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El termino Argentina nació a principios del siglo XVI como adjetivo lírico, producto de la latinización -por entonces muy en boga- de los vocablos platense y rioplatense. El seno que forman las desembocaduras de los ríos Paraná y Uruguay fue conocido en 1516 por Juan Diaz de Solis y llamado "Rio de Solis" en su recuerdo, el primer europeo de quien se sepa que surco sus aguas. A partir de la expedición de Sebastián Gaboto por el río Paraná en busca de la "Sierra de la Plata" (1527/28) se confirmaron los rumores iniciales sobre la existencia de metales nobles cuando los miembros de esa expedición obtuvieron, en canje con los indígenas, numerosos objetos de oro y plata que en parte fueron remitidos a la Península. Entonces comenzó a arraigarse la denominación Río de la Plata, en España, y Rio da Prata, en Portugal.

Con la expedición en 1536 de don Pedro de Mendoza, fundador de la primera Buenos Aires (que tuvo una existencia de cinco anos) a orillas del entonces Riachuelo de los Navíos y actual río Luján, se confirmo de manera definitiva el nombre Río de la Plata; ese mismo año apareció el topónimo por vez primera en un atlas grabado por el veneciano Bautista Agnese.

Martin del Barco Centenera, miembro de una expedicion posterior encabezada por Juan Ortiz de Zarate, probablemente tras inspirarse en la gran poesía épica La Araucana creada por Alonso de Ercilla y Zuniga, publico en 1602 en Lisboa un poemastro titulado Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acaecimientos de los Reinos del Perú, Tucumán y Estado del Brasil, compuesto por 25 cantos o capítulos.

Del Barco Centenera, en lugar de rioplatense, uso el adjetivo argentino (de argentum, plata) al referirse a "argentino reino", "argentino río" y "gobierno argentino", y llama "El Argentino", no la Argentina, a la región del Rio de la Plata; Argentina es el titulo de su libro.