El País Digital
Jueves
6 noviembre
1997 - Nº 552



La lluvia provoca en Madrid un caos del tráfico sin precedentes

JAN M. AHRENS, Madrid
Las vías de Madrid, la capital de España, no pudieron ayer con la lluvia, y eso que no fue torrencial. El agua caída a lo largo de la mañana causó más de 110 kilómetros de atascos en los accesos a Madrid, dos cortes de tráfico en la circunvalación M-30 (uno tardó siete horas en ser resuelto), una ronda vital para el tráfico; 60 accidentes de circulación con 25 heridos leves; un centenar de salidas de los bomberos y más de 1.000 llamadas a los servicios de urgencias.


La M-30, ayer por la mañana
en el nudo de El Pardo (Uly Martín).
La intensidad de la lluvia -unos 35 litros por metro cuadrado en seis horas- fue suficiente para dejar a una ciudad abrumada con retenciones de más de una hora en vías tan importantes como Princesa, Atocha, paseo del Prado y Cuatro Caminos.

Para hoy, el Instituto de Meteorología prevé que sigan las lluvias, aunque con menor intensidad. El primer aviso del desbarajuste en que se iba a hundir Madrid apareció con el alba y la llegada de los primeros vehículos a la ciudad. La presencia de la lluvia (para hoy se prevé que siga cayendo) indujo al uso masivo de los coches para acudir al trabajo. Este factor se dio la mano con la escasa capacidad de las calzadas para drenar el agua y acabó en uno de los mayores atascos registrados este año en los accesos a la capital. Así, en carreteras como la N-II y la N-I, las retenciones llegaron a formarse a 25 kilómetros del centro de la ciudad. A las 8.30 (la hora punta), las retenciones de entrada alcanzaron 14 kilómetros en la N-I (Burgos), 12 en la N-VI (A Coruña), 11 en la N-II (Barcelona), 8 en la N-III (Valencia) y 4 en la N-IV (Andalucía) y la N-V (Extremadura). En el caso de la N-I y de la N-II, los atascos llegaron a hacerse sentir a más de 20 kilómetros del centro de la ciudad. Este colapso se reprodujo luego en la M-40, que sufrió retenciones de hasta 13 kilómetros, y, a medida que entraban los vehículos en la ciudad, pasó a la M-30.

En esta ronda de circunvalación, el primer corte del tráfico llegó a las 8.30, cuando un camión de mercancías patinó y quedó medio volcado en la calzada, a la altura de la calle del Marqués de Monistrol. La Policía Municipal redujo entonces la circulación a un solo carril, a la espera de la llegada de una grúa capaz de levantar el transporte. Hasta las 12.30, el tráfico no fue restablecido en esta zona de la M-30.

Pero no acabó allí el trabajo de la policía. Las retenciones y la lluvia provocaron un aumento del nerviosismo de los conductores y también de las colisiones. «Se han disparado los alcances. Ninguno es grave, pero, no sabemos por qué, esta mañana los conductores, en vez de resolver sus problemas en el arcén, dejan los coches en mitad del carril y no paran de gritarse», afirmó un portavoz de la Policía Municipal.

En la M-30, el tráfico también tuvo que ser cortado en la calzada que discurre en sentido norte, a la altura de El Pardo, por una inmensa bolsa de agua y lodo. Para acabar con ella, los bomberos y una brigada de operarios municipales emplearon durante siete horas (11.30 a 18.30) bombas de achique y máquinas excavadoras.

Nunca desde 1995, según la propia Policía Municipal, se había registrado en dicha ronda un corte de esta duración, ni siquiera cuando en enero pasado se desplomaron las pantallas antirruido de Puerta de Hierro.

Ya en el núcleo urbano, se repitió esta pauta. Se formaron bolsas de agua en la avenida de Daroca, la cuesta de Sagrados Corazones y la carretera de Andalucía. En las estaciones de metro de Avenida de América y Plaza de Castilla, los charcos se adueñaron de los interiores. Y, en la superficie, el tráfico quedó paralizado durante más de una hora en arterias tan importantes como Atocha, Gran Vía, Princesa, paseo del Prado y Cuatro Caminos. Ante esta situación, los servicios de urgencias municipales apretaron los dientes y se lanzaron a la calle. El Samur sacó ocho ambulancias de refuerzo y puso en estado de prealerta a sus efectivos, no tanto por el aumento de accidentes (unos 60, un 15% más de lo habitual), sino para mantener su tiempo de respuesta pese al caos circulatorio.

Los 12 parques de bomberos, a su vez, quedaron desbordados. En su centralita se registraron más de mil llamadas de auxilio. «Hemos tenido que establecer un orden de prioridades y dejar muchos servicios en espera, porque no damos abasto», comentó un portavoz de este servicio en pleno ajetreo. Achique de balsas, desprendimiento de cornisas, filtraciones y sótanos inundados constituyeron el grueso de sus 85 intervenciones.

Pero los efectos de la lluvia no sólo se hicieron sentir en el tráfico, sino que se multiplicaron en todos los órdenes. Desde la Cruz Roja, que perdió un 15% de su recaudación, al colegio Beata María de Jesús, que cerró su comedor por inundación, hasta los indigentes que llenaron los albergues de San Isidro y San Martín de Porres.

Este caos generalizado en la ciudad no desapareció entrada la tarde, cuando las lluvias ya habían perdido su intensidad. Por ejemplo, la N-II registró un atasco de 10 kilómetros en su sentido de salida, y la M-40 mantuvo su estado de choque circulatorio en sus principales nudos.

«Esto puede repertirse en cualquier momento», señaló un portavoz de la Dirección General de Tráfico, en referencia a las previsiones meteorológicas que auguran nuevas lluvias para hoy.

Dos mujeres mueren en Badajoz a causa del temporal

AGENCIAS, Madrid
Una tormenta fortísima se produjo esta madrugada en Extremadura. A causa de la misma, dos mujeres, una de 77 y otra de 48, murieron ahogadas en el municipio pacense de Valderde de Leganés, dentro de la vivienda de la más anciana, según infoma Efe. La Delegación del Gobierno de Extremadura indicó que hay decenas de personas aisladas en una zona conocida como Cerro de los Reyes. El Ejército, los bomberos y Protección Civil trabajaban esta madrugada para paliar los efectos del temporal y rescatar a las personas atrapadas.

En Mérida se produjo un apagón en toda la ciudad. Las fuertes lluvias estaban acompañadas por vientos de hasta 100 kilómetros por hora. El vendaval ha tirado torres de electricidad, árboles y señales de tráfico.

La intensa lluvia que ayer cayó sobre la Península provocó el corte de una veintena de carreteras, dificultades en el tráfico ferroviario en Andalucía y atascos de más de 110 kilómetros en los accesos a Madrid. Un tren colisionó con un camión en un paso a nivel en Almendralejo (Badajoz). No hubo víctimas. El primer cálculo habla de 9.600 millones de pesetas en pérdidas en el campo andaluz por el temporal.

En Andalucía, una veintena de carreteras, la mayoría de ellas de la red secundaria y situadas en la provincia de Córdoba, permanecieron cortadas ayer, mientras que el tráfico ferroviario entre la capital cordobesa y Sevilla se mantuvo paralizado durante todo el día. La intensa lluvia no afectó al servicio de AVE entre Sevilla y Madrid, que funcionó con total normalidad.

En Puerto Real (Cádiz), siete familias, compuestas por veintinueve personas, tuvieron que abandonar en la noche del martes sus domicilios por las fuertes lluvias caídas en la zona. En Sevilla estuvo cortada la carretera SE-128, en el término municipal de Cantillana, y la autovía A-49 de Sevilla a Huelva seguía anoche cerrada.

En Huelva continuaban cortadas la A-486 en San Juan del Puerto y la H-624 en Palos de la Frontera.

En Extremadura, según Informa Jeremías Clemente, el tren que efectuaba el recorrido Plasencia-Sevilla arrolló a un camión en las proximidades de Almendralejo (Badajoz). El camión, como consecuencia de la lluvia y el barro, había quedado bloqueado sobre la vía, en un paso a nivel sin barrera. El conductor del convoy observó la presencia del vehículo, avisándole con luces y silbato. Después intentó detener el tren, frenando y reduciendo la velocidad a 10 kilómetros por hora.

A pesar de la desesperada maniobra, el tren se llevó por delante al camión. En el tren viajaban 25 personas que no sufrieron daños y continuaron su viaje hacia Sevilla en un convoy automotor que portaba material para las obras del gasoducto que se realiza en las proximidades del lugar donde se produjo el accidente.

A pesar de las abundantes lluvias y los problemas generados en las carreteras, la Dirección General de Protección Civil consideró que la situación es de «normalidad». Este organismo aconseja a la población que conozca los riesgos de inundación de su vivienda, lugar de trabajo y trayectos habituales, y que revise el estado del tejado y de las bajadas de agua de su domicilio.

Renfe se mantenía ayer en situación de alerta a causa de las precipitaciones. Los servicios de la compañía ferroviaria están en contacto directo con el Instituto Nacional de Meteorología para seguir la evolución de los fenómenos que puedan influir en su actividad.

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, quien visitó la localidad de Camas (Sevilla), una de las más afectadas por las inundaciones, criticó la «descoordinación» entre las administraciones para actuar ante el temporal en esta localidad.

Las pérdidas provocadas por las inundaciones alcanzan ya la cifra de 9.600 millones de pesetas en el campo andaluz, según cálculos realizados por la Unión de Pequeños Agricultores de Andalucía.

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