EL PAÍS
, Barcelona
Tres días después de reunirse con José María Aznar, el presidente catalán, Jordi Pujol, expuso ayer en una entrevista en el diario La Vanguardia su lista de reivindicaciones, alegando que es «el momento de tener en cuenta que Cataluña y Euskadi necesitan un trato especial». Pujol insiste en la necesidad de aumentar la autonomía financiera de Cataluña por lo que seguirá «presionando». «Hasta que estos problemas no se resuelvan plenamente, el edificio, España, seguirá crujiendo». El líder catalán rechaza como «pernicioso» e inviable el modelo del café para todos, y arremete contra la extensión del término nacionalidad: «Se llegará a la situación absurda de que en España no habrá regiones. La palabra nacionalidad representa en la Constitución un elemento diferenciador. Si deja de serlo, habrá que introducir otra».
Pujol afirma que a finales de año se entrevistará con Aznar para examinar «si persisten los puntos negros» en los siguientes asuntos: aprobación de los presupuestos previo acuerdo «en toda una serie de enmiendas» que CiU ha presentado; en «una fórmula más positiva para la financiación de la sanidad»; la realización de «algunos traspasos que hay sobre la mesa»; el inicio de los trabajos de la comisión que debe estudiar el traspaso de las competencias de tráfico a los mossos (policía autonómica), y la nueva ley de puertos.
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