Serra dice que el Gobierno asume la «suciedad»
del pasado, igual que se hizo tras la Dictadura
El ministro de Defensa asegura que cuando el PP llegó
al poder se encontró con un servicio secreto «desmantelado»
y con que muchos documentos habían desaparecido
- El Gobierno tomó la decisión de no desclasificar los
llamados «papeles del CESID» porque asume la «suciedad»
del pasado, igual que se hizo al final de la Dictadura franquista, cuando
se optó por la reforma en lugar de la ruptura.
Así lo explicó ayer al Parlamento el ministro de Defensa,
Eduardo Serra, que compareció ante la comisión correspondiente
del Congreso de los Diputados para dar cuenta de las razones por las que
el Ejecutivo decidió, el pasado 2 de agosto, no entregar esos documentos
a los jueces que investigan la trama de los GAL. Y no los entregó,
según Serra, porque hacerlo hubiera supuesto «levantar la alfombra
para que todos los muebles, algunos sucios, se cayeran por el suelo».
El titular de Defensa aseguró que la transición no culminó
a finales de la década de los 70, sino con la llegada de José
María Aznar al poder, y dijo que, al igual que tras la Dictadura
del general Franco se optó por la reforma política en lugar
de la ruptura, ahora también se ha optado, con la no desclasificación
de los «papeles del CESID», por esa misma actitud reformista.
Serra proclamó ante la Comisión de Defensa que la decisión
adoptada por el Consejo de Ministros el pasado 2 de agosto pretendía
«respetar lo hecho por un Gobierno legítimo, el del PSOE»,
que ya acordó con anterioridad no entregar los «papeles del
CESID» a los jueces. «No se trata de tejer y destejer lo que ha
hecho el Gobierno anterior», dijo. «El PP ha rechazado la opción
rupturista añadió porque si algo ha caracterizado a este partido
es la prudencia, más que el riesgo».
El ministro independiente se refirió a la no desclasificación
por el Gobierno de los documentos del CESID como «un acto muy concreto
donde se focalizaba de verdad si se quería terminar la reforma que
implicaba la transición sin rupturas; o si se quería terminar
levantando la alfombra para que todos los muebles, algunos sucios, se cayeran
por el suelo; o si queríamos asumir lo bonito y lo menos bonito,
y con esa herencia proyectar un futuro mejor para nuestros hijos».
Serra reiteró que la seguridad del Estado habría resultado
dañada si se hubiesen desclasificado los polémicos documentos.
«Podría sentar un precedente muy peligroso, mermaría
el crédito del CESID, pondría en peligro la vida y la integridad
de los agentes y sus familiares, y aumentaría el recelo de futuros
agentes a ingresar en los servicios secretos del Estado». El ministro
de Defensa llegó a asegurar que algunos servicios de inteligencia
extranjeros estaban aguardando la decisión del Gobierno sobre los
«papeles del CESID» para trasvasar a España «informaciones
de extraordinaria importancia», dando a entender que, si se hubiera
optado por la desclasificación, esas informaciones jamás hubieran
llegado a manos de los servicios secretos españoles.
CESID DESMANTELADO
Pese a su insistencia en superar el pasado, Serra sí tuvo palabras
de reproche para el anterior Gobierno socialista, cuando aseguró
que, a su llegada al poder, el PP se encontró «con un servicio
de inteligencia parcialmente desmantelado», y descubrió que
«muchos documentos habían desaparecido, y sólo hemos
podido recuperar unos pocos».
Mucho más duro con el Gobierno anterior fue el portavoz del PP en
la Comisión de Defensa, Arsenio Fernández de Mesa, al acusar
a aquél de «falta de lealtad con el Gobierno entrante y con
España» por no haberle informado «del estado en que se
iba a encontrar los servicios secretos». Fernández de Mesa añadió
que «ningún gobierno serio hubiera transferido a su sucesor
tanto fango» como ha hecho el Gobierno de Felipe González.
En cualquier caso, el ministro quiso restar relevancia al contenido de los
«papeles del CESID» y a la utilidad que de ellos habrían
extraído los jueces, al afirmar que dichos documentos «tienen
mucho menos contenido delictivo del que, interesadamente, se ha hecho llegar
a la opinión pública». Serra llegó a calificar
los «papeles» de «material muy endeble», porque, a su
juicio, muchos de los documentos que elabora y ha elaborado el CESID «responden
a noticias, opiniones y rumores poco contrastados», y, por tanto, «poco
aptos para su utilización judicial».
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