El País Digital
Jueves
11 diciembre
1997 - Nº 587

España ofrece a Gibraltar una autonomía equivalente a la vasca o catalana

JOSÉ MIGUEL LARRAYA ENVIADO ESPECIAL, Londres
Un largo documento, presentado ayer en Londres por el ministro de Asuntos Exteriores español, Abel Matutes, a su homólogo británico, Robin Cook, propone conceder a la colonia británica un estatuto de autonomía equivalente al del País Vasco o Cataluña, después de un periodo de cosoberanía hispano-británica cuya duración no se precisó ayer.


Abel Matutes y Robin Cook, ayer,
en Londres (Associated Press).
El Reino Unido, de una forma educada pero firme, subrayó a España que cualquier solución al problema de Gibraltar pasa por la voluntad de la población gibraltareña.

El ministro español adelantó ayer que «el Gobierno autónomo de Gibraltar podría tener amplios poderes legislativos, jurisdiccionales, al estilo del País Vasco o Cataluña». Matutes afirmó que «las autoridades locales tendrían más poder del que disfrutan ahora» bajo el dominio británico. Gibraltar, además, «disfrutaría de las actuales ventajas fiscales, financieras y aduaneras; incluso podría conservar la nacionalidad británica, conseguir la española o tener conjuntamente las dos», añadió. El titular de Exteriores destacó que «para España es muy importante tener satisfechos los intereses de la población gibraltareña, de tal manera que no se discute su derecho a tener la nacionalidad que quieran y sus derechos adquiridos».

Tras una reunión de más de dos horas en Carlton Gardens, las delegaciones británica y española hicieron público un comunicado en que se afirma que la propuesta española fue escuchada con atención y será analizada en el futuro junto a otras propuestas que puedan hacer los gibraltareños o los propios británicos. El ministro español lamentó la ausencia de representantes gibraltareños dentro de la delegación británica que hubieran podido escuchar una oferta que Abel Matutes calificó como «seria». Matutes subrayó que «España también defiende la posición de los gibraltareños». Sin embargo, la ausencia del ministro Principal de Gibraltar, Peter Caruana, que estaba invitado a participar en la reunión como miembro de la delegación británica, demuestra el interés que tienen las autoridades del Peñón por la propuesta española.

En texto pactado entre británicos y españoles se afirma : « La delegación británica escuchó con atención y recordó su compromiso de respetar los deseos de los gibraltareños tal y como quedan recogidos en el preámbulo de la Constitución de Gibraltar de 1969 (...) Además de las ideas españolas, los coordinadores discutirán cualquier otra propuesta procedente de los gibraltareños junto con propuestas británicas para una mayor cooperación en el campo económico».

Compromiso

En respuestas a las preguntas de la prensa, Cook dejó claro que no habrá ningún compromiso con España sobre temas que afecten a la soberanía de Gibraltar sin contar antes con la voluntad del pueblo gibraltareño. Cook añadió que Matutes había expuesto con precisión su oferta .

Cook y Matutes continuaron después su encuentro con una cena en la que abordaron asuntos diplomáticos bilaterales, así como la presidencia británica de la Unión Europea en el próximo semestre.

La reunión celebrada en Carlton Gardens, residencia oficial del ministro británico de Asuntos Exteriores, es la undécima del llamado proceso de Bruselas que se inició en la capital belga en 1984 con el compromiso de abordar todos los temas, incluidos los de soberanía. El ministro hizo balance del decepcionante desarrollo de las negociaciones en estos años y detalló una oferta para que Gibraltar se integre en el esquema constitucional español tras una periodo de cosoberanía hispano-británica .

«La propuesta es una oferta muy generosa y que otorgaría satisfacción a los intereses legítimos de los gibraltareños», señaló una fuente diplomática española. La oferta española concede una «mayor autonomía a los 30.000 habitantes del Peñón que la que tienen ahora como miembros de una colonia del Reino Unido» y, además, se respeta su libertad para optar por una u otra nacionalidad, mantener su lengua y su capacidad legislativa. Además, se estudiarían fórmulas para preservar las «peculiaridades fiscales y financieras» de la colonia.

La misma fuente señaló que en ningún momento se habló de un periodo de cosoberanía de 99 años. «La fórmula de cosoberanía es puramente instrumental, ya que el objetivo es que la soberanía del Peñón sea española», señaló la misma fuente. La cosoberanía, durante un periodo de tiempo todavía no determinado, es una forma de dar más garantías a la población del Peñón mientras se desarrolla la autonomía propuesta por España.

Críticas internas

La oposición conservadora expresó ayer su preocupación al Gobierno británico por su actitud ante las conversaciones sobre Gibraltar. En una carta conjunta enviada al diario The Times, el portavoz de la oposición para Asuntos Exteriores, Michael Howard, y para Defensa, George Young, recordaron que el Gobierno laborista admitió el pasado día 3 la presencia de España en la nueva estructura de mandos de la OTAN, pese a que Robin Cook había exigido que se levantaran las restricciones sobre el aeropuerto y la base naval de Gibraltar. Los conservadores recordaron también que en el Consejo Europeo de Amsterdam del pasado junio, España consiguió la capacidad de vetar la entrada de Reino Unido en los acuerdos del tratado de Schengen, lo que le da a España un baza muy importante e las negociaciones sobre Gibraltar. «Antes de las elecciones, Tony Blair dijo que nunca permitiría que Reino Unido se quedara aislado en Europa. El pueblo de Gibraltar está empezando a pagar el precio».

Los conservadores no son, sin embargo, los únicos que están en contra de cualquier concesión a España en el tema de Gibraltar. Según diplomáticos españoles existe un grupo formado por al menos un centenar de diputados laboristas que mantienen la mismas posición.

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