50
AÑOS

Cómo hemos cambiado

El menú ayer y hoy

Entre 1946 y 1996 se han dado cambios sustanciales en el menú diario de los costarricenses, debido a dos factores fundamentales: la disponibilidad de productos y la calidad de la alimentación.

  • Los costarricenses de los años 90 consumen menos fuentes de fibra (frutas, vegetales y maíz), y una mayor cantidad de grasas y azúcares refinados, tendencia que se puede asociar al perfil epidemiológico del país: enfermedades cardiovasculares, tumores (cáncer gástrico), diabetes y obesidad.

  • El boom de la industria alimentaria nacional en los años 70 permitió disponer de una mayor variedad y cantidad de alimentos, entre ellos lácteos, carnes, confitería. Con la apertura económica, la oferta se ha acrecentado.

  • En los 60 desapareció paulatinamente la huerta familiar.

  • A mediados de los 70 se inició la apertura de los restaurantes de comidas rápidas, cuyo primer mercado fue el casco urbano de San José. Dos décadas más tarde, el acelerado crecimiento urbanístico consolidó otro sistema: el servicio a domicilio.

  • Las comidas naturales surgieron como una manera de satisfacer el derecho a comer de manera más sana. Aunque se inició en los años 70, la tendencia sigue vigente.

  • En los 80, la revolución tecnológica introdujo empaques y técnicas de conservación que mantienen los alimentos por mucho más tiempo. El ejemplo típico es el envase Tetra brik iniciado por la Dos Pinos hace unos 10 años, hoy el empaque del siglo XXI: conserva las vitaminas, ocupa menos espacio y no necesita refrigeración.

  • Las pulperías de barrio redujeron su presencia en las zonas urbanas ante el crecimiento y la expansión de cadenas comerciales suplidoras de alimentos (supermercados) y su amplia oferta de productos nacionales y extranjeros.

  • Las ventas ambulantes crecieron aceleradamente en los últimos diez años. En las calles josefinas se pueden encontrar hoy día carne al vaho, carne asada y otros platillos.

  • Los costarricenses comían un promedio de dos tortillas diarias en 1982. Hoy ni siquiera se contabiliza el dato porque resulta mínimo su aporte a la dieta energética diaria.

  • En los últimos 10 años las gaseosas le ganaron la batalla al clásico refresco de frutas.

  • En el primer semestre de 1995, con un salario mínimo mensual de 29.927 colones, una familia debía invertir el 93 por ciento de dicho ingreso para adquirir su canasta básica alimentaria familiar, cuyo costo ascendía entonces a 27.864 colones.

  • El arroz y los frijoles siguen siendo el platillo base del costarricense. En una proporción adecuada, constituye el aporte necesario de proteína de una dieta balanceada y el método más barato para sustituir las carnes.

  • Ante la crisis económica, en casos extremos, el café y el pan sustituyen un almuerzo o una cena.


    Más vocación

  • El boom de universidades refleja un cambio de los tiempos: la Universidad de Costa Rica, que venía sola desde 1941, se vio acompañada durante los años 70 por el Instituto Tecnológico de Costa Rica, la Universidad Nacional, la Universidad Autónoma Centroamericana, la Universidad Estatal a Distancia y los Colegios Universitarios de Alajuela y Cartago. En 1996 conviven 33 centros de educación superior, 29 privados y 4 públicos.

  • La década de los 70 cerró con una matrícula de 50.000 estudiantes. En 1996, la población universitaria registró una matrícula de 70.000 estudiantes.

  • La elección de profesión también marca un viraje de estilo:



    Volver al comienzo

    Volver