Negociaciones después del 3-M
Felipe González cree que es "muy difícil" predecir en estos momentos en qué van a quedar las negociaciones del PP con los nacionalistas para garantizar la investidura de José María Aznar y, por tanto, la posible formación del nuevo gobierno popular, por lo que prevé una negociación bastante larga

González cree "impredecible" el resultado de la negociación del PP con los nacionalistas


El líder del PSOE insiste en que llevará tiempo superar los agravios que ha fomentado Aznar



ROSA PAZ Madrid
Felipe González cree que es "muy difícil" predecir en estos momentos en qué van a quedar las negociaciones del PP con los nacionalistas para garantizar la investidura de José María Aznar y, por tanto, la posible formación del nuevo gobierno, a la vista de las dificultades que encuentran los populares para relacionarse con CiU y PNV. No obstante, el líder socialista considera que la única hipótesis "razonable", después de una negociación que prevé "larga", es que gobierne el Partido Popular, con el apoyo de los nacionalistas catalanes.
Esa opinión, que González expresó en la reunión del comité federal de su partido celebrada ayer, parte no sólo de su conversación con Jordi Pujol sino también del convencimiento del PSOE de que la negociación está contaminada por los agravios antinacionalistas que el PP ha fomentado en la última legislatura, para asegurarse el apoyo "de los sectores más reaccionarios de la derecha española y contrarios a reconocer la realidad plurinacional de España". Esta afirmación, que se recoge en la declaración política aprobada ayer, va acompañada de la aseveración de que si el PP hubiera conseguido la mayoría absoluta, ahora habría un gobierno "capaz de poner en peligro la dinámica del Estado de las autonomías, como fórmula de convivencia libre y plural de las distintas nacionalidades y regiones".
A juicio de los socialistas, ese riesgo ya no existe dada la ajustada victoria del PP, y, según opina el propio Felipe González, los agravios se irán superando, aunque eso llevará tiempo. El presidente en funciones explicó, en ese sentido, a sus compañeros que no hay fecha para realizar la primera votación de investidura y subrayó que sólo a partir de que ésta se produzca empieza a contar el plazo de los dos meses que llevarían a la repetición de elecciones si Aznar es incapaz de formar gobierno.

Oposición responsable


Mientras el PP busca la manera de formar gobierno, los socialistas se preparan no sólo para hacer una oposición "responsable y firme", sino, sobre todo, para volver a ganar las elecciones, lo que no les parece demasiado difícil en vista del resultado que han obtenido el 3 de marzo y que consideran "magnífico". En este sentido, González agradeció la movilización de su partido en la campaña electoral, que calificó de "espectacular", y también el apoyo de algunos sectores sociales, en particular, el de los intelectuales y artistas y el de los sindicalistas, que le ofrecieron masivamente su apoyo en una cena en Cornellà, a la que el líder socialista hizo especial mención ayer. En este sentido, González celebrará el próximo domingo en Linares el resultado electoral y viajará a Barcelona el 24 de marzo para festejarlo con los socialistas catalanes, en un acto que se realizará en el Moll de la Fusta bajo el lema "Gracias Catalunya".
Para Felipe González, "lo más importante" del resultado obtenido --con casi nueve millones y medio de votos-- es que ha permitido "rescatar el proyecto político de los últimos trece años y ponerlo en valor", cuando la derecha ha intentado deslegitimarlo al mismo tiempo que ha sometido al PSOE a una operación de acoso. Un análisis similar hicieron tanto Alfonso Guerra como el resto de los 36 dirigentes que intervinieron durante la reunión. La euforia les llevó incluso a ver cercana una nueva victoria, siempre que aprovechen su paso por la oposición para devolver al partido la cohesión interna necesaria y para recuperar tanto el diálogo con los sindicatos como "la naturaleza moral del socialismo", acabando con todo resquicio de corrupción. Guerra insistió también en que PSOE e IU suman ahora el mismo porcentaje de votos que en el año 93, pero tienen 15 diputados menos, y señaló que no ha habido error en las encuestas sino en su interpretación, porque el voto directo mostraba el resultado que finalmente se produjo.
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