es intenso. Sin embargo, Ebbers va a tener que volcarse en sacar adelante la fusión con MCI sin perder el respaldo de los accionistas. Además, sus aventuras expansionistas se han concentrado en Europa, a través de la compañía MFS, con la que está cableando los centros financieros de las principales capitales europeas (París, Francfort, Londres...).

Villalonga tiene algunas cartas para negociar con Ebbers. Por ejemplo, InfoVía, el mayor proveedor de acceso a Internet en español, pero que está encontrando dificultades para extenderse en América Latina. Para MCI WorldCom, el primer proveedor de acceso a Internet en el mundo, puede ser un bocado tan apetecible como la Red Panamericana de Servicios, el principal activo de la empresa española en América Latina.

Con MCI WorldCom, Telefónica se asegura una puerta de entrada a Estados Unidos. «Con nuestra marca, por supuesto», aseguró Bert Roberts a una pregunta de este periódico sobre la forma en que se había previsto la entrada de Telefónica al mercado de habla hispana en EE UU.

Telefónica tendrá que dejarse muchas plumas en la negociación para salvar sus alianzas. El anunció de un nuevo encuentro con AT&T no va a gustar a Unisource, con la que aún negocia las indemnizaciones a pagar por haberse salido del grupo.

Buenos resultados para un mal trimestre

J. M. Z.

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Telefónica vive en una convulsión permanente. A los cambios en el panorama internacional se añade una serie de acontecimientos en el ámbito doméstico que agitan casi permanentemente las actividad cotidiana de la empresa. Muchos lo achacan al estilo de gestión impuesto por Juan Villalonga que ha trasladado a Telefónica el modus operandi de las pequeñas casas de inversiones en los mercados financieros.

Un claro ejemplo de su carácter fue la reunión de seis horas que mantuvo el presidente de Telefónica el pasado jueves con analistas de inversiones de todo el mundo para explicar de viva voz la crisis abierta en su estrategia internacional y oír personalmente las opiniones del mercado acerca de la compañía. Los asistentes coincidieron en valorar positivamente los resultados financieros aunque mostraron su preocupación por el día a día. Los cambios en el régimen tarifario los ajustes de plantilla la política de inversiones en América Latina y la entrada en medios de comunicación.

En el capítulo de preocupaciones financieras las cuestiones se centraron en la evolución de la deuda de Telefónica (los gastos financieros han aumentado un 08% en los nueve primeros meses del año) y en la posibilidad de una salida a Bolsa de Telefónica Internacional (TISA) descartada rotundamente por Villalonga y los miembros de su equipo de dirección presentes en la sala de conferencias de la sede de Telefónica.

Entre los analistas se ha comentado la evolución de los gastos financieros por deuda de Telefónica. En ese aspecto ha sido especialmente llamativo el informe de Salomon Brothers que señalaba la necesidad de una ampliación de capital a medio plazo para a hacer frente a las inversiones en el exterior. El informe de Salomon Brothers valoraba positivamente los ratios financieros de la compañía pero señalaba esa necesidad que Telefónica ha descartado.

Villalonga señaló no obstante el pasado jueves que las necesidades de financiación se van a reducir el próximo año porque las inversiones se van a contener. Aseguró que se centrará en la privatización del monopolio brasileño Telebras y en la expansión de CRT. Lo justito. En los nueve primeros meses del año 1997 la inversión de Telefónica se elevó hasta 576.551 millones de pesetas un 175% más que en el mismo periodo de 1996 y generó recursos por valor de 771.000 millones.

Villalonga se ha propuesto colocar a Telefónica en el quinto lugar por capitalización bursátil en el mundo y lograr que su valor en Bolsa mantenga un equilibrio estable con los recursos permanentes -recursos propios más endeudamiento-. Pero ese empeño exclusivamente financiero está chocando en los últimos meses con adversidades de todo tipo que están estropeando la foto.

Varapalo de Bruselas. La Comisión Europea ha recomendado una rebaja de hasta el 65% en las tarifas de interconexión que Telefónica cobrará a sus competidoras por permitirles incorporarse a la red y dar servicio. La UE coloca a Telefónica entre las compañías más caras de Europa por precios de interconexión un factor clave para el desarrollo de la competencia. El varapalo de la comisión abre nuevas expectativas a posibles competidoras que creen que el Ministerio de Fomento acabará por revisar a la baja las tarifas de interconexión vigentes. Telefónica afirma que sus tarifas de interconexión son las segundas más bajas de Europa después del Reino Unido.

Parón al plan de captación de clientes. A primeros de octubre la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ordenó parar a Telefónica la campaña de descuentos en llamadas interprovinciales e internacionales para los buenos clientes de la compañía. A los descuentos se accedía a partir de un determinado consumo por línea. Telefónica pretendía amarrar la clientela antes de que Retevisión entre en servicio pero la CMT entendió que estas promociones representan una práctica predatoria del mercado y ponían en riesgo la competencia. Un mes más tarde la CMT repetía la orden para el Plan MegaVip dirigido a pymes precisamente el mercado al que se orientará su competidor al principio.

Turbulencias en la Bolsa. La cotización de Telefónica se aleja del máximo anual (4.845 pesetas) alcanzado el pasado 25 de septiembre. Desde entonces la compañía vale en Bolsa cerca de 900.000 millones de pesetas menos aunque mantiene aún una revalorización desde principios de año por encima de los 746.000 millones. El objetivo de Villalonga está aún muy lejos. La minicrisis bursátil reciente y el castigo al que sometieron a Telefónica los inversores por sus incertidumbres internacionales tienen la culpa de ese recorte.

Diferencias con las autoridades latinoamericanas. El Departamento de Comunicaciones de Argentina está estudiando si prorrogar o no los monopolios de Telefónica Argentina controlada por Telefónica de España y Telecom Argentina de Telecom Italia y France Telecom. Las dos compañías han apelado a los tribunales para impedir que el Gobierno argentino abra el mercado a la competencia en 1998. Los monopolios podrían ser renovados hasta el 2000. Un directivo de la Comisión de Comunicaciones aseguró que el organismo emitiría un dictamen sobre el asunto uno de estos días.

El asedio a los monopolios de Telefónica en América Latina coincide con un creciente deterioro en sus relaciones con los Gobiernos de la región presionados por las compañías estadounidenses para que abran sus mercados y vigilen las intenciones de la empresa española.

Por su parte el Organismo Supervisor de la Inversión Priva da en Telecomunicaciones (Osiptel) de Perú ha impuesto a Telefónica de Perú controlada por la empresa española una sanción de 148.000 soles por «actos muy graves contra la libre competencia». El abogado de la Red Científica Peruana (CRP) ha solicitado que la sanción se eleve a 312.000 soles.

Sustituciones en Telefónica Internacional. Cinco días después de que Villalonga destituyera a su consejero delegado en Telefónica Internacional (TISA) WorldCom y MCI anunciaban su fusión. Portela fue uno de los fichajes estrella de Villalonga para Telefónica y precisamente en la semana más importante para la expansión internacional de la compañía decide prescindir de él. El misterio envuelve la decisión. » Un mal rato. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía Rodrigo Rato provocó el pasado martes una caída fulminante de la cotización de Telefónica en Bolsa al anunciar por error que las tarifas para las llamadas urbanas se rebajarían entre un 20% y un 50% el próximo año. En realidad el Gobierno ha autorizado una subida de estas llamadas para 1998. Rato rectificó pero la crisis puso de manifiesto la inquietud de los inversores.

Fin al plan de prejubilaciones. La dirección de recursos humanos se ha visto obligada a parar el plan de prejubilaciones a los 55 años porque la avalancha de peticiones de baja anticipada estaba creando problemas de atención al cliente y mantenimiento del servicio.

• Ratios de calidad. Para los sindicatos la inestabilidad en la gestión se traduce en un descenso «alarmante» de los ratios de calidad del servicio telefónico. Se prolongan las listas de espera y la reparación de averías se demora.

«La calidad del servicio está cayendo porque se están desviando recursos que genera la telefonía básica a las inversiones en medios de comunicación» afirma Miguel Torres secretario general de Telecomunicaciones de UGT.

En la misma línea se expresaba el pasado jueves en el Congreso el portavoz del Grupo Socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. «Los informes trimestrales de calidad del servicio han dejado de ser públicos. Algo está pasando» dijo.

Para Telefónica no se trata de una pérdida de calidad del servicio sino de que el umbral está ahora más alto. «Podríamos hacer que los contestadores no saltarán hasta que no se produzca un saturación real de la línea pero preferimos evitar los problemas a los usuarios antes de que se produzcan» comentaba un técnico de Telefónica.

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