Viernes 14 de junio de 1996

«La leyenda negra sobre España ha sido injusta»,
dice Jonathan Brown

F. SAMANIEGO, Madrid
El norteamericano Jonathan Brown (1939) y los británicos John H. Elliott (1930) y Geoffrey Parker (1943) reciben hoy en La Moncloa las condecoraciones que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 7 de junio. Los tres hispanistas han dedicado sus investigaciones a la España de los siglos XVI y XVII, desde la historia y el arte, con títulos clásicos de la historiografía contemporánea. «La leyenda negra sobre España es injusta; nosotros no la hemos visto», declaró ayer Brown, que investiga estos días en el Prado sobre «el inagotable Velázquez». Sus colegas llegarán a Madrid horas antes de su encuentro con el reconocimiento de España.

José María Aznar entregará hoy la gran cruz de Isabel la Católica a John H. Elliott (La España imperial, La rebelión de los catalanes, El Viejo Mundo y el Nuevo, Un palacio para el Rey , con Brown, El conde duque de Olivares) ; la gran cruz de Alfonso X el Sabio a Jonathan Brown (Imágenes e ideas en la pintura española del siglo XVII; Velázquez, pintor y cortesano; Un palacio para el Rey , con Elliott; La edad de oro de la pintura en España, El triunfo de la pintura. Sobre el coleccionismo cortesano en el siglo XVII) y la misma distinción para Geoffrey Parker (El Ejército de Flandes y el camino español, Felipe II, Europa en crisis).

Brown se ha adelantado a sus colegas al realizar unos estudios en el Prado sobre Velázquez. Los tres hispanistas hablarán esta tarde en el museo sobre su experiencia de la historia de España. «La visión sobre España arranca desde el exterior, al establecer una distancia sobre el país actual y el histórico», declaró . «El tipo de estudios tiene que ver con la formación de historiadores en el mundo angloparlante, que se basa en los análisis interdisciplinarios. Un pintor, por ejemplo, es un hombre que pinta y también un hombre social, religioso, familiar. Yo he intentado hacer una integración, junto con la documentación».

Los tres hispanistas se han centrado en los siglos XVI y XVII. Brown dice que es el momento más atractivo de la historia moderna española. «También nos ha influido mucho la leyenda de la España negra. No hemos visto una leyenda negra, muy extendida en países protestantes como Estados Unidos y Gran Bretaña, donde pesaba muchísimo. Creo que esa leyenda es injusta, ya que son dos auténticos siglos de oro. Los grandes poderes del imperio tienen su aspecto negativo, pero hay que matizar. Hemos tenido éxito en intentar cambiar los prejuicios».

«Quiero que mis alumnos me superen». Es la idea de escuela dentro de una tradición anglosajona. «Intentamos que nuestros conocimientos lleguen más allá del mundo de los especialistas, como ocurre con El conde duque de Olivares, de Elliott, que se lee como una novela, con un ritmo narrativo que hace amena la lectura».

El sitio de Felipe IV

Dentro de las aportaciones personales, Brown señala a Elliott como historiador político, mientras que Parker se ha dedicado al poder militar y la imposición de la voluntad de una monarquía a sus súbditos. «A mí me interesa una historia del arte vinculada a la historia social. Me he centrado mucho en la monarquía como mecenas y coleccionista de arte. Felipe IV no era reconocido como el mayor coleccionista de su época y le he puesto en su sitio».

El Museo del Prado ha sido un punto de pasión para los hispanistas desde su primer recorrido por los cuadros. «Yo nací aquí como historiador», afirma Brown. También Elliott ha confesado su interés por el conde duque de Olivares desde que vio el retrato ecuestre de Velázquez. «Ello demuestra la importancia de las imágenes. De Felipe IV permanecen sus imágenes y las obras de mecenazgo. A través de las imágenes podemos recrear y revivir lo que fueron los siglos XVI y XVII. El Prado es testigo de los logros de la monarquía española en el campo de las artes».

La mala época del Prado

F. S. ,Madrid

Jonathan Brown sigue a distancia las novedades frecuentes sobre el Museo del Prado, con las crisis y cambios de director. «El trabajo con las personas siempre ha sido fácil, pero la imagen del museo es otra cosa», declaró ayer. «El Prado ha pasado una mala época, con continuos cambios en la dirección. Un museo de esta talla y colecciones necesita una línea bien pensada que se pueda seguir a través de los años. Tiene que jugar un papel en el mundo del arte, en la sociedad española y en la cultura artística mundial. Con los cambios y peleas internas, que son conocidas por todo el mundo, se impide que el museo cumpla esos destinos. Ahora hay posibilidad de superar todos los conflictos del pasado, con el nuevo director, una persona muy conocida, y la nueva estructura del patronato. Creo que es un buen momento y soy optimista».

Brown prepara un estudio sobre Velázquez, en colaboración con la conservadora Carmen Garrido, jefa del gabinete de conservación del Prado, autora de un volumen sobre el análisis técnico de la obra del pintor. El proyecto, sobre la «técnica del genio», analiza 30 cuadros de la colección del museo. «Velázquez fue también un genio de la técnica y muy original, con un gran dominio del manejo de los pigmentos y la pincelada».

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