El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, fue ayer un bálsamo para José María Aznar. Al grito de «la noche es joven», el nacionalista vasco abordó la tribuna de oradores del Congreso superadas las diez de la noche para concederle al presidente del Gobierno el «coraje» de haber negociado y pactado hace un año con su formación y sobre todo por haber cumplido lo firmado. Anasagasti resaltó de ese pacto que «por primera vez se suscribió de forma pública y con fecha de caducidad».
de Coalición Canaria (L. Magán). |
El portavoz del PNV empezó por apelar al descontento de la ciudadanía con cómo afrontan sus inquietudes los políticos. Acto seguido y antes de entrar a valorar asuntos concretos, Anasagasti lanzó varios avisos claramente dirigidos a la actual oposición encabezada por Felipe González. El político vasco subrayó, en total sintonía con las posiciones de Aznar, que en España no es cierto que las libertades estén en peligro, ni que se hayan restringido.
El portavoz del PNV recordó a continuación los tres aspectos fundamentales del acuerdo de investidura con el Gobierno Aznar. Indicó, en este sentido, que el acuerdo económico y la Ley de Cupo recientemente renovados, no son ningún privilegio ni convierten al País Vasco en un paraíso. Anasagasti recordó que supone sencillamente el cumplimiento de un reto histórico con 120 años de vigencia y que sólo sufrió un paréntesis durante la dictadura de Franco.
Anasagasti también dio por resuelto la reivindicación de la formación continua y concedió también como ya conseguido, cuando aún no se lo han entregado, la devolución del patrimonio incautado a los partidos nacionalistas vascos.
Estatuto de autonomía
El dirigente vasco habló también de los asuntos no pactados hace un año para la sesión de investidura. Anasagasti incluyó, en este aspecto de la política que se debe pactar cada semana, las dos reivindicaciones más importantes en estos momentos para el PNV. Anasagasti reclamó a Aznar el reforzamiento de la coordinación entre ambos partidos «para que no se conozcan iniciativas por los medios de comunicación y para que no se nos pida el voto en el último minuto». El político vasco rescató en ese momento la situación del estatuto de autonomía del País Vasco. El PNV exige desde hace 19 años su cumplimiento íntegro. Anasagasti apuntó ayer la necesidad de conseguir de manera prioritaria la transferencia del Inem, especialmente en materia de empleo y de formación.
La otra «disfunción» que Anasagasti se permitió ayer con el Gobierno del PP la situó en el ámbito del terrorismo. En ese contexto y tras mencionar los efectos positivos de los pactos alcanzados entre los partidos (como el de Ajuria Enea o el de Madrid), Anasagasti apuntó que en el planteamiento del final dialogado a la violencia en el País Vasco no se estaba avanzando al ritmo que exige la sociedad. Ahí pidió una actitud más valiente del Gobierno y que se acepte ya la reclamación de la comisión de derechos humanos del Parlamento vasco de acercar a los presos de Euskadi a las prisiones asentadas en esta autonomía.
José María Aznar le replicó que la politica de acercamiento de presos seguirá siendo individualizada. El jefe del Ejecutivo intentó quitar hierro a esta discrepancia al afirmar que el «objetivo común» del PNV y el PP es el rechazo a la violencia terrorista.
El portavoz del PNV mencionó la posibilidad de adelantar tanto la fecha de profesionalización de las Fuerzas Armadas, como la de estudiar, en consonancia con las necesidades de la nueva Europa, su redimensión. Y acabó retomando los orígenes conciliadores de su intervención para destacar que, pese a los errores cometidos, el Gobierno de Aznar ha logrado en este año aciertos notables. Para que no cupiera ningún tipo de duda y para remarcar que el PNV estará con el Gobierno el resto de la legislatura, Anasagasti dejó dos frases para la posteridad: «Confíamos en que en los próximos tres años se corrijan las disfunciones», y «abra un poco más la puerta y no se equivocará».
Mauricio pide a Aznar que defienda en la UE
el régimen especial canario
EL PAÍS,
Madrid
El grupo de Coalición Canaria (CC) se mostró muy satisfecho de la marcha de los acuerdos a los que llegó con el Partido Popular hace un año para votar a favor de la investidura de José María Aznar. Después de los elogios el portavoz de Coalición Canaria, José Carlos Mauricio, al filo de la medianoche de ayer, le pidió al presidente del Gobierno que ponga «todo su empeño y autoridad» en conseguir de la Unión Europea que conceda un protocolo definitivo para las islas que consagren para siempre su especificidad a través de un Régimen Fiscal Especial. Ahora, las peculiaridades y problemas específicos de las islas se solucionan a través de un protocolo de carácter provisional.
El plátano es otro de los problemas fundamentales para los canarios y más ahora que su producción se encuentra en entredicho en favor de países como Guatemala y Honduras.
Por último, en lo que se refiere a problemas específicamente canarios abordó la importancia que para el archipiélago tiene su situación con relación a la OTAN y lo que acontezca en el conflicto del Sáhara.
Los muchos agradecimientos que dispensó el presidente el Gobierno, José María Aznar, a Mauricio indican el tono general por el que discurrió el parlamento del diputado canario. Mauricio le dio unos cuantos consejos a Aznar: «No se deje llevar por la gente que le elogia, ya que el elogio conduce a la arrogancia y ya sabemos, por épocas pasadas, a dónde conduce la arrogancia y la prepotencia», sentenció el diputado nacionalista canario.
Bastión de la derecha
José Carlos Mauricio, en este mismo terreno de los consejos, pidió a Aznar que no se situara en la derecha sino que se mantuviera en el centro, dando por supuesto que es el terreno que en la realidad ocupa. Con ello Mauricio hacía alusión a una supuesta declaración de Aznar en el sentido de que España y Alemania constituían «el último bastión de la derecha». El jefe del Ejecutivo aprovechó ese capote para desmentir no sólo que hubiera hecho alguna vez esas declaraciones, al parecer a medios extranjeros, sino que ni siquiera lo había pensado.
El veterano político canario, que empezó su actividad en la dictadura militando en el PCE, se sintió satisfecho por no apreciar en la política del Gobierno de José María Aznar menoscabo en las políticas de solidaridad y bienestar social. «Por ahí debe continuar», dijo.
Confía Mauricio en que hoy haya resoluciones de todos los grupos políticos a favor de «un pacto sobre justicia» y para que los grupos mayoritarios abandonen la tentación de hacer del poder judicial «un lugar de combate político».
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