POLÍTICA
21/05/97



CiU y socialistas sacan adelante su propuesta con el apoyo de IU en un debate al que no asiste ningún diputado del PNV

El Congreso reconoce la unidad del catalán con la única oposición del PP

Los populares argumentan que el Parlamento no debe invadir competencias autonómicas

ROSA PAZ

MADRID. -- El Congreso de los Diputados reconoció ayer la unidad de la lengua catalana, respetando la denominación de valenciano que recibe en el Estatuto de esa comunidad autónoma. Este reconocimiento se hizo a través de una proposición no de ley aprobada con los votos del PSOE, IU-IC, CiU y de la diputada del PI, Pilar Rahola. En contra votó el PP, que alegó que las Cortes no deben pronunciarse sobre cuestiones de la exclusiva competencia de las comunidades. Ningún representante del PNV asistió al debate en la Comisión de Educación y Cultura, lo que molestó a CiU. Los peneuvistas adujeron que sus cinco diputados no les permiten acudir a todas las comsiiones.
El texto aprobado admite implícitamente la unidad del catalán al instar al Gobierno a establecer mecanismos que garanticen que las disposiciones de carácter general emanadas del Estado y las publicaciones de los órganos de su Administración "respeten en el uso de las lenguas oficiales vasca, gallega y catalana, esta última con la denominación estatutaria e histórica de valenciano en su comunidad autónoma, la normativa ortográfica que se corresponde con los criterios de la filología y, en consecuencia, a editar una sola versión de las mismas en cada una de ellas, sin perjuicio de las peculiaridades de sus distintas modalidades". Esta redacción fue producto de la enmienda que CiU y el PSOE presentaron a las iniciativas de IU-IC y del PI, en las que se instaba directamente al Gobierno a declarar "a todos los efectos la unidad de la lengua catalana". Las modificaciones fueron aceptadas por los proponentes y Carme Laura Gil (CiU) y Josep Bevià (PSOE) defendieron la supresión de esa petición por creer innecesario que el Gobierno proclame lo que está demostrado filológica y científicamente.
Manuel Alcaraz (IU), Pilar Rahola, Carme Laura Gil y Josep Bevià insistieron, con diversos argumentos y recurriendo a estudios de insignes filólogos, que la lengua que se habla en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares es la misma, con independencia de cómo se la denomine, porque la lengua es una estructura fonética, morfosintáctica y ortográfica y no un nombre. Todos vinieron a decir, en definitiva, que da lo mismo decir que en Valencia se habla el catalán o que en Cataluña se habla el valenciano.
El portavoz del PP, Gerardo Camps, basó la oposición de su grupo en una cuestión de competencias. Apeló al respeto a las competencias que la Constitución y los estatutos de autonomía otorgan en exclusiva a las comunidades y precisó que el Congreso no puede pronunciarse en sentido contrario a las autonomías. Fue el modo de evitar un conflicto interno con los populares valencianos. El PP presentó una enmienda, que fue rechazada y que instaba al Gobierno a respetar las "competencias exclusivas que, respecto de sus idiomas oficiales distintos del castellano, tengan asumidas las comunidades autónomas". El diputado del PP por Barcelona Sergio Gómez Alba declaró a "La Vanguardia" que, con independencia de que sea una lengua única, no se debe usar "la mecánica parlamentaria para poner al Gobierno en situaciones comprometidas,en frentando a comunidades".
La única postura beligerante en la defensa del valenciano como lengua diferenciada fue la José María Chiquillo, de Unión Valenciana, que no tenía derecho a voto al no ser miembro de la comisión. Aseguró que el valenciano "deriva del tronco común del latín, que en Valencia ha evolucionado de una manera y en Cataluña de otra" y no tiene dependencia alguna del catalán. Dijo también que proclamar la unidad de la lengua tiene una "magnitud aniquiladora de un pueblo que sólo quiere vivir en paz y hablar su lengua".

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