El País Digital
Sábado
5 abril
1997 - Nº 337

México: Toque de queda momentáneo

Los conservadores impulsan una ola de puritanismo más o menos forzado en México

ANTONIO O. ÁVILA , México
Caminar por las calles de la ciudad mexicana de Guadalajara después de las diez de la noche es algo que está reñido con las buenas costumbres. Al menos para el alcalde, César Croll Carabias, militante del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), quien en días pasados lanzó la iniciativa de «detener momentáneamente» a todas aquellas personas que se encuentren fuera de su casa a esas horas.

Sin medir las consecuencias ni las reacciones, Croll Carabias dijo que a las 22.00 horas todos los habitantes de Guadalajara deben estar «recluidos» en sus hogares u otros sitios para facilitar el trabajo de la vigilancia policial. El alcalde conservador advirtió que en caso contrario, sobre todo si se trata de muchachos que juegan al fútbol, beben cerveza o montan escándalos, serán detenidos al momento para que expliquen por qué se encuentran en la vía pública.

La idea del alcalde panista ha provocado una airada protesta en sectores sociales bien distintos, que la han interpretado como un intento de imponer una especie de «toque de queda» contrario a los derechos constitucionales de libertad de tránsito y reunión. Las autoridades municipales de Guadalajara aseguran que son respetuosas con los derechos de los mexicanos. Pero hay dudas más que sobradas al respecto.

El PAN, presidido por Felipe Calderón, es la principal fuerza opositora de México y ha logrado arrebatar al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) importantes plazas políticas con las banderas de honestidad y moral. Pero en varios casos, las autoridades conservadoras han tratado de imponer sus «buenas costumbres» hasta el extremo de prohibir un cartel publicitario espectacular de una atractiva mujer porque lucía un minúsculo sostén.

En la propia Guadalajara, el cabildo panista ha sopesado ideas como la de impedir que las empleadas públicas vistan con minifalda en horas de oficina, así como la de aplicar sanciones económicas a las personas que pronuncien groserías en centros de reunión, incluso en los estadios de fútbol o en los recintos de boxeo, algo que va contra las costumbres populares de los mexicanos.

Recientemente, en la centrooccidental ciudad de Aguascalientes, las autoridades municipales, también surgidas del PAN, prohibieron una exhibición de fotografías de mujeres desnudas, pues consideraron que se trataba de una muestra erótica y no cultural. Otros alcaldes panistas han cerrado las puertas del teatro a obras que consideran no aptas para la buena moral, a pesar de que legalmente en México no existe la censura.

La ola moralizadora panista ha sido aprovechada políticamente por el PRI y otros partidos para tratar de desprestigiar a los gobiernos del PAN. Pero la idea de detener momentáneamente a quienes se encuentren fuera de su casa después de las diez de la noche en Guadalajara es exagerada. Y el caso llegó a la Cámara alta, donde el senador Héctor Sánchez, del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo que «el PAN ha demostrado su incapacidad para gobernar, pues cuando asume el poder se quita la careta de democrático y demuestra exactamente lo contrario».

Acorralado por las reacciones (y por el reciente escándalo por la idea de prohibir las minifaldas), Croll Carabias rechazó haber pretendido limitar las libertades de los habitantes de Guadalajara. En su disculpa dijo que es la prensa la que ha creado a las administraciones panistas una imagen de mojigatas, represivas y puritanas. Los reporteros ofrecieron al alcalde la grabación de sus declaraciones sobre las detenciones a quien transite por las calles de Guadalajara en la noche como prueba de la verdad.

En un desmentido oficial, la alcaldía de Guadalajara indicó que «cualquier persona tiene derecho a transitar a cualquier hora del día o de la noche, incluso a reunirse, pero nunca dedicarse a cometer delitos comunes. Sin embargo, no quedó claro si los jóvenes que jueguen al fútbol en las calles a falta de campos deportivos, o simplemente se diviertan, correrán el riesgo de ser arrestados por las fuerzas policiales.

El PAN aspira a ganar la mayoría en el Congreso en las elecciones de julio próximo, pero las campañas moralizadoras de alcaldes salidos de sus filas hacen temer a grupos culturales y sociales sobre el futuro de las libertades ciudadanas si es que los panistas llegan al poder legislativo.

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