VANGUARDIA
GIRONA
18/07/97

RAFEL BOSCH
Manifestación en Girona por Miguel Ángel



Muerte entre las flores


Murió al pie de unos árboles, arrodillado y maniatado, asesinado de la forma más brutal, cobarde y rastrera, como hicieran los nazis en sus "mejores" tiempos. Sabemos que quien apretara el gatillo no es el único responsable de esta muerte y de todos los sucesos que de ella puedan derivarse en el futuro.
Sabemos que quienes se están callando son cómplices y, por lo tanto, igual de responsables que el verdugo de Miguel Ángel y no debemos permanecer impasibles y en silencio ante este hecho.
Ahora bien, Miguel Ángel Blanco Garrido debe ser el último muerto relacionado con ETA y, si somos demócratas de verdad, acallaremos las bocas de los Ricarditos Ynestrillas de turno que claman venganza y no nos dejaremos manipular por esas voces que sutilmente (y a veces no tanto) nos "sugieren" el linchamiento de los abertzales.
Una amiga de Astrabudua-Erandio me cuenta que en su pueblo han incendiado la "Herriko Taberna" y que en Euskadi se está utilizando la violencia física contra personas y locales de ideología independentista.
Esto significa que se está poniendo en una situación muy difícil a personas que, sin renunciar a sus ideas, discrepan y abominan de los métodos criminales de la banda terrorista ETA. Algunos se están dando cuenta ahora y no les va a ser nada fácil rectificar sus posturas.
Por una parte, la mesa nacional de HB está poniéndoles, con su actitud, contra el paredón. Por la otra estamos nosotros, "los buenos", dándoles de hostias.
Ha llegado el momento de preguntar en voz muy alta "¿Y ahora qué?", de exigir al Gobierno de este país que, además de endurecer las penas contra los terroristas, empiece a trabajar para dar soluciones al problema de los presos vascos, que también tienen derechos, lo mismo que sus familias.
Y también ha llegado el momento de que la gente de HB empiece a cuestionar públicamente la legitimidad moral de su mesa nacional y de que cuando esto ocurra (y estoy segura de que ocurrirá) les apoyemos.
¿O es que también somos asesinos?
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