Lunes 10 de junio de 1996 © Peridis

Defensa prevé que los nacidos a partir del 1 de enero
de 1984 no tengan que hacer ya la mili

MIGUEL GONZÁLEZ, Madrid
1 de enero de 1984. Ésa es la fecha clave. Si se cumplen las previsiones del Ministerio de Defensa, todos los nacidos a partir de ese día no estarán ya obligados a hacer la mili. Son algo más de dos millones los varones españoles, niños y adolescentes, que hoy tienen menos de 12 años, cinco meses y nueve días y que pueden olvidarse ya de pisar un cuartel, si no es por propia voluntad. Aunque los planes de Defensa están condicionados a las posibilidades presupuestarias, el presidente José María Aznar mostró ayer, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, su «voluntad política» de profesionalizar el Ejército.

Al igual que Francia, que ha eximido de la mili a los nacidos después del 1 de enero de 1979, el Ministerio de Defensa estudia una fecha de nacimiento para separar a los que deben cumplir esta obligación de los que se verán liberados de ella.

La fecha que se prevé en este momento, condicionada a que haya recursos suficientes para acelerar la profesionalización del Ejército, es la del 1 de enero de 1984, según indicaron ayer fuentes del departamento que dirige Eduardo Serra. Eso significa que la supresión total de la mili se produciría en el año 2002, cuando cumplen 19 años los nacidos en 1983, quienes se convertirían así en los últimos de la mili .

Todos los varones españoles que en este momento tienen entre 12,5 y 18 años, casi dos millones, servirían para cubrir las necesidades de las Fuerzas Armadas durante el periodo de transición, lo mismo que los alrededor de 900.000 jóvenes que actualmente disfrutan de prórroga de incorporación a filas.

Para hacer menos penoso el cumplimiento de un deber en vías de extinción, y evitar la fuga masiva de reclutas hacia la objeción de conciencia, Defensa planea incentivar el servicio militar con medidas de tipo económico, fiscal y laboral, así como acortar su duración de nueve a seis meses durante esta legislatura.

Paralelamente, habrá que incorporar cada año más de 10.000 nuevos soldados y marineros profesionales, frente a los 3.500 actuales, además de reponer a los que se marchan, lo que supone un importante esfuerzo no sólo económico, sino también de formación de militares.

El resultado de este proceso serán unas Fuerzas Armadas totalmente profesionales integradas por unos 150.000 efectivos, 30.000 menos de los previstos en el modelo vigente, en el 2003.

Visita a Bosnia

El presidente del Gobierno, José María Aznar, mostró ayer, durante la recepción que ofrecieron los Reyes en el Palacio Real con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, su interés personal en el proceso de profesionalización del Ejército. «Más que una decisión técnica es una cuestión de voluntad política», afirmó, dando por sentada su voluntad de llevarlo a la práctica.

Aznar advirtió, no obstante, que las leyes deben cumplirse mientras estén en vigor, en referencia a los insumisos y objetores y a la necesidad de que se aplique tanto el Código Penal como la prestación sustitutoria hasta que desaparezca el servicio militar.

El interés de Aznar por seguir de cerca el proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas tiene ya calendario: el próximo día 17 se reunirá la Junta de Defensa Nacional, presidida por el Rey, para examinar la nueva política de defensa; diez días después, el presidente conocerá la sede del Estado Mayor de la Defensa, inaugurando una serie de visitas a distintas unidades de los tres ejércitos.

Finalmente, los próximos 7 y 8 de julio, Aznar, acompañado por el ministro Eduardo Serra, viajará por vez primera a Aviano (Italia) y a Bosnia-Herzegovina, para visitar a las tropas españolas que, desde la base italiana y sobre el terreno, vigilan el cumplimiento de los acuerdos de Dayton (Estados Unidos) para la antigua Yugoslavia integradas en la Fuerza de Paz de la OTAN.

Día de las Fuerzas Armadas

La celebración del Día de las Fuerzas Armadas, ayer en Madrid, constituyó un homenaje a dichas tropas, pues más de la mitad de los 5.000 militares que desfilaron por el centro de la ciudad han participado en operaciones de paz en el extranjero.

El acto, presidido por los Reyes y el príncipe Felipe, se desarrolló bajo un sol implacable, que causó el desmayo de cinco de los soldados, formados desde primera horas de la mañana, antes de que diera comienzo la parada militar.

Asistieron todos los miembros del Gobierno, salvo la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, y las principales autoridades del Estado, a excepción del presidente del Congreso, Federico Trillo. Un total de 106 aviones y helicópteros sobrevolaron en formación el cielo de Madrid, mientras que más de 125 vehículos -incluidos los nuevos carros de combate Leopard y blindados Pizarro- recorrían el Paseo de la Castellana.

Como novedad, se reservó una tribuna a personas representativas de la vida cultural y social, como la vedette Norma Duval, el presidente del Real Madrid Lorenzo Sanz o la directora de cine Pilar Miró.

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