CULTURA
03/01/97



Una vida entregada al estudio

Joan Coromines i Vigneaux nació el 21 de marzo de 1905, en Barcelona. Hijo del escritor y político Pere Coromines, cursó enseñanza superior en los Estudis Universitaris Catalans, en la Fundació Bernat Metge y en la facultad de Filosofía de la Universitat de Barcelona. Se licenció en 1927 con la tesis "Vocabulario aranés" y se doctoró en Madrid en 1931. Con anterioridad amplió sus estudios en las universidades de Montpellier (1927), Zurich (1929) y París (1930). Fue precisamente en 1930 cuando ingresó en la oficina de Toponímia i Onomàstica, del Institut d'Estudis Catalans. En 1931 inicia la investigación de las etimologías de los municipios catalanes, germen de su "Onomasticon Cataloniae", que recoge todos los topónimos y antropónimos de los Països Catalans. Fue, hasta 1939, profesor de la Universitat de Barcelona. El exilio le llevó a París y posteriormente a Mendoza, en Argentina. Fundó el Instituto de Lingüística e inició el "Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico". Finalizó el exilio en Chicago, donde impartió clases de Filología Románica desde 1948 hasta su jubilación, en 1968. Su primera visita a Cataluña, después de la Guerra Civil, fue en 1952. A partir de entonces inicia una serie de viajes entre Chicago y Cataluña.
En 1972 recibió la Lletra d'or por su obra "Lleures i converses d'un filòleg". En 1978 fue investido doctor honoris causa por la Univesidad de la Sorbona y en 1981 recibió el Premi Jaume I. Tras una sucesión de premios en 1979 aparece el primer volumen de su obra magna: el "Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana", que finalmente completó en nueve tomos.
Fue en 1984 cuando se le otorgó el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, por la importancia y ejemplaridad de su tarea intelectual.
El "OnomasticonCatalo niae" es la última gran obra monumental de Coromines sobre toponimia catalana y la que forma, junto a los diccionarios etimológicos del catalán y el castellano, su monumental trío de contribuciones al estudio de la lengua.
La suma de estos y otros trabajos, fruto de una vida entregada al estudio, así como su compromiso con el país y con la lengua, y su tenacidad han hecho de Coromines una figura central de la filología.


Copyright La Vanguardia 1996
cartero@vanguardia.es