La calidad de la Universidad es buena para el 35% de los españoles, según el CIS

EL PAÍS , Madrid
La enseñanza universitaria es de buena calidad para el 32,8% de los españoles y muy buena para el 2,2%, según el resultado del barómetro realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre el 26 y el 31 de octubre. El 21,7% de los ciudadanos la considera de regular calidad, mientras que la juzga deficiente el 8,4% (el 6,4% mala y el 1,9% muy mala). La calidad de la enseñanza que se imparte en colegios e institutos de secundaria es buena para el 45,1% de los encuestados por el CIS y muy buena para el 1,8%. El 38,1% la considera regular. La encuesta se realizó sobre una muestra de 2.498 personas de 18 años o más.

En términos generales, la situación de la educación española es considerada muy buena por el 8% de los españoles y buena por el 36,1%. La mayoría relativa (el 43,8%) la juzga regular, mientras que la califican de mala el 9,7% y de muy mala el 2,9% de los encuestados. La política educativa que aplica el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), encabezado por Esperanza Aguirre, es buena para el 14,4% y muy buena para el 0,6%. El 34,5% cree que es regular, el 18,6% mala y el 6,8% muy mala.

Trabajo de funcionario

El trabajo en un organismo público, como funcionario es el destino profesional más deseado por los padres para sus hijos (44%), según el sondeo del CIS. El 33,1% aconsejaría a su hijo tener una profesión independiente, y el 12,7% que trabajara en una empresa de propiedad privada.

En lo que se refiere a los principales problemas de la enseñanza, si se suman los porcentajes de los encuestados que los consideran «muy importantes» y «bastante importantes», destacan el excesivo número de alumnos por aula (28,8%-39,8%), la carencia de instalaciones adecuadas (25,7%-39,5%), la ausencia de motivación de los profesores (27,6%-35,5%) y la escasa preocupación de los padres (25,4%-35,3%).

Atrás quedan, por la importancia que le atribuyen los encuestados, la ausencia de disciplina (24,5%-33,9%), la poca calidad de los programas docentes (20,4%-34%) y la escasa exigencia de los profesores a los estudiantes (16,4%-32,6%).