Jueves 12 de septiembre de 1996

El príncipe heredero de Marruecos se reunió con representantes del Polisario

FERRAN SALES, Rabat
Marruecos y el Frente Polisario mantuvieron tres reuniones la semana pasada en Tánger sobre el problema del Sáhara Occidental. La delegación marroquí estuvo presidida por el príncipe heredero Sidi Mohamed y por el ministro de Estado, encargado del Interior Dris Basri, afirmó ayer Ahmed Bujari, representante del movimiento independentista saharaui en las Naciones Unidas. El mismo rey Hassan II de Marruecos aceptó recientemente recibir una delegación del Frente Polisario, pero el encuentro quedó aplazado, según declaró Bujari a la agencia France Presse.


El encuentro entre los dirigentes del Frente Polisario y el monarca alauita debía de haberse celebrado en Marruecos como culminación de las reuniones mantenidas por su hijo y heredero en Tánger y de otra serie de contactos habidos a lo largo del pasado mes de agosto en la ciudad suiza de Ginebra, bajo los auspicios de Estados Unidos, según se desprende de las declaraciones del diplomático saharaui.

La delegación del Frente Polisario que se entrevistó con el príncipe heredero estaba encabezada por Bachir Mustafá Sayed, encargado de coordinar las relaciones del movimiento independentista y las Naciones Unidas, quien a su vez estuvo acompañado por una serie de responsables políticos y militares.

No obstante, los encuentros entre el Polisario y Marruecos parecen abocados al fracaso, según aseguró el portavoz saharaui en Nueva York, que reconoció que «los resultados de estos contactos no son alentadores», pero que «es necesario continuar con el proceso». A pesar de estas dificultades, en medios diplomáticos occidentales no se descarta la posibilidad de que el encuentro entre el rey Hassan II y los dirigentes del Polisario se lleve finalmente a término, tal y como sucedió en 1989, en Marrakech.

Referéndum

Los contactos directos entre el Polisario y el Gobierno de Marruecos fueron sugeridos y alentados por Estados Unidos y por algunos países occidentales, entre ellos España, como una salida para desbloquear el plan de paz diseñado por la ONU, que se encuentra desde poco antes del verano paralizado a consecuencia de la disputa sobre los criterios de identificación de los electores del referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

La consulta debería permitir al pueblo saharaui optar entre la independencia del territorio, propugnada por el Polisario, o su integración a Marruecos, lo que reclama Rabat. Inicialmente previsto para enero de 1992, el referéndum se ha ido aplazando debido a los profundos desacuerdos entre ambas partes, especialmente sobre quién debía votar.

Las primeras informaciones sobre la existencia de estos contactos directos fueron desveladas el pasado viernes por el secretario general de Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, en una reunión mantenida en la sede de Nueva York con un grupo de embajadores africanos. Posteriormente el ministro de Asuntos Exteriores español, Abel Matutes, confirmó, sin dar nuevos detalles, la existencia de las reuniones que hasta entonces se habían mantenido secretas.

A finales del próximo mes de noviembre expira el mandato de la reducida Misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso), por lo que los tres meses que apenas faltan para entonces serán cruciales para el futuro de la operación y del plan de paz, afirmaron ayer fuentes diplomáticas en Nueva York.

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