Malefakis sostiene que la crueldad de Franco alargó la guerra civil

MIGUEL MORA , Madrid
A través de 21 capítulos, escritos por 19 historiadores , El PAÍS recordó en 1986 el 50º aniversario del comienzo de la guerra civil española. Aquellas publicaciones, aparecidas en El País Semanal, fueron editadas por el hispanista estadounidense Edward Malefakis, profesor de la Universidad de Columbia (Nueva York). Hoy, 10 años después, han sido actualizadas por sus autores para su edición en libro (Taurus). Según Malefakis, el volumen, de casi 700 páginas, es «el análisis más completo» de una guerra marcada por «la enorme crueldad de Franco, que no paró hasta la victoria total».


Edward Malefakis, ayer en Madrid.
(G. Lejarcegi)
La guerra de España, 1936-1939 recoge las aportaciones de Juan Marichal, Raymond Carr, Hugh Thomas, Manuel Tuñón de Lara, Stanley G. Payne, Juan Pablo Fusi, Gabriel Jackson, Santos Juliá o Javier Tusell, entre otros. «Las publicaciones de un autor», señala Malefakis, «suelen ser narrativas; las colectivas, analíticas. En este caso hicimos las dos cosas: sabíamos que escribíamos para un público amplio y que no debíamos caer en la erudición, sino crear síntesis, consultarnos dudas y ser críticos incluso con lo que pensábamos nosotros mismos.»

A través de siete capítulos que son narraciones de hechos, y de doce más temáticos -la estructura del poder político, la organización de los ejércitos, la represión, la vida cotidiana, la posición de la Iglesia y los intelectuales...-, el libro repasa las características más importantes de un conflicto que, según Malefakis, ha suscitado más literatura «que muchos hechos históricos más importantes: ahora la guerra de Yugoslavia y antes las revoluciones china y rusa».

Las razones de ello, según explica el hispanista en un buen castellano, fueron «que el conflicto estalló salvajemente, en tres días, y dentro de un mundo que andaba ya enfrentado en posturas muy apasionadas. España era entonces culturalmente muy importante para Europa, y aquella fue la primera guerra con presencia de los mass media, de la radio sobre todo, pero también de las revistas, como Time o Life. Además, la intervención de intelectuales como Malraux, Orwell o Hemingway ayudó a concienciar a la gente. Los antifascistas de todo el mundo pensaban que frenando a Franco en España sería posible frenar a Hitler y Mussolini».

Malefakis -que fue el encargado de coordinar la edición, «con la ayuda de Fusi, Juliá y Tusell», y ahora ha revisado de nuevo el prólogo, el balance final y el capítulo La revolución social - considera a Negrín una víctima de la historia y culpa a Franco del alargamiento innecesario de la guerra: «Las guerras civiles no deben hacer pensar a los pueblos que las padecen que son débiles, o malos. A mí, lo de las dos Españas siempre me ha parecido una exageración. Hay que buscar causas más antiguas: la falta de sentido nacional, la carencia de reyes aglutinadores... La guerra española se extendió por un cúmulo de accidentes y factores, que hicieron que algo que pudo quedar en una sanjurjada grande acabara en lo que acabó. Influyó el caos, la represión, la actitud de los países foráneos... Pero si duró tanto no fue por Negrín, que en mayo del 38 abrió la vía del diálogo, sino por la enorme crueldad de Franco: no paró hasta la victoria total».


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