lunes, 13 de octubre de 1997

La Guardia Civil llevará la «senyera» en Cataluña

Barcelona. José Clemente

La Dirección General de la Guardia Civil está llevando a cabo una profunda reestructuración del Cuerpo para adaptarlo al Estado de las autonomías. Las antiguas zonas tendrán en adelante carácter autonómico y los llamados «Tercios» desaparecen en favor de una estructura provincial, cuyo centro de operaciones serán las Comandancias, mientras que las «Líneas» se reconvierten en «Compañías». El nuevo modelo convertirá a la Benemérita en el primer cuerpo policial español con una estructura netamente estatal o interautonómica. En adelante, los agentes lucirán en el brazo derecho la bandera de la comunidad en la que estén destinados.

La Dirección General de la Guardia Civil, que encabeza Santiago López Valdivielso, ha puesto en marcha el mayor plan de reorganización del Cuerpo desde la llegada de la democracia, que estará terminado en la próxima primavera. Su actual estructura territorial (zonas similares a las regiones de las Fuerzas Armadas) pasará a ser autonómica, con lo que la Benemérita se dota de un modelo policial parecido al que en Estados Unidos tiene el FBIo la Guardia Nacional, según fuentes cercanas al Benemérito Instituto.

Así, por ejemplo, la antigua IV Zona de la Guardia Civil (Cataluña y Aragón), se subdividirá en dos zonas autonómicas con jefaturas distintas que desempeñarán generales de la Benemérita. De este modo, lo que hasta ahora eran nueve zonas en todo el territorio nacional pasarán a convertirse en 17, una por comunidad autónoma. Así, Cataluña será zona única bajo el mando del general Francisco de Fuentes, mientras que Aragón será cabecera de esa comunidad bajo el mando del también general, Vicente Faustino.

Delegados del Gobierno

El Instituto Armado busca con todo ello un mayor aprovechamiento de sus recursos y mayor efectividad de sus hombres. Hasta la entrada en vigor de la Lofage, el control y la coordinación de la Policía lo ejercían los gobernadores civiles. El papel de los delegados del Gobierno era más político que operativo. Con este nuevo organigrama, la Guardia Civil queda bajo el mando directo del Gobierno en cada comunidad autónoma. En el caso catalán, la reorganización del Cuerpo en Gerona, con motivo del despliegue de los Mossos d’Esquadra, sirvió de base para comprobar si esta nueva estructura satisfacía las necesidades operativas del cuerpo en función de las competencias limitadas co otros cuerpos policiales.

Siguiendo con el ejemplo catalán, la IVZona de la Guardia Civil (Cataluña y Aragón) contaba hasta la fecha con los Tercios de Barcelona-Gerona, el de Tarragona-Lérida y el de Zaragoza-Huesca-Teruel. De estos tres Tercios sólo dos eran estrictamente catalanes. Estos dos Tercios desaparecen y sólo queda una única zona que tendrá la jefatura en Barcelona. El papel del Tercio era de coordinación de cada una de las Comandancias de la provincia, actividad que en adelante desempeñarán las zonas, que pasarán a tener mando único en la región.

Por debajo de las zonas quedarán orgánicamente, las comandancias, cuya misión será la de coordinación provincial. A diferencia de la situación actual que las zonas dependen de un teniente coronel, el mando de las nuevas zonas lo desempeñarán coroneles del Cuerpo.

También las llamadas Líneas de la Guardia Civil serán sustituidas por compañías. Si bien las primeras estaban directamente relacionadas con las poblaciones, que surgían en torno a los caminos –de ahí su nombre de línea–, las compañías tenderán a una estructura comarcal, buscando asimilarse en el mayor grado posible a la división administrativa de Cataluña.

Emblemas

Uno de los cambios más visibles que experimentará la Guardia Civil en los próximos meses será el de las banderas de su uniforme, ya que está previsto que se incorpore a partir de la primavera la bandera de cada comunidad autónoma en la parte superior del brazo derecho. Esto no significa que tenga que perder la bandera española que lleva cosida al uniforme en la actualidad, sino que se añadiría a la enseña nacional la propia de la Comunidad autónoma donde se encuentre destinado.

De este modo, todos los miembros de la Benemérita deberán incorporar en el uniforme una bandera regional, en el caso de Cataluña la «senyera», que en su momento será repartida en cada acuartelamiento y en todas las unidades. Aunque no ha trascendido, la simbología será especialmente cuidada de ahora en adelante, tanto en los documentos como en la propia uniformidad y en los vehículos y dotaciones de cada región. Para no perder las características como cuerpo, los agentes de la Guardia Civil combinarán los escudos del Instituto con los de la autonomía e, incluso, los de su propia especialidad.

Obligatoridad

Así, un agente del Seprona llevará escudos de su unidad, de la Guardia Civil y de la comunidad autónoma, mientras que uno de Tráfico llevará los mismos de la autonomía y del cuerpo pero distintos los de su agrupación. En Cataluña. por ejemplo, la bandera catalana en el brazo derecho será obligatoria para todos los agentes sin excepción y para todos los uniformes de la Benemérita, tanto si son de faena como si son los de paseo o gala.

Tampoco se descarta que los vehículos y cuarteles puedan incorporar señas identificatorias propias de cada una de las comunidades autónomas en las que se encuentren desplegados los agentes de la Benemérita, aunque sólo rendirán honores a la enseña nacional en los actos preceptivos para ello.

Con este nuevo modelo organizativo, que deberá estar completamentamente en vigor en la primavera próxima, se busca reorientar el papel reservado a la Benemérita en España, después de que se intensificara el despliegue policial en Cataluña y entrara en vigor la Lofage, que consagra una nueva jerarquía de mando político en las diecisiete Comunidades autónomas.

La Guardia Civil reserva competencias de policía estatal en relación a la lucha antiterrorista, el control de las fronteras, la lucha contra el crimen y la delincuencia organizada, el delito económico, el control aduanero y fiscal, el Tráfico, la vigilancia de las costas, el narcotráfico, la intervención de armas, los delitos supracomunitarios y la defensa interior.


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