Web TV o Web PC

Los fabricantes han lanzado dos alternativas al ordenador personal para navegar por Internet

LLUÍS ALONSO ,
Mientras la atención de los usuarios de Internet se focaliza entre los programas Navigator y Explorer, distintas alternativas tratan de arrebatar al ordenador personal la capacidad exclusiva para navegar por la red Internet. Las tiendas de Estados Unidos ya están recibiendo dos nuevas clases de equipos dispuestos a ganarse el favor de los usuarios de Internet: se tratan del Web PC y Web TV.

El primero de ellos, el Web PC, se conoce también con el nombre de network computer u ordenador de red y parte de una idea proclamada hace algo más de un año con gran soporte publicitario por Larry Ellison, el presidente de Oracle. Es, ni más ni menos, que un terminal tonto de precio ajustado que utiliza programas obtenidos a través de la red telefónica y que está optimizado para navegar por Internet y trabajar en grupo.

El Web TV, por su parte, es un equipo que se ha desarrollado con absoluta discreción pero que prometo ser una pequeña revolución entre los usuarios que se entretienen en su casa navegando por la red Internet. Con la ayuda de un aparato que cuesta menos de 50.000 pesetas, se accede a Internet desde cualquier televisor del hogar.

El Web TV es, en realidad, una pequeña caja con un cable que se conecta a la línea telefónica y otro que se enchufa al televisor o al vídeo como si fuera la antena. Con el mando a distancia se accede a la página de Internet deseada y además el mando sirve para manejar el televisor.

Divertirse con Internet. Lo que destaca del Web TV es su simplicidad y la elevada definición de las imágenes. También existe la posibilidad de escribir mensajes a través del mando y un teclado que aparece en la pantalla y enviarlos por correo electrónico, aunque es una práctica un tanto engorrosa.

El dispositivo está pensado para divertirse con Internet y ser utilizado en la sala de estar de los hogares. Se trata, de hecho, de un potente procesador construido específicamente para navegar y hacer que las señales se vean en el televisor. Detrás del desarrollo está principalmente la compañía Philips, que el mes que viene empezará a comercializarlo en Estados Unidos y se espera que esté disponible en Europa y en España a principios del año que viene, en función de la respuesta comercial que tenga.

Los creadores de Web TV tienen claras las posibilidades del dispositivo y sus limitaciones. Está orientado al público masivo que se quiere divertir y entretener con Internet y, en un futuro no muy lejano, hacer compras electrónicamente y encargar la película para amenizar la velada casera. El Web TV no puede imprimir ni almacenar páginas de Internet, simplemente porque no está conectado a ninguna impresora ni a ninguna unidad de disco duro.

El ordenador de red o Web PC está, en cambio, enfocado principalmente al profesional. Se caracteriza porque sus prestaciones son iguales o superiores a las de un ordenador personal, aunque con un menor coste inicial y de mantenimiento porque no hace falta comprar los programas y actualizarlos. La diferencia esencial con el ordenador personal es que el Web PC tiene un sistema operativo específico para navegar por la red telefónica y hacer las funciones más elementales. Los programas de aplicación los obtiene de la red en el momento en que se necesitan y se paga una cantidad por la conexión y la tarea.

IBM presentó hace unos días el Network Station, un ordenador de red que estará plenamente disponible dentro de unas semanas a un precio aproximado de 90.000 pesetas. El equipo permite diseñar páginas y programas de Internet con el lenguaje de programación Java, acceder a trabajo en grupo con el programa Lotus Notes integrado y a redes de trabajo corporativas y redes de servidores. En el precio está incluido únicamente la unidad de proceso, por lo que hayque añadir el monitor, teclado y periféricos.

El equipo de IBM es uno más de la amplia oferta de ordenadores de red que habrá por Navidades, al menos en Estados Unidos. Las compañías Apple, IBM, Netscape, Oracle y Sun Microsystems lideran la iniciativa del ordenador de rey y otras muchas empresas fabrican los equipos a pleno ritmo. El responsable de Microsoft, Bill Gates, y el de Intel, Andrew Grove, desdeñan la iniciativa y la califican poco menos que de montaje comercial. Lo que sí está claro es que tanto el Web TV como el Web PC les afecta a su supremacía absoluta en materia de ordenadores personales, también llamados significativamente Wintel como contracción de Windows e Intel.

No se acaba todo con estos dos nuevos conceptos para navegar por la red. Apple, sin ir más lejos, apadrina el Pippin, que viene a ser una consola de videojuegos apta también para navegar por Internet. El problema de Pippin es que quiere ser muchas cosas sin ser en nada verdaderamente eficaz, según se desprende de la opinión de diversos especialistas que han hecho pruebas con prototipos. Su precio de 100.000 pesetas es económico si se compara con su ordenador personal, pero le faltan prestaciones y velocidad para ser realmente atractivo.

En relación con el mercado de videojuegos, Sony también tiene a punto de distribuir su nueva consola Playstation con capacidad para navegar por Internet. Y varias compañías americanas poco conocidas en Europa han diseñado equipos dirigidos a una parte del inmenso mercado multimedia, con un punto en común: capacidad para navegar por Internet.

La respuesta del mercado y el éxito comercial de cada una de estas iniciativas es aún pronto para saberlo. Será después de Navidades cuando los análisis realizados sobre las ventas logradas en estas fechas clave en Estados Unidos revelarán las posibilidades reales de cada tipo de equipo. La consultora IDC prevé que el mercado de equipos para navegar por la red Internet que no son ordenadores personales representará el 22% del total en el año 2000, unos 22 millones de unidades.

Una característica de todo lo relacionado con las nuevas tecnologías de la información es que la respuesta del mercado ante determinado concepto es imprevisible, aunque se hagan muchas encuestas de mercado. Y si no, los prudentes remiten estos días a los eufóricos al caso de la televisión interactiva y del vídeo a la demanda, que atraviesa por sus momentos más bajos cuando hace sólo un año las grandes corporaciones multimedia firmaban alianzas multibillonarias.

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