POLÍTICA
02/03/97





El president regresa a Barcelona molesto con sus socios de coalición. Mañana abordará con el secretariado de CDC la crisis con Unió


Pujol se reunirá mañana con la dirección de CDC y se plantea convocar a los consellers de UDC

Pujol resalta en México que Cataluña está a medio camino del autogobierno

El president regresa a Barcelona con voluntad de decir la última palabra en la crisis con Unió

JOSÉ ANTICH Enviado especial

GUADALAJARA. -- El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, resaltó el viernes por la noche (madrugada del sábado en España), durante un acto celebrado en la sede del Orfeó Català, en México, que Cataluña se encuentra tan sólo "a mitad del camino" de sus reivindicaciones. En el único acto de marcado carácter nacionalista durante sus ocho días de viaje por México y Guatemala, animó a los asistentes a mantener viva la llama del patriotismo y agradeció a la colonia "la defensa permanente de la identidad de Cataluña y, sobre todo, de las instituciones de autogobierno y de la cultura y la lengua catalana". Pese a ello, Pujol también señaló que nunca en los últimos 200 años había existido en Cataluña tantas libertades y progreso, y el Principat no se había podido afirmar tanto como pueblo.
Aunque Pujol ha recibido durante su viaje un trato equiparable al de un jefe de Estado o de gobierno, el calor humano se lo dieron los residentes en México, que le organizaron en el Orfeó desde sardanas hasta un recital de coral. Entre aplausos y vítores, Pujol señaló que Cataluña va bien, cuenta con una imagen positiva en Europa y el catalanismo se ha implicado como nunca en la gobernabilidad de España. Un ejemplo fueron sus entrevistas con varios ministros o el hecho de que el presidente de la República, Ernesto Zedillo, le hubiera ofrecido un almuerzo oficial y hubiera puesto a su disposición, dijo, un avión oficial para desplazarse a Guadalajara.
"Este es un enorme reconocimiento, no hacia mí, sino al presidente de la Generalitat que hoy se llama Pujol y mañana será otro." El acto concluyó con el canto de "Els segadors" mientras el embajador de España, en silencio, parecía contemplar el despliegue de una gran bandera independentista entre los invitados.
Aunque el viaje no concluyó hasta ayer --el presidente llegará esta noche a Barcelona gracias a un avión privado que le trasladó desde Guadalajara a México--, los últimos actos en la capital y sobre todo sus encuentros con Zedillo culminaron una intensa semana en Guatemala y México DF. La estancia en Guadalajara tuvo componente oficial por la mañana --visitó una empresa catalana y se reunió con el gobernador del estado de Jalisco-- y la tarde la dedicó a una visita privada: una hija suya (Marta) está casada con un mexicano de Guadalajara.
Pujol llega a Barcelona tras una semana de enfrentamiento a través de los diarios con sus socios de coalición y su principal dirigente, Josep Antoni Duran Lleida. Es unaincógnita cómo va a mover sus piezas el president, aunque el paso de las horas no ha rebajado su irritación con los democristianos después del pulso mantenido por la ley del catalán.
Para primeras horas de mañana ha convocado el secretariado permanente de CDC para escuchar las impresiones de la cúpula dirigente sobre la crisis. Pujol quiere actuar deprisa y quizás por ello se reunirá el mismo martes con los tres consellers democristianos que suscribieron el duro comunicado de UDC contra él. La situación no deja de ser excepcional ya que nunca en 17 años de gobierno miembros del Consell Executiu --aunque sea por disciplina de partido-- habían suscrito un comunicado público contra el president de la Generalitat. Pujol está dispuesto a adoptar "medidas enérgicas" aunque pretende antes conseguir un consenso total en su partido. En siete días, ha pasado de la irritación con Unió a la decepción y, aunque se siente atrapado en una espesa malla que le impide dar una salida fácil a la crisis, parece decidido a no ser condescendiente con los socios y decir la última palabra.

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