Aznar asegura que la integración en la OTAN no incumple el referéndum

MIGUEL GONZÁLEZ , Madrid
El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer miércoles que la próxima integración de España en la estructura militar de la OTAN «no contravendrá las condiciones planteadas en el referéndum celebrado en 1986». Mientras, su antecesor en el cargo y secretario general del PSOE, Felipe González, reiteró su autocrítica por haberlo convocado y afirmó que «el único que no se equivocó» entonces fue el pueblo español, que votó mayoritariamente a favor de la Alianza Atlántica.


Aznar habla con Serra, en la sesión de ayer
sobre la plena integración en la OTAN (Efe).
En palabras del coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, el Gobierno tuvo ayer «dos portavoces». En sus argumentos de fondo no hubo diferencias entre Felipe González y José María Aznar. Aunque sí en las formas: el primero le echó mucha más pasión y contundencia a su discurso, hasta el punto de que, escuchándole, era difícil sustraerse a la impresión de que se estaba escuchando al presidente del Gobierno y no al líder de la oposición.

Como el reglamento no prevé que dos portavoces parlamentarios debatan entre sí, Felipe González y Julio Anguita tuvieron que recurrir a improvisadas ruedas de prensa para contestarse mutuamente sus discursos. El dirigente socialista salió en tromba para desmentir la noticia, difundida por el diario El Mundo y utilizada por Julio Anguita, de que Estados Unidos está en negociaciones con el Gobierno para reinstalar tropas en las bases de Torrejón y Zaragoza. «Es un cuento increíble. Tenemos absolutas garantías de que no es verdad y además ni siquiera es posible intelectualmente», dijo González.

Preguntado si podía asegurar que durante su mandato no se produjo ningún tránsito de armamento nuclear por España, admitió que «con certeza, no» podía afirmarlo, pero agregó que no se produjo «ninguna solicitud de paso» de esas características. El vigente convenio con Estados Unidos prohíbe la instalación y almacenamiento de armamento nuclear en España y refleja la doctrina del Gobierno español de que no sobrevuelen su territorio aviones con armas atómicas y de no preguntar tampoco a los buques extranjeros el tipo de armas que llevan.

Julio Anguita también salió a los pasillos del Congreso para acusar a Felipe González de mentir y tergiversar la realidad, y para considerarle «más papista que el Papa» por su vehemente defensa de la Alianza. Fue precisamente durante la intervención del líder socialista cuando los diputados de IU mostraron unas cartulinas con el eslogan «OTAN no», lo que llevó al presidente del Congreso, Federico Trillo, a llamarles la atención porque «aquí, la forma de expresión es el uso de la palabra».

Ya al final del debate, Aznar recuperó el protagonismo en un breve duelo dialéctico con Anguita, el único que le dio réplica. El jefe del Gobierno también calificó de «disparatadas» las noticias sobre el regreso de las tropas norteamericanas e insistió en que no se vulnera el referéndum porque la estructura militar a la que va a incorporarse España es radicalmente distinta a la existente en 1986.

Después de que Anguita dijese que la decisión que tomará hoy jueves el Congreso de los Diputados es el preámbulo de una nueva «guerra fría», Aznar le espetó: «No me extraña que esté usted solo con afirmaciones como ésa. Han cambido las cosas para todos, incluso para ustedes, aunque no se den cuenta». © Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid
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