Lunes 23 de septiembre de 1996

Colom provoca una polémica al defender el castellano como idioma de Cataluña

EL PAÍS, Barcelona
Unas frases del líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Àngel Colom, han provocado las críticas de dirigentes de su partido y la réplica de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat y líder de la coalición nacionalista CiU. En el libro La guerra de la llengua , Colom defiende en una entrevista la necesidad de reconocer el castellano como lengua territorial de Cataluña y no sólo como derecho individual.

Esta afirmación choca con la tesis tradicional del nacionalismo, que sostiene que la lengua de Cataluña es el catalán, al margen del respeto exigible a los derechos individuales de los castellanohablantes, tesis que Pujol recordó a Colom al afirmar que la lengua propia de Cataluña es el catalán.

«No lo digo yo, lo dice el Estatut», afirmó, aunque el presidente dela generalitat se mostró básicamente de acuerdo con Colom en la defensa de los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos.

Josep Lluís Carod Rovira, dirigente de ERC enfrentado a Colom, le replicó con más contundencia. Aseguró que «hay que diferenciar el uso individual del uso territorial del idioma, que da identidad». Para Carod Rovira, los derechos lingüísticos individuales ya están protegidos por las leyes, pero no se puede admitir que el castellano sea también lengua propia del territorio catalán.

«El catalán es nuestra única aportación original al patrimonio cultural de la humanidad (...) y el idioma de acogida de los que han venido de fuera», concluyó Carod Rovira.

En cambio, Pilar Rahola, la única diputada de ERC en el Congreso, se ha alineado con Colom al considerar que las críticas de Carod Rovira sólo se entienden dentro de la querella doméstica del partido republicano e independentista. ERC se encuentra envuelto en una profunda crisis interna por el enfrentamiento entre un sector oficialista que dirige Colom, otro crítico con Carod Rovira al frente, que pretende desalojar al primero del liderazgo del partido, y otros grupos intermedios.

Colom sostiene que, «a la larga», habrá que hacer los cambios generosos que sean necesarios en las leyes para garantizar a los castellanohablantes que podrán hacer toda su vida individual en su lengua. Colom sostiene que ello es compatible con la aspiración a la independencia de Cataluña y afirma que alguien ha de ser valiente para «plantear un acuerdo lingüístico» en Cataluña.

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