Nº 18 / Viernes 19 Septiembre 1997

 













Los Carmona no hablan aquí de flamenco, sino que descubren esas otras músicas que se cuecen en su puchero. Aunque nacido en el Madrid más castizo, el grupo representa uno de los proyectos más cosmopolitas del pop español.

Texto: Diego A. Manrique
Fotografía: Jesús Ugalde

LA CITA CON Ketama tiene por escenario un coqueto hotel de El Viso, colonia madrileña de chalecitos para uso de diplomáticos y otros afortunados: en la entrada, un caballero bajito y con poco pelo, vestido de traje blanco, habla en inglés por un móvil. El caso es que el tipo me suena… El hotel es grato, pero nada flamenco. Y eso está bien: mejor las fotos aquí que el fondo de azulejos que parece inevitable para retratar a los jóvenes flamencos. Tengo la teoría de que Juan, Antonio y José Miguel Carmona pueden ser flamencos de corazón; sin embargo, bajo la bandera de Ketama, hacen sencillamente música pop. De muchos quilates, inequívocamente española, pero de aliento internacionalista.

De Uruguay a Cuba
Así que hoy no toca hablar de los Habichuela y demás clanes gitanos. Se trata de acentuar el perfil real de unos músicos capaces de desenvolverse en diversos ámbitos, sin los complejos habituales de otros artistas nacionales. Lo que explica que el nuevo trabajo, Konfusión, ostente atractivas colaboraciones. Por ejemplo, la de Jorge Drexler, el uruguayo que susurra las canciones más recónditas y sinuosas que se pueden escuchar en Madrid.

José Miguel explica que le conoció a través de Vaivén (Virgin), su único disco español: "Descubrí que tenía una sensibilidad de la hostia. Le propuse que escribiera la letra de Karta kanción. Le pedimos que hablara de la amistad y le ha salido ese pedazo de letra". Otro refuerzo hispanoamericano en Konfusión es la pareja cubana Gema y Pável. Ellos cantan palabras misteriosas en Espíritu kañí. Antonio: "Oyes un disco como Trampas del tiempo (Nubenegra), y sientes que allí hay algo familiar. Luego, me enteré de que Pável era gemini como yo, y eso facilita la relación…".

Antonio ansía viajar a Cuba en misión musical: "Nuestros parientes trabajaban temporadas en Suramérica, vendiendo telas, y siempre se venían con discos cubanos. Yo conocía a Celia Cruz por un disco de la Sonora Matancera. Y Beny Moré y la Fanial All Stars… son músicas que nos acompañan desde pequeños. Quisimos grabar con Celia en De la isla a las Antillas, pero no fue posible".

El viaje pudo materializarse este septiembre, ya que Antonio estaba invitado por La Charanga Habanera para asistir a la presentación de su último CD, donde los cubanos cantan No estamos lokos. La sanción a La Charanga impuesta por el Gobierno castrista deshizo esa fantasía. Y el hecho de que estén vetados durante seis meses pone en pie de guerra a Ketama: "¿Qué quieren, condenarlos a pasar hambre? Nos hemos enterado de casos terribles, de músicos cubanos que se han quedado aquí y no pueden volver ni al entierro de su madre. Hay que tener un corazón negro para imponer algo así…".

Ráo Kyao, Fito Páez y Brasil
La vida da palos y la música puede servir de bálsamo. Ketama evoca la grabación de Delirios ibéricos (Polygram), el disco realizado a medias con el flautista y saxofonista Ráo Kyao. "Estábamos en el estudio cuando ocurrió la muerte de Ray Heredia. Nos quedamos destrozados. Ráo había alquilado el estudio unos días y no se podía postergar, así que seguimos. Ráo es portugués, pero ha pasado mucho tiempo en la India, y cuando toca, hay una manera de quejarse que nos llega, no es un disparate lo de que los gitanos venimos de aquellas tierras".

Otro artista que se interesó por Ketama en 1992 fue Páez, superestrella en toda América. Antonio: "También metí cajón en Detrás del muro de los lamentos, donde Fito canta con Mercedes Sosa. Están en El amor después del amor (DRO), que vendió un millón de copias. Es otro artista con el que nos gustaría encerrarnos a componer. ¿Conoces su disco en directo? ¡Qué nivel de música, de presentación, de todo!".

Brasil es otra cita pendiente. De hecho, su penúltimo disco —que luego se convirtió en De akí a Ketama— se iba a grabar con músicos y/o productores brasileños, "pero el cuerpo nos pedía algo más salsero". Medio millón de copias después, Brasil sigue en reserva. Josemi: "Hay un plan de grabar con Caetano, Marisa Montes y muchos cracks. Pero las compañías se deben poner de acuerdo".

Homenajes y lealtades
Para Ketama es importante que no se les ate con cuerda corta, que haya margen para desarrollar caprichos, aparte de entregar sus trabajos más comerciales a Polygram. Antonio: "Si nos apetece estar en los discos de homenaje a Antonio Vega y Serra, ¿cómo nos lo van a negar? De ellos aprendimos, y es de bien nacidos el ser agradecidos. Hemos hecho I want to break free, entre flamenco y árabe, para el tributo a Queen. Y yo quiero que nos vistamos de mujer para presentarlo, como en el vídeo de Freddy Mercury". Risas, y el bigotudo Juan Carmona, que mueve la cabeza: "No me veo yo con faldas".

Ketama mantiene una lealtad especial hacia Mario Pacheco, el único que se atrevió a ficharlos en los ochenta. Juan: "Paco de Lucía llamó a varias compañías recomendándonos. Íbamos con nuestras maquetillas y ni caso. Acabamos en Nuevos Medios, Mario nos entendió".

África
En justo pago, Ketama ha seguido grabando con Nuevos Medios la serie Shongai, interacción de flamencos y (mayormente) músicos africanos, un par de discos de gran resonancia fuera de España: "Nos llevaron, en Londres, a una fiesta y allí congeniamos con Ali Farka Touré y Toumani Diabate (tañedor malinés de kora). Con él hemos grabado dos discos y somos como familia. Además, estaba empeñado en casar a su hermana con Josemi (risas). Tenemos mil anécdotas de Toumani. Íbamos a buscarle para grabar, ‘chiquillo, que llegamos tarde’, él estaba en la cama, se había fumado unos petas y parecía ido. De repente, se destapaba y estaba vestido y dispuesto para tocar. Otras vivencias te partían el corazón. Uno de sus músicos había ahorrado para comprarse un rebaño de ovejas… Esas historias nos hacen ver lo afortunados que somos".

Jaco Pastorius
Igual que el encuentro con el bajista Jaco Pastorius (el 21 se cumplen 10 años de su vil asesinato por los porteros de una discoteca de Florida). Josemi: "Le conocí en un festival de guitarra en Martinica. Yo iba con mi padre, era muy pequeño, y Jaco vino a vernos. Le llamó la atención la forma en que yo golpeaba el cajón y me decía: ‘Josemi, number one, number one’. A mí me daba miedo, se desayunaba unos vasos enormes de whisky. El pulgar con el que tocaba era superflexible, lo movía 360 grados sobre su eje. Luego supe quién era y casi lloro al pensar que pudimos hacer música juntos".

Khaled y Nusrat Fateh Ali Khan
La máxima estrella del pop magrebí, el gran Khaled, añade su voz a El oasis de los dioses, en Konfusión. Juan: "Los argelinos son descendientes de gente que vivió en España muchos siglos y entienden nuestras músicas. Llegó sin guardaespaldas ni nada, aunque está amenazado de muerte, y se metió en el disco, pero de verdad. Encajó su voz en el play-back y luego metió improvisaciones en plan feeling y todos estábamos espeluznados, era como oír al Chocolate en un zoco. Además, iba muy caló, con camisa roja y mucho oro".

Ketama también conoció a Ustad Nusrat Fateh Ali Khan en un festival en Estrasburgo. Antonio: "Estábamos meando los tres cuando oímos que nos anuncian. Y salimos al escenario corriendo, con los pantalones mojados. Allí vimos a Ali Khan y le bautizamos como Camarón de la India: llevaba armonio, tabla y unos palmeros. Estuvimos cenando con ellos y tenían costumbres muy parecidas a las gitanas: el primer plato se le servía al patriarca y luego iba por orden de edad".

El respeto de Ketama por músicos de otras tierras es genuino: en 1992, como parte de los fastos del Quinto Centenario, tocaron con un dream team de instrumentistas latinos. Juan: "Oías a Michel Camilo, a Paquito D’Rivera, a Arturo Sándoval…, y no nos atrevíamos a salir, eran ellos los que nos empujaban: ‘No hay dolor, brother, no hay dolor’. El público nos reclamaba y no entendíamos, acababan de actuar los mejores del mundo".

Prince y Frank Sinatra
Mucho más emocionante que ejercer de teloneros de Prince. Antonio: "La noche anterior, el tipo dijo que vinieran muchas gitanas guapas a enseñar pierna. Nos fuimos al Rastro y se lo dijimos a las que encontramos. ¡Resulta que ellas no sabían quién era Prince, pero por Ketama hacían lo que fuera! Ni llegamos a hablar con él. Al terminar, unos negros nos sacaron del escenario y allí se quedó mi cajón. Se perdió. ¡Un cajón que había sonado con Camarón y Paco!". Antonio y Juan también tocaron, como músicos de Tomatito, en una gira de Frank Sinatra. Juan: "Lo mejor que he visto en mi vida".

El cinematógrafo
Ketama también tiene buen cartel en el mundo del cine. Están en Amo tu cama rica, de Emilio Martínez Lázaro. Pero fue Fernando Colomo quien hizo realidad su deseo de componer música cinematográfica. Juan: "Sí, en El efecto mariposa. Primero te dan un guión y luego el vídeo, y allí descubres que tienes que meter 17 segundos de música en una escena, ni uno más ni uno menos. ¡Ay, mi madre! De lo más duro que hemos hecho. Salíamos en imagen un par de veces: se nos veía en un avión y nos pidieron que pusiéramos cara de miedo. Le dijimos a Fernando: ‘Aquí ganamos un oscar: nos cagamos en cuanto subimos a un avión".

También brillan en Flamenco, de Carlos Saura. Juan: "Fue bonito, pero tuvimos disgustos con el pesetas. Me tuve que poner en plan soviéticopara cobrar: ¡Es que me había mandado un talón sin fondos!". Y Alma gitana, de Chus Gutiérrez, con Pepe Luis Carmona, ex Barbería del Sur —el grupo que algunos ven como el equipo B de Ketama—, y su hermana Amara, "que está para comérsela". Antonio ha debutado como actor con Go for gold, presentada en Venecia. Lo del cine puede ser su destino. Al salir del hotel, reconocemos al gentleman con el móvil: John
Malkovich, que está por España preparando un próximo proyecto. Se hacen las presentaciones y Antonio le regala una copia de Konfusión. El actor se deshace en agradecimientos y asegura que ya conocía su música. El planeta es un pañuelo y no tiene fronteras para Ketama.

Konfusión se pone a la venta el día 22 (Mercury).

 
         
   



 



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