ESPECTÁCULOS
18/06/96


"En Cuba, los gobernantes acabarán dándose cuenta de que lo revolucionario consiste en sacar a la luz los propios errores"

Vladimir Cruz: "El equipo de 'Fresa y chocolate' compartía el mensaje del filme"


MARIO SASOT

HUESCA. -- En el recién concluido Festival Internacional de Filmes Cortos de Huesca, uno de los jurados de lujo ha sido el actor cubano Vladimir Cruz. Todos lo recordamos en el papel de David, el joven comunista seducido por Diego, un malévolo y tierno homosexual interpretado por Jorge Perogurría, en la película "Fresa y chocolate", que dirigió el malogrado cineasta Tomás Gutiérrez Alea. El éxito de "Fresa y chocolate" le permitió a Vladimir Cruz trabajar el pasado año en Madrid en sendos montajes teatrales, así como participar en varias series televisivas como "Ay, Señor, Señor" y "Turno de oficio II". Para Cruz, el rodaje de "Fresa y chocolate" fue "algo muy especial, porque todos conocíamos perfectamente el delicado estado de salud de 'Titón' Tomás Gutiérrez Alea:brr:. Eso nos hizo estar muy unidos y sentirnos mucho más próximos al mensaje de solidaridad, amistad y amor a la vida que transmitía la película".
"El éxito de 'Fresa y chocolate' --afirma-- me permitió salir de mi país, hacer teatro en España y trabajar al lado de grandísimos actores como Pajares o Echanove. Pero el trabajo de un cubano en Europa está muy limitado a determinados papeles como el de narcotraficante... Por eso no me interesa desligarme de mi trabajo en Cuba." Cruz acaba de protagonizar una película rodada en Cuba por una productora italiana y que pretende ser una réplica, en clave latinoamericana, del mítico filme de Vittorio De Sica "Ladrón de biciclet as". Su título es "Bicicletas en el Trópico". Compatibilizó su rodaje con la actuación en La Habana en un espectáculo teatral titulado "Viaje en círculo", donde "se plantea, a través de figuras clásicas como Edipo y Antígona, cómo se crean los mitos y cómo el poder manipula la verdad". Finalizada su estancia en Huesca, Cruz regresó a su país para interpretar una nueva película, "Un paraíso bajo las estrellas", eslogan definitorio del mítico cabaret cubano "Tropicana". "Se trata --explica-- de una comedia de enredo con el cabaret Tropicana y la vida cubana actual como telón de fondo."
Vladimir Cruz califica el panorama actual del teatro y el cine cubanos como de "contradictorio". Y añade: "Por un lado, en las escuelas e institutos de arte dramático en Cuba salen graduados o entran para formarse multitud de jóvenes con gran vocación, pero luego el país no les ofrece posibilidades para insertarse en la práctica profesional. No hay dinero para producir grandes montajes teatrales o para rodar cine. Además, el aislamiento internacional que padecemos ha cortado, para muchas compañías y jóvenes actores, la posibilidad de intercambios, salir más al exterior".Vladimir Cruz, cuyo nombre ya revela un nítido pasado de ancestros revolucionarios y una vida y una formación marcadas por el régimen castrista, piensa que trabajos como los del ya fallecido Tomás Gutiérrez Alea en "Fresa y chocolate" y "Guantanamera" van abriendo espitas de libertad en el hermético mundo cultural cubano. "Pero es un proceso muy lento que genera muchas tensiones en un gobierno y unos dirigentes que no están habituados a recibir críticas severas." Y entiende que "los gobernantes acabarán dándose cuenta de que lo más revolucionario es señalar y sacar a la lu z sus propios errores".-




Copyright La Vanguardia 1996

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