El PSOE «olfatea» una convocatoria adelantada de elecciones generales

CAMILO VALDECANTOS, Madrid
El PSOE «olfatea» un adelanto en la convocatoria de elecciones generales. El portavoz socialista en el Congreso, Juan Manuel Eguiagaray, basa esta percepción en los problemas que afloran entre el Gobierno y sus socios de CiU, y también en el anuncio de la rebaja en el IRPF que el presidente del Gobierno, José María Aznar, acaba de hacer en Japón.

Luis de Grandes, portavoz en el Congreso, replicó a su colega de CiU, Joaquim Molins, que no entiende qué problemas puede haber entre el Gobierno y sus socios nacionalistas porque «no hay ningún acontecimiento que signifique ruptura», y tachó las especulaciones del PSOE de «patéticas»

Eguiagaray construyó ante los informadores, en el Congreso, un discurso de dudas sobre la «verdadera estabilidad» del Ejecutivo, a la vista de los reprochees que le formulan sus socios parlamentarios de CiU, y se entretuvo en enumerarlos: Pujol anuncia que acatará pero no cumplirá la reforma de los estudios de historia, envía una carta a sus consejeros pidiendo que rechacen las iniciativas legislativas del Gobierno central para evitar trampas y, ayer mismo, Joaquim Molins auguró una ruptura de relaciones si no hay cambios de actitud por parte del Gobierno de Aznar.

En paralelo se produjeron unas declaraciones de Aznar en Japón anunciando rebajas del IRPF, algo que, en opinión de Eguiagaray, hace sospechar que estamos «en vísperas del anuncio de una campaña electoral», porque el aviso de Aznar le sale «gratis», toda vez que la posible reforma se aplicaría en 1999 y quizás ni siquiera tendría que aplicarla el actual Ejecutivo.

Eguiagaray concluyó que es legítimo preguntarse si esto configura un tiempo político preelectoral y permite, por tanto, demandar del Gobierno una respuesta sobre la auténtica estabilidad de su mandato.

De Grandes se situó en el papel político del sorprendido ante las declaraciones de Molins. Según el portavoz parlamentario del Partido Popular, se contradicen con las manifestaciones de Pujol tras su entrevista con Aznar hace poco más de un mes, cuando aseguró que la estabilidad estaba garantizada. Desde entonces, en opinión del dirigente popular, no existe «ningún tipo de noticia que pueda abonar esa supuesta inestabilidad». No sólo eso, sino que se mostró convencido de «todo lo contrario» ya que «se han aprobado» los presupuestos generales del Estado adelantándose al debate parlamentario, al menos formalmente y «ni siquiera» conoce ningún acontecimiento «que entorpezca las relaciones, salvo el relativo al decreto de Humanidades, sobre lo que podemos dialogar, consensuar y reencontrarnos». De Grandes espera que la declaración de Molins «pueda ser matizada».

La actitud hacia el PSOE fue muy distinta. Para De Grandes después de una semana en la que se ha conocido la sentencia del Supremo en el caso Filesa y el informe del Tribunal de Cuentas sobre la Expo, escuchar que al portavoz socialista «le preocupa la estabilidad parlamentaria del Gobierno, resulta patético».

El portavoz popular no dudó de que se trata de una maniobra de distracción por parte del PSOE, y calificó de «escatológico» el discurso de Eguiagaray durante los últimos dias, además de que denota «una perdida absoluta de perspectiva» que «le lleva hacia la nada y representa una oposición que no merece este país».

IU terció en la polémica a través de su portavoz parlamentaria, Rosa Aguilar, a requerimiento de los informadores. Restó importancia a la situación porque,«son episodios que se repiten y cada vez que hay discrepancias CiU amenaza con la ruptura y todo termina con una visita de Pujol a La Moncloa».

En su opinión, lo que ocurre es que «Aznar cada vez controla menos a sus ministros, que le crean conflictos con CiU con quien mantiene una alianza de hierro». Aguilar aprovechó para pedir una vez más que las cuestiones fundamentales se acuerden con todas las formaciones políticas y, en este sentido, culpó al Gobierno de sobrevalorar la importancia política de CiU que, en su opinión, no puede tener capacidad para adelantar unas elecciones generales.

C. V., Madrid
Izquierda Unida sostiene que son ya demasiadas las sospechas de finaciación irregular que recaen sobre el PP. Rosa Aguilar, portavoz en el Congreso, exigió ayer explicaciones suficientes porque «no valen las notas de prensa».

Al preguntarle qué opinase sobre la denuncia de Javier de la Rosa, quien declaró que entregó 20 millones de pesetas a dirigentes nacionales del PP, Aguilar manifestó que «cada vez se estrecha más el cerco de sospechas de financiación irregular del Partido Popular» y que, tras el caso Naseiro , el caso Zamora y las acusaciones del financiero catalán «todo hace pensar, cada vez más, que han podido financiarse irregularmente».

Luis de Grandes respondió que ninguna donación a su partido en 1991 sobrepasó el tope legal de 10 millones. «Las cosas son como las decimos y su reflejo contable así de inequívoco», zanjó.

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