El presidente del Gobierno, José María Aznar señaló ayer en el pleno del Congreso que la asignatura de Religión se mantendrá como hasta ahora, es decir será evaluable pero no tendrá valor académico, y por tanto no puntuará a efectos de nota media para la Selectividad. Desaparecerán, eso sí, según explicó, las alternativas de estudio, entre las que se incluyen juegos de mesa y pasatiempos, como el parchís. Se mantiene la Cultura Religiosa.
Aznar intervino ayer por la tarde en el pleno del Congreso para responder a preguntas del Grupo Socialista. En la que se refería a la asignatura de Religión, a propósito de recientes declaraciones de miembros del Gobierno sobre que se estaban estudiando posibles alternativas a la misma y si habría de tener valor académico, y por tanto incluirse en el curriculum, el presidente del Gobierno respondió que no habrá modificaciones a la situación actual, por lo que seguirá sin tener valor académico, pero sí desaparecerán las alternativas de estudio, entre las que se encontraban los juegos de mesa y pasatiempos, como el parchís.
La asignatura de Religión en Primaria, Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato está regulada por un decreto de 16 de diciembre de 1994 (BOE, del 26 de enero de 1995). Este decreto fue recurrido ante el Tribunal Supremo en marzo del año pasado por dieciocho obispos. La Iglesia quiere que la Religión tenga valor académico.
A principios del mes de septiembre del año pasado el Ministerio de Educación del Gobierno socialista, a cuyo frente estaba Jerónimo Saavedra, publicó dos resoluciones que desarrollaban una orden ministerial anterior, por las que se establecían las alternativas a la clase de Religión para aquellos alumnos que no optaran por ésta.
En el segundo ciclo de la ESO y en Primero de Bachillerato, la alternativa sería Sociedad, Cultura y Religión, con contenidos históricos sobre las tres grandes religiones, el Cristianismo, el Islam y el Judaísmo. Para el resto de los cursos y niveles se establecían actividades de estudio, entre las que podemos encontrar juegos de mesa y pasatiempos, como el parchís, colecciones, o biblioteca escolar. Estas actividades de estudio fueron calificadas por la Iglesia como una «ofensa» y una «tomadura de pelo». Para el cardenal primado de España se trataba de una «injuria al pueblo».
Según lo que explicó ayer el presidente del Gobierno desaparecerán estas actividades de estudio, y la alternativa será en todos los casos una materia con contenidos históricos, de ética y de derechos humanos.