SOCIEDAD
27-28/03/97

JOSÉ MARÍA ALGUERSUARI
Los últimos datos sobre inmigración revelan que en Cataluña viven 65.959 extranjeros



CIUDADANOS Los inmigrantes del Tercer Mundo que obtienen el permiso de residencia tienden a compensar la pérdida de población de Cataluña


El número de personas que marcha de Cataluña al resto de España supera a los que llegan; es palpable un regreso de población a Andalucía, Murcia y Extremadura

Cataluña acoge 3.000 inmigrantes legales al año procedentes del Magreb y Sudamérica

SUSANA QUADRADO

BARCELONA. -- Cerca de 4.000 extranjeros entran legalmente en Cataluña cada año. De estos, entre 2.000 y 3.000 proceden de países pobres, sobre todo del Magreb y Sudamérica. Los ciudadanos a la cabeza de este movimiento migratorio son los marroquíes, cuya población en Cataluña es de 12.757 personas, según el último censo del que se disponen datos. Este mismo censo cifra en 30.000 el número de inmigrantes legales de países del sur que residen en los municipios catalanes, lo que representa un 0,4 % de la población.
La inmigración extranjera, que había disminuido entre 1993 y 1994, volvió a aumentar en 1995, según datos del Institut d'Estadística de la Generalitat. La entrada de población inmigrante legalmente tiende a compensar la pérdida de población de Cataluña evitando así el estancamiento demográfico propiciado por una baja natalidad. En 1992, el número total de extranjeros que se inscribieron en los padrones municipales fue de 4.777. Cuando parecía que la barrera de los 4.000 no volvería a rebasarse (ya que en 1993 entraron 3.630 extranjeros y en 1994, 3.514), llegaron oficialmente 4.975 en 1995.
Los ciudadanos procedentes de países pobres, Magreb y Sudamérica esencialmente, son el motor de este movimiento migratorio. En 1995, el último año estudiado por el Institut d'Estadística de Catalunya, de esos 4.975 extranjeros, 1.959 eran africanos (un 39 %) y 821 sudamericanos (16,5 %). Durante este año llegaron menos marroquíes y argelinos (1.743) que en 1992 (2.345), no obstante aumentó levamente la entrada de sudamericanos (de 777 a 821 personas).
Los inmigrantes del Tercer Mundo son mayoría entre los extranjeros, seguidos a gran distancia por los países de la Unión Europea, como por ejemplo Alemania (con 244 inmigrantes), Francia (231), Italia (174), Gran Bretaña (174) o los Países Bajos (129). Asiáticos y ciudadanos procedentes de Oceanía representan una porción muy pequeña en el movimiento migratorio desde 1992: en total entran alrededor de 200 al año, a excepción de 1995, cuando lo hicieron 312, principalemente por un incremento de chinos y filipinos.
En Cataluña viven 65.959 extranjeros (un 1,09 % de la población), según el censo de 1991 ya que en el último censo, el de 1996, recientemente aparecido, todavía no se han explotado todos los datos sobre migraciones. Los marroquíes (12.757 personas) van a la cabeza. Les siguen los franceses (6.065), los alemanes (5.749) y los argentinos (4.854). Un análisis del Institut d'Estadística muestra que el 41,6 % de los ciudadanos marroquíes residentes, el colectivo más numeroso, trabajan, sobre todo en industria o agricultura y pesca; que un 34,9 % tienen entre 15 y 29 años y otro 30 %, entre 30 y 44 años. Las mismas estadísticas revelan que hay unos 1.000 marroquíes repartidos en el Barcelonès, Baix Llobregat, Baix Empordà, Alt Empordà y Maresme.
El mapa demográfico de Cataluña se dibuja además con las migraciones de los ciudadanos españoles. En 1995, salieron 3.468 personas más de las que entraron. El goteo de habitantes hacia otras comunidades de España --esencialmente personas con edades próximas a la jubilación (entre 55 y 69 años)--, dio como resultado este saldo negativo, que resulta de restar el número de personas que salieron (26.523) de las que entraron (23.055).
Andalucía es la comunidad que recibe más habitantes de Cataluña. De hecho, el 29 % (7.699) de cuantos emigraron en 1995 se instalaron en las ciudades andaluzas. El 12,5 % (3.318) se dirigieron a la Comunidad Valenciana, 8,7 % (2.313) a Aragón, 7,4 % (1.983) a Baleares y 7 % (1.862) a Madrid.
Se observa una clara de tendencia de regreso a las regiones del sur español,especialmente Andalucía. Igual sucede con los ciudadanos procedentes de Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla la Mancha, Murcia, Canarias o La Rioja, entre otros. Por el contrario, entraron más habitantes vascos, madrileños, de Ceuta y Melilla o de Castilla y León de cuantos salieron.
El regreso a Cataluña de los mayores de 75 años de otras comunidades es un fenómeno de aparición reciente. Esta inmigración en 1995 tuvo un saldo positivo de 190 personas.


Copyright La Vanguardia 1996

cartero@vanguardia.es