El País Digital
Martes
1 julio
1997 - Nº 424

Roldán acaparó los fondos reservados
de la Guardia Civil, según los contables

JOSÉ MARÍA IRUJO, Madrid
Los jefes de Contabilidad de la Guardia Civil que desfilaron ayer ante el tribunal que juzga a Luis Roldán levantaron graves sospechas sobre la actuación del que fuera su director general. Todos coincidieron en que el procesado cambió radicalmente el sistema que imperaba en el manejo de los fondos reservados y destacaron que nada más tomar posesión de su cargo exigió que se le entregaran en su despacho los 58 millones de pesetas anuales que recibía el cuerpo por ese concepto.

Roldán liquidó de un plumazo todo el sistema contable que existía en la Guardia Civil para el control y el manejo de los fondos reservados. Cesó a los mandos incómodos del departamento de Administración y Contabilidad y se gastó en sus tres primeros meses de gestión los 106.630.024 pesetas que habían dejado ahorrados sus antecesores en una cuenta del Banco de España. Así, está acusado, entre otros delitos, de haberse apropiado de más de 400 millones de éstas y otras partidas.

El coronel Joaquín Velasco Calvo, jefe de Contabilidad durante diez años, fue apartado por Roldán sin recibir ninguna explicación. Su testimonio de ayer dibujó con toda crudeza el método que empleó el acusado para hacerse con todo el control de los fondos.

- ¿Qué pasó con los 106 millones de pesetas que había dejado el general Sáenz de Santa María, el anterior jefe de la Guardia Civil, en las cuentas del Banco de España?, preguntó el fiscal Alejandro Luzón a Velasco.

Sólo quedaron 15.000 pesetas

Este último consultó su bloc de notas y contestó:

- Nada más tomar posesión de su cargo, el 10 de noviembre de 1986, (Roldán) me pidió un millón de pesetas; el día 27, siete; el 17 de diciembre, tres; el 8 de enero de 1987, 30; al día siguiente, cinco, y el 12, otros 30. En fin, que en el mes de marzo, de los 106 millones, sólo quedaban 15.000 pesetas.

- ¿Y qué pasó después?

- Se hizo construir una caja fuerte en su despacho y pidió que los 58 millones anuales de fondos reservados de los que disponía el cuerpo se le entregaran en su secretaría personal, en metálico y sin transferencias. Así escapaba del control de contabilidad. A veces era tanto dinero el que pedía, por ejemplo 30 milones, que había que subirlo en sacos.

- ¿A usted le extrañó lo que pasaba?

- Claro; le pregunté al subdirector qué era lo que estaba pasando en el Norte, ya que estaban sacando tanto dinero.

- ¿Usted fue cesado en su cargo poco después?

- Sí, y jamás me dio Roldán ninguna explicación. Llevaba 24 años en tareas contables y aún estoy esperando que me diga el porqué.

- ¿Este cese le impide declarar con objetividad? ¿Tiene usted alguna animadversión contra el procesado?

- En absoluto. Soy una persona cristiana y con principios muy firmes.

José Francisco Mateo García, coronel jefe de Gestión Económica de la Guardia Civil, y José Fallos Biosca, cajero pagador, coincidieron con Velasco en que Roldán obligó a que se le entregaran en metálico en su despacho todas las partidas que se recibían para fondos reservados. Asimismo, aseguraron que aplicó el mismo sistema de control personal para los tres millones trimestrales que recibía el departamento de Contabilidad para gastos de representación.

Todos los testigos coincidieron que el nuevo sistema impuesto por Roldán «no era operativo y era mucho menos transparente que el anterior». «Nunca sospechamos nada porque, al igual que a los otros directores, le teníamos auténtica reverencia», afirmó Mateo.

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