Internet y el nuevo paradigma educativo es el tema estrella de INET'96. Muchos educadores consideran que las redes son una infraestructura idonea para mejorar y repensar el modelo de enseñanza tradicional. Por ello numerosos internautas que asisten al congreso de la Internet Society abarrotan las salas donde se presentan las experiencias en marcha de educación a distancia.
Pero la realidad es el concepto de "nuevo paradigma educativo" va de boca en boca pero nadie explica a fondo en qué consiste; sólo se muestran experiencias, algunas ciertamente innovadoras, que tratan sobre el terreno práctico de educar -a los escolares, a los universitarios, a los adultos, a los profesionales- de otra manera. Nadie ha presentado una teoría, un diseño social nuevo que ahonde en este nuevo paradigma educativo.
A principios de los años 60, también se predijo que la televisión tenía el potencial de transformar la educación. Algunas de las ventajas que hoy ofrece Internet ya eran entonces características de la televisión: por ejemplo, la posiblidad de que reconocidos profesores realizaran clases a distancia a través de la pequeña pantalla a un ilimitado número de estudiantes. La televisión educativa también se vio como un canal para lograr la universalización de la educación.
En realidad, el papel de la televisión educativa es marginal en el mundo pero su relativo fracaso para modificar las pautas de la enseñanza no se explica por razones tecnológicas sino sociales. La televisión no llegó a sintonizar con las necesidades pedagógicas de los educadores y se vio como un complemento más que como una parte integral del proceso educativo.
Si Internet tiene en cuenta este precedente histórico y si existe un diseño social pensado a partir de las grandes posibilidades de interactividad que ofrecen las redes, jugará un papel central en la formación del siglo XXI. Los primeros que han de enterderlo y prepararse son los propios educadores.
LLUÍS REALES