Declaraciones de la Reina Doña Sofía en el XV aniversario de la muerte de la Reina Federica: «Sentí un vacío muy grande con la muerte de mi madre y con la de Don Juan»



Madrid. Ep.

Su Majestad la Reina asegura en una entrevista concedida a Europa Press, al cumplirse el XV aniversario del fallecimiento de su madre, la Reina Federica, que «siempre que una persona querida se va deja un vacío muy grande. Esto me ocurrió con mis padres y con la muerte de Don Juan», dijo. Doña Sofía recuerda también de modo especial a su padre, el Rey Pablo, al que calificó de persona excepcional, profundo y sabio en sus consejos. Durante la entrevista, la Reina destaca cuestiones como las similitudes entre los caracteres de su padre, el Rey Pablo de Grecia fallecido en 1964, y ella misma así como el amor de la Reina Federica hacia sus nietos.

La Reina Federica fue enterrada el 12 de febrero de 1981, seis días después de su muerte, junto a los restos mortales de su esposo, el Rey Pablo de Grecia, fallecido el 6 de marzo de 1964. Según consta en las «Memorias» de la Reina, instantes antes de su muerte, el Monarca griego le dijo a su esposa: «Te llevo en mi corazón para la eternidad. Siempre estaremos juntos. No hay separación. No hay más que un camino que tú y yo conocemos».

El día de la muerte de su madre, de la que acaba de cumplirse el XV aniversario, Doña Sofía estuvo acompañada por Don Juan Carlos, las Infantas Elena y Cristina, los Duques de Badajoz, los Duques de Soria y los Duques de Calabria. Aquel día, se cumplió uno de los deseos más profundos de la familia de Doña Sofía, «reunirse para siempre», tal y como expresó en vida la propia Reina Federica.

Volver a Grecia

Doña Sofía recuerda que su padre nunca cesó de hablar de su patria y que nunca perdió la esperanza de volver a Grecia, como así fue. Asegura que el Rey Pablo era una persona excepcional, de carácter ponderado, profundo, tranquilo y sabio en sus consejos. Reconoció en él un gran calado popular. «Aunque hayan pasado tantos años desde su muerte –añadió– sigo echándole mucho de menos. Habría disfrutado mucho de sus nietos, me da pena que mis hijos no lo conocieran».

También destaca las similitudes entre los caracteres de su padre y ella misma, así como las aficiones comunes a la vela, a la cultura, el sentido del humor y el hecho de ser sentimentales. Insistió en que le sigue dando pena que sus hijos, el Príncipe de Asturias y las Infantas Elena y Cristina, no le hayan conocido, «pues estoy segura de que ahora disfrutarían tanto con su abuelo, como él con sus nietos».

Sobre su madre, Doña Sofía dijo que el recuerdo más grato que guardaba era el amor que sentía por su familia y, especialmente, por sus nietos. «Era una persona muy profunda y querida –añadió– con un carácter generoso que la empujaba, continuamente, a ocuparse de los demás». En cuanto a las herencias personales de su madre, Doña Sofía reconoció en sí misma la perseverancia, el amor por los animales y la naturaleza, el deseo de conocimiento del ser humano y «el gran interés que mostraba por el bienestar de mi país, por el que no escatimaba sacrificios de ningún tipo». En este sentido, la Reina no olvida los viajes en coche junto a su padre por los pueblos griegos, mientras contaba historias de cada localidad, ni las giras junto a su madre por las aldeas de su país en tiempos tan duros, como los años posteriores a la guerra y después aún. «Era una satisfacción ver cómo progresaba el país», indicó. «Verdaderamente echo mucho de menos a mi madre. Era una persona muy valiosa y muy generosa que murió, desgraciadamente, demasiado pronto», aseguró.

La boda con Don Juan Carlos

Su Majestad la Reina conserva especialmente en su memoria cómo vivió junto al Rey Pablo, el día de su boda con Don Juan Carlos. Otro momento especialmente hermoso para la Reina fue cuando el Rey Pablo, ya muy enfermo, conoció a su nieta Elena, que contaba tan sólo dos meses de edad. «La pusimos en sus brazos –añadió– y no lo podía creer. Desgraciadamente no tuvo mucho tiempo de disfrutarla». Doña Sofía comenta de su padre que siempre intentó inculcarles a ella misma y a sus hermanos el deber hacia los demás.

Pero junto a los recuerdos felices, Doña Sofía también desvela sus añoranzas y asegura que sigue echando de menos los momentos en los que la Reina Federica comentaba y relataba sus experiencias personales. Recordó en este sentido los duros años del exilio y los años de agitación en su Grecia natal y en toda Europa. «Hacían todo lo posible por mantener unida a la familia en cualquier circunstancia que se presentara. Nos tenían informados de todo lo que pasaba, incluso pidiéndonos a veces ayuda para afrontar los diversos acontecimientos», dijo. Cómo no, mencionó los momentos trágicos: «Siempre que una persona querida se va, deja un vacío muy grande. Esto me ocurrió con mis padres y también con la muerte de Don Juan de Borbón».

Doña Sofía asegura que desde que sus hijos eran niños les habló de sus padres y recordó que una de las cosas que habitualmente decía el Rey Pablo era que debían adaptarse, dentro de lo que cabe, a todo lo nuevo que surgiera en la vida, aportando lo aprendido y compartiéndolo con los demás. Respecto al futuro, la Reina aseguró que mantiene la imagen de sus padres los Reyes Pablo y Federica, como un verdadero ejemplo, por lo que intenta mantener vivos sus recuerdos compartiéndolos en su felicidad, con su propia familia, la Familia Real Española.



© Prensa Española S.A., ABC, Jueves, 28 de marzo de 1996