Solana anima a España a «aprovechar la ocasión» para integrarse en la OTAN

M. G. , Madrid
Ahora o nunca. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, animó ayer a España a incorporarse ya a la estructura militar aliada. «Si no lo hacemos en este momento, la oportunidad no se va a volver a presentar», dijo en el Ceseden (Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional), ante un auditorio formado en su mayoría por militares de alta graduación y en presencia del titular de Defensa, Eduardo Serra.

En vísperas del debate previsto en el Congreso para los próximos días 13 y 14 sobre la plena integración en la OTAN, Solana advirtió que «la transformación de la estructura de mandos va a permitir (que España) se incorpore de manera fácil y suave», pero, si se espera a que la reforma concluya y a que ingresen los nuevos socios, será «mucho más difícil». En consecuencia, llamó a «aprovechar esta buena ocasión», pues el mundo es un tren en marcha y «si no somos capaces de movernos tan rápido como el paisaje, algunos dirán que estamos parados y otros que retrocedemos».

Solana se adelantó a las previsibles críticas de Izquierda Unida, afirmando que era su propósito hablar «sin inmiscuirme donde nadie me llama, aunque entiendo que la gente sí me llama». En el posterior coloquio varios de los militares asistentes le plantearon los problemas más acuciantes que suscita la integración en la OTAN: la situación en que quedan Canarias, Ceuta y Melilla.

Respecto al archipiélago, recordó que ya ahora, con los acuerdos de coordinación, Canarias está bajo mando español y que, además, existe en la Alianza el principio de no dividir el territorio de ningún país entre varios mandos. Por tanto, afirmó, «con buena voluntad y sentido común», será fácil encontrar una solución acorde con la pretensión española de que Canarias esté incluida en su mando subrregional. No obstante, recomendó «no crear heridas donde no sea necesario», en alusión a la susceptibilidad de Portugal ante las declaraciones contrarias a que las islas dependan del cuartel general de Lisboa.

Sobre Ceuta y Melilla, explicó que la plena integración de España en la OTAN no altera el Tratado de Washington, que deja fuera de su ámbito de aplicación a las dos plazas norteafricanas. Sin embargo, añadió, en el mismo tratado hay otros artículos «que hablan de cómo responden los aliados ante eventualidades que ni siquiera deberíamos poner sobre la mesa», en referencia al mecanismo que prevé la realización de consultas a petición de uno de los países miembros.

En todo caso, concluyó, el establecimiento de sólidos vínculos económicos, políticos e incluso militares entre las dos orillas del Mediterráneo hará «casi imposible» que los contenciosos desemboquen en acciones de violencia.

A su juicio, la integración militar española planteará dificultades, pero no serán las citadas: la cuestión estriba en cómo hacer hueco a un número mayor de países en una estructura más reducida. La solución, según Solana, está en la rotación de militares de diferente nacionalidad al frente de los mandos, desde la convicción de que éstos «no son propiedad de nadie». © Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid
digital@elpais.es | publicidad@elpais.es


Volver al comienzo

Volver