El ministro de Exteriores viaja a Argelia para equilibrar la presencia española en el Magreb



Argel. Enrique Serbeto,enviado especial

El ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, llega hoy a Argelia en una visita oficial que trata de equilibrar la presencia española en le Norte de África. Marruecos fue el destino del primer viaje oficial del presidente del Gobierno, José María Aznar, y ahora Matutes acude a Argelia, el otro gran actor del escenario magrebí, con el que España mantiene muy importantes relaciones económicas.

Naturalmente, la cuestión de la violencia interna hace que sea muy difícil hablar de Argelia como de un país «normal», pero lo cierto es que el resultado de las elecciones presidenciales celebradas en noviembre pasado ha hecho cambiar el criterio tibio o negativo que la mayor parte de gobiernos europeos mantenían hacia la persona de Liamin Zerual, antes general-jefe de un régimen militar y ahora convertido en un respetable presidente.

Desde las elecciones presidenciales se han sucedido en Argel los jefes de la diplomacia de varios países europeos, todos excepto Francia, con un nivel de intereses bastante más bajo que los que España tiene ahora. La última visita de un ministro español de Exteriores a este país del Magreb la realizó en 1992 el fallecido Francisco Fernández Ordóñez. El actual titular argelino, Ahmed Attaf, tampoco ha estado nunca de visita en España.

La visita de Matutes comenzará en Orán, donde saludará a los funcionarios que mantienen abierto el Consulado de España, una misión que debe ser considerada como heroica. El enlace marítimo entre esta ciudad argelina y Alicante es una de las pocas rutas de oxígeno para este país, abrumado por la violencia y la descomposición de su sistema económico, que lo sitúan en una compleja y dedicada situación.

En Argel, está previsto que Matutes sea recibido por Zerual, que en el último año ha intentado en varias ocasiones, sin éxito, aglutinar al espectro político más significativo. Para el próximo sábado ha vuelto a convocar una nueva conferencia política, pero todo parece indicar que tendrá el mismo resultado que las anteriores, a falta de que se abran las puertas del diálogo a algún sector de los integristas islámicos que se alzaron en armas.

Ayuda económica

Argelia necesita también apoyo económico para sacar a flote una economía que hace aguas por los cuatro costados. El desempleo está alcanzando al 30 por ciento de la población activa y más de ocho de cada diez parados son jóvenes de menos de treinta años, de entre los que se nutren los grupos armados. La misma guerra es una fuente de destrucción y de quebranto económico.

Sin embargo, los expertos siguen considerando Argelia como un país interesante. Zerual ha tenido que acceder a abrir el campo de gas y el petróleo a la inversión extranjera y las compañías más importantes del mundo han acudido rápidamente atraídas por la perspectivas de grandes beneficios. Entre estas compañías figura la petrolera española Repsol.



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