Martes 10 de septiembre de 1996

El futuro de los periódicos pasa por su independencia, según el director de EL PAÍS

EL PA'IS, Santander
Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, se preguntó ayer por el papel de la prensa escrita ante la avalancha de redes informáticas y canales de televisión que se avecina, y pronosticó que los periódicos tendrán un futuro brillante sólo si son capaces de seguir trabajando con independencia de los poderes políticos y económicos, «con un ejercicio radical de la libertad de expresión, pero también con responsabilidad». Según Ceberio, que pronunció ayer una conferencia sobre Información y sociedad en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, la prensa escrita «no puede competir con la televisión en el terreno del espectáculo y de las emociones fuertes».

Las multimillonarias inversiones que exige el desarrollo de la televisión digital, recordó el director de EL PAÍS, van a obligar a las empresas periodísticas a aliarse con socios financieros, industriales y tecnológicos «ajenos a quienes pusieron en pie» los medios informativos originales.

Pero esas sinergias empresariales, impuestas por la lógica económica, «no son incompatibles con el ejercicio autónomo de la libertad de informar, ni suponen el sometimiento a determinadas posiciones del grupo», según Ceberio.

En un encuentro con periodistas previo a su conferencia, Ceberio aludió a la alianza de televisión digital respaldada por el Gobierno y nucleada en torno al grupo público español RTVE y la sociedad mexicana Televisa. «Cuando EL PAÍS expresa su punto de vista sobre esa alianza«, dijo su director, «no está criticando las plataformas de televisión digital en general, sino la utilización para ello de una empresa pública en pérdidas, cuya dimensión se había comprometido este Gobierno a reducir«.

Ceberio criticó el repentino giro imprimido por el gabinete de Aznar a su anunciada política de «adelgazamiento» de RTVE, y la inclusión en esa operación de Televisa, «una cadena que ha gestado su poder y su expansión internacional mediante un ejercicio monopolístico de la televisión, con el apoyo del partido gobernante en México, el PRI, al que pertenece su presidente».

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