VANGUARDIA
INTERNACIONAL
17/09/97

MERCE GILI
Chirac, flanqueado por el cap de Govern, Marc Forné, el presidente del Consell de les Valls y los consellers



Chirac abordó en su discurso puntos clave para Andorra e insistió en las obligaciones internacionales del principado y le recordó que deberá pronunciarse sobre qué tipo de relación quiere con la Unión Europea --asociación o integración--. Señaló que la soberanía se apoya también en realidades económicas

Chirac elogia la Constitución andorrana

El copríncipe francés insta a los andorranos a desarrollar su Carta Magna

MYRIAM JOSA
Enviada especial

ANDORRA LA VELLA. -- El copríncipe francés de Andorra, Jacques Chirac, hizo ayer un canto a la joven Constitución del principado (1993), al camino que condujo a la misma --"aquí (Casa de la Vall, sede del Parlamento) las tradiciones se han abierto a la modernidad"-- y a las instituciones reconocidas en la Carta Magna --copríncipes o jefatura del Estado compartida, Consell General o Legislativo, Gobierno y Poder Judicial-- y se comprometió a continuar asumiendo su cargo con "el más estricto respeto a la Carta constitucional".
Estos encendidos elogios no impidieron que, con toda claridad, Chirac afirmara que "sin embargo, si Andorra quiere poner en práctica lo que ha osado en el plano de los principios en su texto fundamental, no está todo terminado. (...) La tarea del legislador es grande aún y numerosos puntos de la Constitución, en especial su título II, quedan por desarrollar". Chirac se expresó en estos términos ante el Consell General (Legislativo). Más tarde, en la plaza del Poble de la capital, pronunciaría otro discurso en el que recordó a los andorranos que la nueva situación institucional les confiere derechos pero también responsabilidades. "Responsabilidades respecto a los ciudadanos andorranos, respecto a los extranjeros que residen en Andorra, pero también respecto a los estados vecinos y a la comunidad internacional."
El título II es el que reconoce los derechos y libertades, entre ellos la nacionalidad andorrana --un tema polémico pese a sus últimos desarrollos--, los derechos políticos o los de asociación que implica la sindical que falta concretar, etcétera. En su intervención en la Casa de la Vall, el copríncipe se limitó a nombrar el título II en general. Tras hacerse la tradicional foto con los 28 consellers (parlamentarios) tocados con el tricornio, en el exterior del edificio y contemplar el panorama que desde allí se divisa escuchando las explicaciones del jefe de Gobierno, Marc Forné, Chirac continuó ejecutando el programa con una puntualidad germánica. Visitó el Lycée Comptes de Foix y la parroquia de Sant Julià.
A las 11.50, como estaba previsto, llegó al Comú (ayuntamiento) de la capital, Andorra la Vella y terminada la visita se dirigió a la plaza del Poble donde tuvo lugar el acto público más importante de su estancia en tierras andorranas. Consellers, ministros, cónsols (alcaldes) y miembros de los siete Comús y un nutrido público le recibieron con aplausos. En su alocución, pronunciado con una dicción y entonación dignas de un rapsoda e iniciada con el recuerdo de un poeta occitano Bernard de Ventadour, testimonió su interés por Andorra y elogió al viejo país portador de tradiciones milenarias y al más joven Estado de Europa, y retomó el hilo de su intervención en la Casa de la Vall. De nuevo, rindió homenaje al proceso constitucional y a las instituciones, con un especial recuerdo para el encuentro de anteayer con su homólogo, el copríncipe episcopal, Joan Martí Alanis.
Chirac abordó puntos clave para Andorra, además de los citados, e insistió en las obligaciones internacionales de Andorra y le recordó que deberá pronunciarse sobre qué tipo de relación quiere con la Unión Europea --asociación o integración--. Señaló que la soberanía se apoya también en realidades económicas y culturales.

Banca rigurosa

Aludió a la atención y defensa del medio ambiente, y pidió un refuerzo de los lazos de todo tipo, y especialmente culturales, con Francia.
Bajando a un terreno más concreto, pero que preocupa a España y Francia, pidió a la banca andorrana que mantuviera su rigor que le ha dado reputación internacional. En su discurso, el síndic, Francesc Areny, recordó la necesidad de la diversificación y reestructuración económica del país para ser competitivos, elevar el bienestar y mantener la solidaridad.

Copyright La Vanguardia 1997