El Rey recibió en La Zarzuela la felicitación de las instituciones de la Nación en su onomástica



Madrid. C. I. B.

Don Juan Carlos celebró ayer el día de su onomástica con una sencilla recepción en el Palacio de La Zarzuela a la que asistieron el Gobierno, las más altas autoridades de La Nación, el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto-Ruiz Gallardón, y el alcalde, José María Álvarez del Manzano. Previamente, la Familia Real asistió junto a miembros de la Casa del Rey a una misa en la capilla de La Zarzuela oficiada por el arzobispo castrense.

Don Juan Carlos recibió ayer la felicitación del Gobierno y de las más altas autoridades de la nación en el día de San Juan Bautista.

Esta vez sí pudieron estar presentes los tres hijos del Monarca, así como el Duque de Lugo, que el año pasado faltaron por diversos motivos: el Príncipe de Asturias se encontraba en Washington ultimando los detalles de su regreso a España tras dos años cursando un master en la Universidad norteamericana de Georgetown, mientras que los Duques de Lugo y Doña Cristina se encontraban en París y Barcelona respectivamente.

Don Felipe recibirá mañana en la base aérea de Armilla en Granada el certificado de aptitud que le acredita como piloto de helicópteros, tras el curso que realizó entre el 18 de marzo y el 18 de abril pasados.

Novedades

Y algunas novedades más: a la tradicional reducida recepción de los últimos años con motivo de la onomástica del Rey se sumaron esta vez los tres ex presidentes del Gobierno, Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo y Felipe González. Y, por supuesto, el Gobierno.

Por primera vez desde hace trece años no fue Felipe González el primero en felicitar a Don Juan Carlos. A las doce y media en punto de la mañana era José María Aznar, presidente del Gobierno, quien encabezaba el saludo del Ejecutivo acompañado por su esposa, Ana Botella, protagonista de otro cambio: por vez primera acudían a la recepción en la Zarzuela las consortes de los miembros del Ejecutivo y del resto de los presentes. La mayoría de las mujeres, con sus trajes veraniegos, daban un especial colorido a la recepción e hicieron gastar numerosos carretes de fotos a los reporteros de las revistas del corazón que seguían la ceremonia.

Siguieron a José María Aznar el presidente del Congreso de los Diputados, Federico Trillo; el del Senado, Juan Ignacio Barrero, y los presidentes del Tribunal Constitucional y del Supremo, Álvaro Rodríguez Bereijo y Pascual Sala, respectivamente. Tras ellos, los ministros del gabinete, a excepción de los titulares de Agricultura y Defensa, Loyola de Palacio y Eduardo Serra, que no pudieron estar presentes debido a sus obligaciones.

Cumplimentaron también al Rey el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Rodrigo Rodrigo, el Jefe del Estado Mayor de la Armada, José Romero Caramelo; el Jefe del Estado Mayor del Aire, Ignacio Manuel Quintana, y el Jefe del Estado Mayor del Ejército, José Faura; el nuncio de Su Santidad y decano del Cuerpo Diplomático, monseñor Lajos Kadar; el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto-Ruiz Gallardón; el alcalde, José María Álvarez del Manzano, y el presidente del Patrimonio Nacional, Manuel Gómez de Pablos.

Por último, también asistieron los anteriores Jefe y Secretarios Generales de la Casa del Rey, Sabino Fernández-Campo, y José Joaquín Puig de la Bellacasa y Joel Casino. De nuevo se ha optado este año por una ceremonia sencilla. De hecho, no existe una norma fija para celebrar la onomástica del Rey. En el año 1991, por ejemplo, se optó por trasladar la recepción fuera de Madrid y ésta se celebró en los Reales Alcázares de Sevilla y en 1994 en Las Palmas de Gran Canaria.

Los festejos del año 92 hicieron que se prefiriera una ceremonia reducida, que se repetiría al año siguiente por el fallecimiento del Conde de Barcelona, así como el pasado año, donde se consideró también que la boda de la Infanta Doña Elena ya había permitido el encuentro de los Reyes con distintos representantes de la sociedad española.

Misa en La Zarzuela

Antes de recibir al Gobierno, la Familia Real asistió a una misa a las once y media de la mañana en la pequeña capilla del Palacio de La Zarzuela oficiada por el vicario general castrense, monseñor Estepa y en la que Don Felipe y Doña Cristina leyeron las lecturas.

Monseñor Estepa hizo una petición especial por que el pueblo español sepa crear «un mundo de justicia, paz y solidaridad». Asimismo, no faltó un recuerdo especial en memoria del Conde de Barcelona, fallecido en abril de 1993, y que también celebraba su onomástica en el día de hoy.

En la misa estuvieron también presentes el Jefe de la Casa del Rey, Fernando de Almansa; el secretario general, Rafael Spottorno; y el Jefe del Cuarto Militar, José María Pérez Tudó, entre otros miembros de la Casa de Don Juan Carlos. Tras la recepción ofrecida al Gobierno, los Reyes almorzaron en el palacio de La Zarzuela con la Condesa de Barcelona, madre del Rey, la Infanta Doña Pilar y la Infanta Doña Margarita acompañada de su esposo, Carlos Zurita.



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