POLÍTICA
20/02/97



Cultura señala que un 16% de ciudadanos no lee nada en catalán, la mitad que en 1991

BARCELONA. (Redacción.) -- La población ha perdido el miedo a leer en lengua catalana. Ésta es una de las conclusiones más significativas de la aplicación de la ley de 1983 sobre normalización lingüística. Si en 1991, el 33,1 % de los catalanes reconocía que no leía nada en esta lengua, la cifra se ha reducido a más de la mitad en 1996: sólo el 16,3 % admite que no lee nada en catalán.
Éste es uno de los datos extraídos del informe de 34 páginas sobre la aplicación de la ley de 1983 que ha elaborado el Departament de Cultura y al que ha tenido acceso "La Vanguardia". El balance es que la normativa "es insuficiente" y ha quedado desfasada. Insuficiente "para llegar a todos los campos que se deben regular para permitir un avance sustancial en el uso social del catalán", y desfasada "por razón de la evolución de la sociedad, los avances tecnológicos y la técnica jurídica". El informe recoge que en el campo de las comunicaciones, por ejemplo, la ley ha quedado totalmente superada: en 1983 sólo se veían en Cataluña dos canales de televisión públicos, ninguno de los cuales emitía más de doce horas diarias. Del fenómeno Internet, evidentemente, ni se hablaba entonces.
Al margen de estas dos constataciones, los autores del informe concluyen que la aplicación de la ley ha sido "satisfactoria". "Su cumplimiento --afirman-- ha exigido vencer serias controversias jurídicas y conflictos competenciales importantes, hacer importantes aportaciones presupuestarias, construir instrumentos como la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, así como renovar sustancialmente el sistema de enseñanza y la Administración de la Generalitat."
Una tercera reflexión del Departament de Cultura es que la ley se ha visto muy dificultada, en muchos aspectos, por conflictos competenciales y de constitucionalidad instados por el Gobierno o provocados por la legislación estatal, "nunca generosa con la protección del catalán".
El informe hace un pormenorizado análisis de los 28 artículos de la ley mediante un comentario y una valoración. La conclusión de estos textos es que no se puede desarrollar más la presencia del catalán sin una reforma del marco legislativo. El informe razona esta necesidad desde el punto de vista jurídico, en que la actual ley "no desarrolla adecuadamente el principio jurídico de que el catalán es la lengua propia de Cataluña". Asimismo, se indica que la ley "contiene normas que distorsionan la oficialidad del catalán en la administración de justicia y en los registros públicos". Un tercer argumento jurídico para reformar la ley sería, según los autores del texto, que aquella "sólo pretendía asegurar la extensión del conocimiento y uso del catalán. Por ello, no contiene ninguna regulación simétrica de los derechos lingüísticos de los ciudadanos y cabe introducirlos".
Las encuestas encargadas por el Departament de Cultura confirman que ha habido un avance significativo, tal y como se refleja en el gráfico adjunto. La cifra de ciudadanos que no entiende el catalán ha bajado hasta el 4,6 %, aunque sigue siendo alta la de los que no lo hablan (un 20,2 %). Como es lógico, el punto más complejo es el de la escritura. En 1996, y siempre según estas encuestas, se han invertido las cifras y ya hay más ciudadanos que escriben en catalán que los que no lo hacen.


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