CULTURA
03/01/97

JORDI BELVER
Joan Coromines, fotografiado en su domicilio de Pineda de Mar en marzo de 1994



Fallece el filólogo Coromines

El Palau de la Generalitat acoge hoy la capilla ardiente del tenaz lingüista

A las nueve de la noche de ayer falleció en su domicilio de Pineda de Mar Joan Coromines, cuya monumental obra --presidida por los diccionarios etimológicos de las lenguas catalana y castellana y el "Onomasticon Cataloniae" (donde recoge todos los topónimos de los territorios de habla catalana)-- le convierte en una de las figuras centrales de la filología y la romanística de todos los tiempos.
Coromines, de 91 años, se encontraba en coma profundo desde el pasado sábado. Su salud, tras una vida metódica entregada con la mayor tenacidad al estudio y la elaboración de sus obras, se había visto seriamente deteriorada en los últimos tiempos, a consecuencia de varios infartos, hemorragias intestinales, la fractura de un fémur y, finalmente, un edema pulmonar. En el momento de su muerte, estaban junto a Coromines su secretario y sus cuidadores.
Esta tarde, de 16 a 21 horas, y mañana sábado, de 9 a 14 horas, el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat acogerá la capilla ardiente del filólogo, honor reservado a figuras clave de la cultura catalana, como Foix o Espriu. A continuación, se celebrará un funeral por Coromines en la iglesia de Santa Maria del Mar y, posteriormente, sus restos serán enterrados en el panteón familiar del cementerio de Montjuïc.
Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, calificó anoche a Coromines de "gran filólogo, gran sabio, gran persona y gran patriota catalán". Max Cahner, ex conseller de Cultura y promotor de la obra de Coromines, lo definió anoche en Pineda como "un patriota esencial, que halló en la lengua el vehículo de servicio a su país", informa Antonia de la Fuente. El alcalde de Pineda, Salvador Llorens, indicó que el Ayuntamiento de esta localidad celebrará hoy un pleno extraordinario en el que se propondrá declarar tres días de luto.
Carme Coromines, hermana del fallecido, señaló anoche a "La Vanguardia" que Coromines redactó su testamento ante notario durante su última estancia hospitalaria; en dicho testamento se sientan las bases de la futura fundación ideada por el filólogo y destinada a fomentar estudios lingüísticos, cuya sede estará en Sant Pol, en una torre que fue propiedad de Pere Coromines, padre de Joan.
Durante la jornada de ayer, y antes de que se produjera el fatal desenlace, se recibieron en el domicilio de Coromines diversas llamadas de personalidades que se interesaron por su estado. Entre ellas, la de la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, y la del director general del Libro, Fernando Rodríguez Lafuente, quien no dudó en calificar a Coromines como "uno de los intelectuales más grandes de España".
Joan Coromines había recibido el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes (1984) y el Nacional de las Letras Españolas (1989).


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