Latinoamérica busca un modelo de democracia que atraiga a los inversores

J. M. LARRAYA / J. J. AZNÁREZ , Santiago de Chile
Chile, ejemplo del capitalismo liberal en América Latina, acoge hoy la VI Cumbre Iberoamericana, que pretende impulsar un modelo de desarrollo en toda la región capaz de garantizar la estabilidad política y la seguridad jurídica en el proceso de privatización e internacionalización que viven sus economías. A este reto responde el documento sobre gobernabilidad que será aprobado por consenso por los 21 países asistentes a esta cumbre que concluye el lunes. El diseño de un modelo de democracia «eficiente y participativa» homologable por la inversión extranjera ha suscitado reticencias, aunque al final será suscrito por todos los países.


Castro, a su llegada a la anterior cumbre,
en Bariloche, Argentina. (Reuter)
Como ha ocurrido en cumbres anteriores, Fidel Castro volverá a ser el centro de todas las miradas cuando esta noche acuda a la cena de bienvenida que ofrecerá el presidente de Chile, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, en el Palacio de la Moneda, donde hace 23 años moría el presidente Salvador Allende con un fusil, regalo del presidente cubano, en las manos.

España, cuyas inversiones en el sector financiero y de telecomunicaciones han crecido espectacularmente en los últimos años, estará representada por el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José María Aznar, que mantienen una apretada agenda de contactos. El presidente de Gobierno aprovechará su breve estancia en Chile para entrevistarse o conocer a todos los presidentes de América Latina, incluido Castro. Los Reyes, por su parte, iniciarán al término de la cumbre, y hasta el día 16, una visita oficial a Chile y Uruguay.

La cumbre se desarrollará en dos largas jornadas, domingo y lunes, que son un auténtico plenario de jefes de Estado y de Gobierno de Latinoamérica, España y Portugal, en los que trabaja, sobre todo, la diplomacia bilateral para buscar alianzas, resolver querellas o abrir el camino a posibles acuerdos futuros. La primera jornada se celebrará mañana en Santiago, y la segunda, el lunes, en la bella ciudad costera de Viña del Mar.

Además del documento político sobre gobernabilidad, tema propuesto por el país anfitrión, se aprobarán otros dos documentos: uno sobre cooperación -en su mayoría programas educativos, que financia en gran medida España- y otro sobre asuntos varios que contiene, en una especie de cajón de sastre, resoluciones de diverso carácter político.

La más contundente de estas resoluciones es el rechazo «enérgico» a la ley Helms-Burton aprobada por el Congreso de Estados Unidos para reforzar su embargo comercial a Cuba, que es considerada por la cumbre como un atentado a los principios básicos del derecho internacional. Este tercer documento contiene también declaraciones en contra del terrorismo y el narcotráfico, en defensa de los derechos humanos o en favor de un espacio judicial común.

Intensas gestiones para un encuentro de Castro con Aznar

J. M. L. / J. J. A. , Santiago
En tanto prosiguen las gestiones diplomáticas para facilitar la primera entrevista entre José María Aznar y Fidel Castro, aún no confirmada, los jefes de las Fuerzas Armadas chilenas abandonan Santiago como muestra de desagrado por la presencia del dirigente cubano, y arrecia la controversia entre los amigos y enemigos del revolucionario caribeño, que pasa por horas amargas. En conferencias de prensa e intervenciones públicas, destacadas figuras del exilio cubano reclaman de la sexta cumbre una explícita condena del régimen, y tres grupos de derechos humanos, activos en la isla, exigen cambios democráticos. «Ojalá en Cuba tuviéramos a un general Pinochet», se sinceró María Márquez, presidenta de la organización Mujeres Luchadoras por la Democracia, con base en Miami.

Muy a su pesar, el general citado por María Márquez, indiscutible comandante en jefe del Ejército, dictador entre 1973 y 1990, conoció a Castro dos años antes del violento golpe castrense contra el presidente Salvador Allende. Pinochet nunca ha ocultado su especial inquina por el barbudo caudillo, a quien supone detrás del fallido atentado contra su vida perpetrado por el grupo comunista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) hace diez años.

Castro sigue siendo imprevisible, y aparte de su visita a la tumba de Salvador Allende, en la que estará acompañado por su viuda, Hortensia Bussi, y del mitin que en su honor ha organizado toda la izquierda chilena, no se descarta que visite algún barrio popular donde la izquierda mantiene una activa presencia. Entre otros muchos, le esperan en el otro bando los ex presos políticos Armando Valladares y el ex comandante guerrillero Hubert Matos.

Según fuentes diplomáticas, las gestiones de la entrevista entre Aznar y el presidente cubano, cuya no celebración constituiría una de las sorpresas de esta cumbre, se realizan con gran discreción para no crispar más unas relaciones bilaterales que atraviesan un momento delicado.

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