UN VERANO A LO PRÁCTICO

Verano es sinónimo de becario para muchas empresas. Ofrecemos a continuación un listado facilitado por la Fundación Universidad-Empresa con las mejores ofertas de trabajo en prácticas.

La mayor parte de los estudiantes universitarios están ya inmersos en los exámenes finales, pero muchos saben que el esfuerzo no concluirá tras conocer los resultados de estos meses de estudio. Mientras unos planean un merecido descanso estival, otros concentran ya sus energías en hacerse con unas buenas prácticas para trabajar en alguna de las muchas empresas que han decidido abrir sus puertas durante el verano. Saben que es el mejor método para dar sus primeros pasos en el mercado laboral, establecer contactos personales y, lo que es más importante, medir sus conocimientos en un medio en el que tendrán que jugar fuerte.

Increíble pero cierto. Hace poco más de veinte años, la sola mención de los programas de prácticas en las empresas escocía, y mucho. La relación Universidad-empresa no existía y cualquier atisbo de legislación que buscara puntos de unión entre ambas instituciones desataba la polémica. La Universidad no aceptaba a la sociedad industrial y ésta, por su parte, acusaba a aquella de fabricar parados. Ninguna de las dos partes sospechaba que, precisamente, el problema del desempleo iba a actuar como «celestina» en esta peculiar relación.

Antonio Sáenz de Miera, presidente de la Fundación Universidad-Empresa, batallaba por aquel entonces en una cruzada que intentaba acercar ambas posturas. Veinte años depués la victoria es un hecho y lo mejor es que en esta guerra no hay perdedores. Muy al contrario, las ventajas son evidentes para ambas partes. «Las empresas han ido entrando poco a poco en la dinámica de los programas de prácticas -afirma Sáenz de Miera-. Se trata de una cuestión de responsabilidad social, de complementar con la práctica la formación teórica que los estudiantes han recibido. Pero, incluso, en el campo de la gestión empresarial es sumamente importante el proceso de conocimiento y de selección que representa una práctica organizada. Nada mejor que este método para que las empresas valoren actitudes y aptitudes sobre el terreno, cosa que en una entrevista de trabajo no siempre se descubre fácilmente».

Haciendo cantera

En España son cada vez más las empresas que mantienen programas de prácticas para alumnos de los últimos cursos de carrera bien estivales o bien a lo largo de todo el año. Empresariales, Económicas, Derecho, Informática e Ingenierías son las carreras más demandadas por las compañías. «Para nosotros es muy importante establecer contactos con los estudiantes para crear una cantera a la que acudir en un futuro no muy lejano -explica Bienvenido Bonal, director de Recursos Humanos de Digital Equipment Corporation (División de Servicios)-. Además nos interesa especialmente que estos profesionales del día de mañana conozcan a fondo nuestra empresa, tanto en el caso de que se queden a trabajar con nosotros o lo hagan en otras compañías del mismo sector».

Aire fresco

Los jóvenes estudiantes que se incoporan a las organizaciones en período de prácticas representan una inapreciable corriente de aire fresco que puede ayudar a los responsables de las mismas a replan- tearse sus modos de gestión. «Es fácil que después de varios años de trabajo en una compañía se pierda un poco de perspectiva; sin embargo estos estudiantes parten de cero y llegan sin ninguna idea prefabricada -apunta Bienvenido Bonal-. Nosotros aprovechamos esa objetividad para conocer su opinión acerca de nuestros métodos de gestión. Por eso es muy importante que los estudiantes se quiten de encima el complejo de que la empresa les está haciendo un favor. En muchas ocasiones son ellos los que nos lo hacen a nosotros».

Las compañías, por lo general, han descubierto este importante valor añadido que los becarios aportan y los cuidan como oro en paño. Mover ceniceros, traer cafés y contestar el teléfono son estereotipos que ya han pasado a la historia. «Para poder colaborar con el equipo de trabajo al que el estudiante ha sido asignado, se le dota de la formación necesaria para lograr un nivel de desempeño adecuado, a la vez que se enriquece los conocimientos del estudiante -apunta Pedro Díaz Rodríguez-Valdés, jefe de RR.HH. de Sun Mycrosystem S.A.-. Además no hay que olvidar la figura del tutor, que tiene un seguimiento constante de su actividad, apoyándole siempre que sea necesario. Eso no significa que al estudiante no se le dote de autonomía de acción. El valor de la iniciativa es también importante».

Situaciones reales

Sobre todo teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos los estudiantes van a trabajar en el marco real de la gestión empresarial. Nada de situaciones ficticias o programas de simulación. «Desde el primer momento, su entrenamiento se basa en la realidad -explica Ramón Nacenta, responsable de RR.HH. de IDG Comunications-. Creo que es la manera más rápida de perder el miedo y de comprobar que los estudiantes pueden con la situación y no la situación con ellos». «Además los becarios tienen asignadas sus propias funciones, de manera que no van a hacer sustituciones de verano -afirma Bienvenido Bonal-. Para esos casos, nosotros recurrimos a las empresas de trabajo temporal. Nuestra concepción del programa de prácticas no tiene nada que ver con la temporalidad y sí con una visión más a largo plazo».

Sin embargo, a menudo el rendimiento de los becarios es tan bueno que las empresas no les dejan escapar. IDG Comunications, sin ir más lejos, ha contratado a un 35 por 100 de los estudiantes que han pasado por su programa de prácticas.

Ilusión, motivación, flexibilidad, humildad (los becarios pueden tener excelentes ideas, pero no tienen por qué cambiar la empresa), naturalidad, ganas de aprender y aparcar el complejo de la falta de experiencia son las claves para conseguirlo.

 © 1996 Prensa Española S.A.

 ABC, 14 de junio de 1996