Negociaciones después del 3-M
Felipe González aseguró a la ejecutiva socialista que la única alternativa que considera factible es que Pujol permita finalmente la investidura de Aznar, aunque las negociaciones se puedan alargar, y habló concretamente de mayo

González cree que la investidura podría retrasarse hasta mayo


Pese a ver problemas, el presidente piensa que Pujol apoyará a Aznar



ROSA PAZ Madrid
Felipe González cree que la sesión de investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno podría retrasarse hasta finales de abril o primeros de mayo, en vista de las dificultades que Jordi Pujol dice tener para apoyar al líder del PP. En la explicación que el secretario general del PSOE dio ayer a la ejecutiva de su partido señaló que en su opinión los diputados de CiU acabarán por votar favorablemente esa investidura, ya que de no ser así la situación obligaría a la repetición de las elecciones.
El secretario general del PSOE descartó cualquier otro escenario político posible, tanto la formación de un ejecutivo socialista con el apoyo de los nacionalistas, como la de un gobierno de concentración nacional o uno de gestión, que llevara a España al cumplimiento de los criterios de convergencia con Europa para convocar después unos comicios. Según algunos de los asistentes, González apuntó que no se puede descartar la posibilidad de repetir las elecciones en unos meses, aunque los principales líderes del partido negaron que su líder se hubiera manifestado en ese sentido. Quien sí parece considerar esa hipótesis es el propio Pujol, con quien el presidente del Gobierno en funciones se había entrevistado pocas horas antes de acudir a la ejecutiva.
Sobre ese encuentro, González transmitió a la dirección de su partido que el presidente de la Generalitat ve grandes dificultades para pactar con el PP. En parte por todo lo que la derecha ha dicho en la última legislatura contra ellos por su apoyo al Ejecutivo socialista y en parte porque ni las bases de CiU ni sus electores quieren ese apoyo. Al parecer, Pujol explicó al líder socialista que un 80 % de sus votantes está en contra del pacto con el PP.
De esa actitud, González deduce que Pujol necesita tiempo para negociar con el PP, que todavía no ha ofrecido un programa concreto a los nacionalistas catalanes sobre el que empezar a hablar. Pero cree también que al final CiU apoyará la investidura de Aznar, aunque quizás sólo se comprometa a permitir que el líder del PP presida el Gobierno pero no a facilitarle después la gestión gubernamental. De hecho, el PSOE está dispuesto a propiciar el voto favorable de CiU en la investidura con una oposición sensata, en la que no arremeterá contra los nacionalistas catalanes por el hecho de contribuir a la estabilidad política y a la gobernabilidad de España. Ese compromiso se lo transmitió ayer de nuevo González a Pujol. En cualquier caso, los socialistas no se mueven de sus posiciones previas y ayer la ejecutiva ratificó su decisión de votar en contra de la investidura de Aznar y de no facilitarla ni siquiera con la ausencia de algunos de sus diputados. Esa opción será certificada hoy por el comité federal.
Esa decisión muestra, a juicio de los dirigentes del PSOE, que han asumido que son la oposición y, por tanto, que quieren que gobierne el PP porque ha sido el partido más votado el pasado 3 de marzo, pero sin su apoyo porque no se correspondería con su papel opositor. Eso sí, subrayan que la victoria de Aznar "ha sido muy ajustada", porque sólo ha conseguido superarles en 1,1 puntos. Además la actitud de los socialistas en contra de la investidura les permitirá ratificarse como líderes de la mayoría progresista, que ha votado mayoritariamente al PSOE. En ese sentido, la ejecutiva consideró "un fracaso" para Anguita los resultados de IU, que, en su opinión, han contribuido "a facilitar el acceso al poder de la derecha".
cartero@sei.es

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