Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador empiezan a "pulir sus diamantes".- Bahía de Tela y Joyas de Cerén, dos buenos ejemplos.-
Como un gran brazo de tierra que se extiende entre el Mar Caribe y el Océano Pacífico, el Mundo Maya centroamericano representa para el viajero una maravillosa experiencia que combina servicios turísticos de primera clase con rústicas estancias rodeadas de exuberante vegetación tropical.
Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador comparten gran área del bosque tropical más extenso de Mesoamérica, que rebasa las fronteras políticas en un verde mosaico, refugio silvestre de numerosas especies animales y vegetales.
El área natural protegida más grande de la región es el Petén guatemalteco, que, tomando en cuenta su continuidad con las selvas del sur de la Península de Yucatán y de Belice, se une a las reservas de Calakmul, en Campeche, y Río Bravo, en la ex colonia inglesa.
Los países centroamericanos del Mundo Maya han comenzado a dar los primeros pasos para apoyar la actividad turística y conservar los atractivos naturales y culturales en la región.
En Guatemala, el gobierno lanzó a fines de octubre del año pasado -según se informa en la revista de la Organización Mundo Maya- un Plan Nacional de Desarrollo Turístico Sustentable.
Belice, país que conserva prácticamente intactos el 90% de sus manglares costeros, ofreció a principios de año, a través de su Secretaría de Turismo, una conferencia internacional para organizar recorridos "ecoturísticos" a estos prístinos lugares.
Por su parte, Honduras ha emprendido cuatro estudios para promover una inversión turístico-conservacionista en la Bahía de Tela, mediante un préstamo de más de un millón de dólares proveniente del Banco Centroamericano de Integración Económica, para lo cual contrató como consultor al Fondo Nacional para el Turismo de México.
Joyas de Cerén, caserío prehispánico hallado en El Salvador en 1976, donde las excavaciones de los arqueólogos han revelado los restos de lo que fuera importante poblado agrícola del siglo VII, ha recibido el apoyo de la Comunidad Europea para abrir algunas de estas interesantes áreas al público, que conocería así un aspecto hasta ahora oculto de la civilización maya.
Según recientes cálculos de la Organización Mundo Maya, la tierra de los antiguos astrónomos y matemáticos cuyos ancestrales conocimientos sorprenden al mundo moderno recibe "un poco más de 3 millones de turistas al año". Sólo superada como destino turístico internacional por el Caribe, "se trata de una de las regiones cuya economía es más dependiente de los ingresos por actividades turísticas en el mundo".
En esta época en que "el mundo de los viajes ha dado un vuelco", el gran interés por la conservación de la naturaleza "ha modificado tanto la elección de destinos turísticos como la forma de viajar".
Cada día más gente quiere conocer la intrincada selva guatemalteca, los fascinantes arrecifes coralinos frente a las costas de Belice y Honduras, las ciudades coloniales y la cultura del pueblo salvadoreño.
La aventura, la convivencia con comunidades nativas y tradiciones que permanecen a través de los siglos, el conocimiento de una cultura desaparecida para la historia pero permanente en la memoria de los americanos, son parte de las experiencias que busca el nuevo viajero, y todas pueden encontrarse en la porción centroamericana del Mundo Maya.
BELICE
Belice cuenta con el arrecife más largo del hemisferio occidental, a cuyas bellezas naturales se puede acceder por barco desde la ciudad de Belice, antigua capital, bulliciosa urbe costera, donde aún habita alrededor del 25% de la población del país, que ofrece todos los servicios turísticos necesarios, además de aeropuerto nacional e internacional, desde donde se puede llegar a los diferentes destinos del Mundo Maya.
Los Cayos es un espectacular conjunto de islas protegidas por esa barrera arrecifal, entre las cuales destacan los cayos mayores Ambergris y Cayo Caulker, donde hay importantes centros turísticos, al contrario de las demás islas, que en su mayoría están deshabitadas.
Los amantes del buceo pueden encontrar aquí el fabuloso, impresionante "Hoyo azul", profunda dimensión acuática que atrae a los buceadores de las más diversas partes del mundo. Según informa la Organización Mundo Maya, la ciudad de Belice es el mejor lugar para surtirse de todo lo necesario para una excursión subacuática.
Entre sus sitios arqueológicos destacan las ruinas de Altún Ha ("lago de piedra"), ubicadas a 55 kilómetros al norte de la ciudad de Belice, y cuya característica principal son las construcciones mayas de los períodos clásico y clásico tardío, según explican las guías de la zona.
Abierto diariamente de 8 a 17 horas, en Altún Ha pueden observarse algunas de las más fascinantes piezas de jade encontradas en la región de los antiguos mayas, una de las cuales se supone es la máscara del dios del Sol, Kinich Ahau, la obra maya tallada en jade más grande que se ha descubierto hasta nuestros días.
Los conocedores recomiendan visitar el lugar desde temprana hora, y regresar el mismo día a la ciudad de Belice ya sea para pasar la noche o continuar el recorrido por el Mundo Maya, puesto que en Altún Ha no hay hospedaje, aunque algunas veces se permite acampar.
La actual capital de Belice, Belmopan, fundada hace menos de 20 años, es más bien un centro burocrático y administrativo que, no obstante, cuenta con servicios turísticos y puede ser una buena estación para el descanso en el itinerario del Mundo Maya.
En Guatemala, "tierra de la eterna primavera", se encuentra admirable diversidad de paisajes que van desde las altas montañas del norte hasta las selvas húmedas y las tierras bajas inundables hacia el sur.
Las artesanías de los indígenas guatemaltecos, consideradas como de las más finas del mundo, pueden admirarse y adquirirse principalmente en las regiones de Quiché y Totonicapan.
Ubicada en las tierras altas, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, Santa Cruz del Quiché, capital del departamento del mismo nombre, se encuentra a 19 kilómetros de la también famosa por sus artesanías Chichicastenango. A ambas se llega en autobús desde la ciudad de Guatemala.
Antigua, "La Muy Noble y muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala", primera capital del país, es una de las ciudades más hermosas del continente.
Enclavada entre los volcanes de Agua, de Fuego y de Acatenango, la ciudad se fundó en 1542 y desde entonces ha sufrido el impacto de 16 terremotos catastróficos que, sin embargo, dejaron en pie edificios coloniales que enmarcan sus angostas calles de piedra.
Iglesias, conventos, cementerios, parques, mercados, monumentos y casas habitación constituyen un paisaje considerado como Monumento de las Américas, a sólo 45 kilómetros de la ciudad de Guatemala.
El país más grande de Centroamérica tiene también la mayor proporción de ciudadanos indígenas, que representan más del 50% de la población. Los descendientes de los antiguos mayas conservan lenguaje y tradiciones propias de los grupos a los que pertenecen.
En la capital se combinan los antiguos edificios coloniales con modernas construcciones, amalgama que la convierte en el centro urbano más importante de la región. Sobresalen la arquitectura del Teatro Nacional, la ermita del Carmen, la iglesia de la Merced, el Museo de Popol Vuh y el centro arqueológico de Kaminaljuyú.
Símbolo de Guatemala, el fantástico quetzal, ave sagrada para los mayas, está en grave peligro de desaparecer. En el Petén, donde la selva alta corona las construcciones arqueológicas de Tikal, aún se guarda la esperanza de vislumbrar el colorido plumaje de tan incomparable representante del esplendor maya. Para llegar al Petén, vale la pena recorrer la accidentada carretera que parte de la ciudad de Belice.
EL MAJESTUOSO COPAN
En Honduras, "la tierra del primer encuentro", las ruinas de Copán, justo en la frontera con Guatemala, rivalizan en esplendor con Tikal, Uxmal y Chichén Itzá.
Las riquezas naturales abundan en Honduras, sobre todo alrededor de las Islas de la Bahía, que forman parte del segundo arrecife de coral más grande del mundo y ofrecen, a lo largo de las costas de Belice y este país, un paraíso para los buceadores.
Las islas prácticamente deshabitadas que integran el conjunto son lugares ideales para tenderse al sol, disfrutando de lo más cercano al paraíso.
Entre las especies animales en peligro de extinción que alberga el territorio hondureño, el gran tapir ha encontrado refugio en el bosque lluvioso de "La Tigra", en lo más alto de las montañas, a escasos 16 kilómetros de Tegucigalpa.
La capital del país, rodeada de montañas, representa un importante punto de contacto entre culturas precolombinas, coloniales y modernas, además de ser estratégico centro de comunicaciones con el resto del Mundo Maya.
En El Salvador, el Mundo Maya sorprende con las más de 200 especies de orquídeas que crecen en los bosques lluviosos de la sierra montañosa, la cual se extiende hasta las costas del Pacífico.
El Salvador cuenta con ríos que fluyen caudalosos hacia el océano, provenientes de los volcanes del centro, desde donde, según se dice, pueden observarse los dos mares entre los que se encuentra el más pequeño país del continente americano.
El Parque Balboa, ubicado en las cercanías de la capital, protege una selva de 28 hectáreas caracterizada por la abundancia de especies nativas y endémicas, tanto de flora como de fauna.
Por sus características geográficas -en un pequeño territorio de 21 mil kilómetros cuadrados de extensión se encuentran más de una docena de altos y activos volcanes-, la vida silvestre de El Salvador difícilmente puede encontrarse en otras regiones del planeta.
San Salvador, "próspera capital salvadoreña" fundada por el conquistador Gonzalo de Alvarado, es para los exploradores modernos excelente punto de partida para conocer el Mundo Maya centroamericano, pues desde su aeropuerto internacional se conecta con varios destinos de la región, además de que cuenta con servicio de autobuses de primera clase.
La "Puerta del Diablo", colosal estructura natural formada por dos enormes rocas a más de mil metros sobre el nivel del mar, al sur de Parque Balboa, es el mirador perfecto para contemplar toda la ciudad de San Salvador y sus alrededores.
El Mundo Maya es en Centroamérica una buena oportunidad para descubrir una tierra que no cesa de ofrecer nuevos encantos para propios y extraños, de la misma forma en que, literalmente, quedaron encantados los primeros europeos que se encontraron con la cultura maya en los actuales países de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, en el marco de una maravillosa, exuberante naturaleza.
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