El País Digital
Miércoles
21 mayo
1997 - Nº 383

El Congreso reconoce la unidad de la lengua catalana con los votos del PSOE, IU-IC y CiU

ADOLF BELTRAN, Madrid
CiU le mandó ayer al PP un mensaje claro al votar en la comisión de Educación del Congreso con el PSOE, IU-IC y Pilar Rahola (Grupo Mixto), a favor de la unidad de la lengua catalana. La propuesta cita al valenciano como variante del catalán. El PP votó en contra sin entrar en la cuestión, aduciendo que invade las competencias autonómicas. Unión Valenciana, que se manifestó ayer en Madrid, se quedó sola defendiendo la secesión lingüística.


Manifestación de Unión Valenciana contra
la ley del catalán ayer, en Madrid (B. Pérez)
«Ha sido un debate de altura, de seriedad y muy instructivo», dijo Pablo Castellano, de IU-IC, presidente de la Comisión de Educación y Cultura. Efectivamente, el debate fue instructivo. Y también emotivo, sobre todo para valencianos y catalanes, que eran los más directamente afectados y legión en la sala.

Veintiún votos (PSOE, CiU, IU-IC y Rahola) se impusieron a los 17 votos del PP en contra de la propuesta. El PNV y Coalición Canaria no acudieron. Manuel Alcaraz, que formuló la proposición no de ley, y Rahola, que planteó una de contenido similar, asumieron la misma enmienda de sustitución pactada con el PSOE y CiU y rechazaron las de UV y el PP.

«Llámese como se llame, el hecho es que hablamos lo mismo», dijo Alcaraz, diputado valenciano de Esquerra Unida por Alicante. «No se trata de que la comisión decida que existe una unidad lingüística», añadió, «sino de que se acepten los parámetros de racionalidad surgidos del consenso científico».

La diputada republicana Pilar Rahola invocó la Constitución y desafío al PP y a UV a llevar el asunto al Tribunal Constitucional. Rahola es bien consciente de que el Constitucional ha reconocido hace poco el derecho de la Universidad de Valencia a usar el término lengua catalana para referirse al valenciano en una sentencia que llevó al PP y los regionalistas a aprobar una propuesta en el Parlamento autónomo sobre el carácter «diferente y diferenciado» de la lengua autóctona. Una resolución que sentó fatal a Pujol y que está en el origen de la actitud mantenida ayer por CiU. La diputada de este grupo Laura Gil defendió los lazos culturales entre Cataluña, Baleares y el País Valenciano y se preguntó: «¿Qué grupo supeditaría la certeza científica a la conveniencia política?». La pregunta era para el PP.

Otro valenciano, el vicepresidente del Congreso Josep Bevià, intervino en nombre de los socialistas. «Una lengua es un sistema, no una denominación», dijo Bevià, que recordó los del flamenco y el holandés y del brasileño y el portugués como casos similares al catalán y el valenciano de lenguas unitarias con denominaciones diferentes. Bevià apeló a la cordura.

El diputado de Unión Valenciana José María Chiquillo reconoció que la posición de su partido sobre la lengua es minoritaria en los ámbitos universitarios, pero atribuyó ese hecho a que se han censurado otras voces.

Gerardo Camps, otro valenciano, asumió la papeleta del PP de evitar pronunciarse contra la unidad de la lengua catalana para no irritar todavía más a sus aliados parlamentarios de CiU, y de oponerse al mismo tiempo a la propuesta, para no chocar con sus socios de coalición en el gobierno de la Generalitat valenciana, los regionalistas de UV.

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