Sábado 21 de septiembre de 1996

Fuerte ofensiva de la guerrilla en Colombia tras la elección del vicepresidente

PILAR LOZANO, Bogotá
Carlos Lemos, de 63 años, con perfil de hombre de derecha, duro en el manejo del orden público y también en el control del narcotráfico, es el nuevo vicepresidente de Colombia. Lemos, actual embajador ante el Reino Unido, fue elegido por 151 votos, en una sesión plena del Congreso el jueves por la noche. No hubo sorpresas. Coincidió con el anuncio de una nueva gran ofensiva guerrillera. El Congreso aceptó el guiño que hizo el propio presidente, Ernesto Samper, para elegir a su compañero de fórmula. También, como estaba anunciado, los conservadores oficialistas votaron en blanco porque «la elección no resuelve la crisis del país».

Lemos reemplaza a Humberto de la Calle, ex embajador en España, quien renunció hace 10 días tras criticar duramente a Ernesto Samper y pedir su renuncia. La única sorpresa de su elección fue la postulación del ex candidato del movimiento de izquierda Unión Patriótica (UP) Bernardo Jaramillo, «para recordar el pasado anticomunista de Lemos».

Jaramillo fue asesinado en 1990 días después de que Lemos, por entonces ministro de Gobierno, mostrara en un mismo paquete a la UP y a las FARC (Fuerzas Revolucionarias de Colombia), el grupo guerrillero más antiguo y numeroso del país.

La elección del vicepresidente se da cuando el país está enfrascado en un gran debate sobre cómo enfrentar la guerra. Desde comienzos del mes no ha pasado día sin que haya un ataque de la guerrilla.

Ayer se anunció que este fin de semana habrá «paro armado» a nivel nacional. Desde hace un día, el Ejército, a sangre y fuego, trata de desbloquear la carretera que une a Medellín con la región bananera de Urabá, bloqueada por la guerrilla.

También se han registrados fuertes disturbios en poblaciones vecinas a Bogotá. Según el Ejército, detrás de ellas también está la guerrilla. La revista Semana, en un informe especial, muestra un oscuro panorama. Bogotá está sitiada, asegura, y en cualquier momento la guerrilla la puede dejar sin luz ni agua.

Se hacen dos lecturas a la elección del nuevo vicepresidente y el papel que debe jugar Lemos. Para unos -y el mismo Lemos- su actuación tiene que ser de bajo perfil y apoyo a la gestión samperista. Otros, por el contrario, ven la elección como primer paso para lograr el retiro de Samper.

Lemos encarna «la mano dura» que muchos claman en medio del desgobierno que impera hoy en Colombia. Hay, sin embargo, algunos interrogantes: ¿Por qué Samper escogió a un vicepresidente tan poco parecido a él? ¿Por qué Lemos ha mostrado fidelidad absoluta al presidente? En entrevistas que le hicieron varios medios colombianos una vez conocida su elección, Lemos aseguró que las sugerencias que le hagan para que presione para que se vaya Samper le entrarán por un oído y le saldrán por el otro.

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