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La reorganización del calendario escolar
Padres y profesores reclaman un debate sobre la estructura
horaria del sistema español
SUSANA PÉREZ DE PABLOS, Madrid
( 02-10-00)
El reciente anuncio de la Comunidad de Madrid de ampliar en 20 las
horas lectivas anuales y disminuir las vacaciones escolares el próximo
curso ha despertado de nuevo el debate sobre los problemas del modelo educativo
español. Las asociaciones de padres, contentas con la medida, reconocen,
sin embargo, la necesidad de buscar una solución definitiva al controvertido
tema del calendario escolar que evite nuevos sobresaltos. Demandan una
solución para la disparidad de horas lectivas entre comunidades
y piden una ley que establezca un mínimo de 180 días de clase
para toda España. Sindicatos como CCOO y UGT se oponen a la iniciativa
de Madrid, piden que se deje de hacer "demagogia" sobre el calendario y
que se revise la organización del tiempo escolar.
La mayoría de la veintena de expertos consultados coincide en
que la alternativa más razonable sería empezar las clases
en la primera semana de septiembre, establecer una semana de vacaciones
justo a mitad del curso (que variaría cada año, dependiendo
de las fechas de la Semana Santa) y analizar la posibilidad de hacer una
pausa a mitad del primer semestre que sea "más racional" que los
dispersos días de descanso que tienen los niños cada vez
que hay un puente. Señalan además que se debería
garantizar que el calendario fuera homogéneo para la enseñanza
pública y la concertada.
La polémica ha girado en los últimos años alrededor
del número de horas escolares, pero no se ha llegado a analizar
si sería necesario reorganizar los tiempos de vacaciones y cómo.
Las discusiones entre padres, administraciones y sindicatos a la hora de
defender el número de horas más idóneo ha provocado
que cada uno haga sus propias cuentas de los tiempos horarios y los días
lectivos. Pero no es tan sencillo saber realmente cuántas horas
reales de clase se dan de media en España dada la variedad entre
comunidades, las distintas fiestas locales y los puentes que se toman algunas
provincias.
El dato más fiable es, según los expertos, el que proporciona
el informe Eurydice de la UE realizado hace cinco años. Señala
que España está en la media del número de horas lectivas
anuales de la UE, e indica que el mínimo de horas que se imparten
en España es de 931 y el máximo de 1.027. Sólo hay
dos países de la UE (Austria y Bélgica) que estén
por encima de ese máximo, según reflejan el informe europeo.
Los sindicatos critican a los padres que utilizan el dato de días
lectivos (175 de media, según la UE) para defender su aumento, mientras
que la carga horaria está en la media europea.
El profesor de Historia y experto en organización del tiempo
escolar Enrique Roca confirma que "el punto de referencia para saber si
se está dando un nivel racional de horas lectivas son los datos
de la UE, porque son los más objetivos y con ellos se evitan interpretaciones
sesgadas de la realidad". Para Roca, cualquier medida que se adopte debe
tener en cuenta los intereses pedagógicos, los de las familias y
los de los profesores y considera una imprudencia abordar cualquier medida
administrativa sin que se haya barajado todos los aspectos a los que afecta
y la opinión de los sectores implicados.
Hay muchas críticas de pedagogos hacia esta polémica.
Se muestran escépticos porque consideran que no se está analizando
qué es lo más conveniente para los alumnos, los problemas
pedagógicos que hay en la actualidad y los que puedan provocar determinados
cambios. Sobre esta cuestión, el profesor de Evaluación e
Intervención en Contextos Educativos en la Universidad Autónoma
de Madrid Jesús Alonso Tapia explica: "Si se tienen en cuenta las
necesidades del niño se llega a la conclusión de que, a menudo,
hace falta algo más de tiempo escolar, no tanto para que reciba
más conocimientos, sino para que el profesor le ayude a consolidar
lo aprendido. Pero además convendría analizar cuándo
es mejor para él que se haga una pausa, y esto debe hacerse cada
curso en función de cuando caiga la Semana Santa o de si el primer
semestre resultaría demasiado largo".
Algunos pedagogos resaltan además que nadie se queja cuando llega
la lluvia de puentes en otoño ni piensa que va en contra del rendimiento
de los niños. Este año, para toda España, hay dos:
el puente del Pilar, de cuatro días, en octubre, y el de la Constitución
y la Inmaculada Concepción, de cinco días (de tres en algunas
comunidades) en diciembre. Pero, en la Comunidad de Madrid, por ejemplo,
hay otros tres puentes más, uno en octubre y dos en noviembre: el
de san Antonio, de tres días (del 21 al 23 de octubre); el de la
Almudena, de cuatro días (del 9 al 12 de noviembre), y el de san
José de Calasanz (el día del maestro en primaria), de tres
días (del 27 al 29 de noviembre).
Es unánime la opinión de que es necesario replantear el
calendario y de racionalizarlo, de acuerdo con los intereses de todos los
implicados. La presidenta de la Confederación de Asociaciones de
Padres de Alumnos (CEAPA), Eulalia Vaquero, dice que aproximadamente un
25% de los tiempos lectivos no se llegan a dar, según un informe
realizado por varios profesores. Vaquero dice que "hay que revisar los
días de descanso dentro del calendario escolar, las horas de clase
que se concentran en cada jornada y recortar las vacaciones de verano por
el final, lo que no tiene por qué implicar un aumento de las horas
lectivas si se reorganiza el calendario de una forma más racional".
Introducir más contenidos
El secretario general de la Federación de Enseñanza de
CC OO opina que se debería además analizar la posibilidad
de "eliminar en la escuela laica los días de vacaciones con motivo
de algunas fiestas religiosas que distorsionan la organización del
calendario". Lezcano considera además que la iniciativa de la Comunidad
de Madrid de aumentar los días de clase "puede suponer sólo
el primer paso para que el Ministerio de Educación introduzca a
coste cero el incremento de los contenidos que está preparando como
parte de la reforma de las enseñanzas mínimas (las que establece
el ministerio para toda España) en las que incluirán los
cambios en las humanidades". Según Lezcano, "esta posibilidad no
sería razonable porque supone reestructurar los horarios y contenidos
lectivos sin gastar un duro".
La apertura de los centros el mayor número de días posibles
del año es otra de las cuestiones relacionadas con este debate y
que algunas organizaciones y partidos políticos, como el PSOE, llevan
tiempo proponiendo. La participación de los ayuntamientos y de las
asociaciones de padres en la organización de actividades en los
centros es imprescindible para garantizar una oferta variada y barata.
16 días menos de clase
Hay diferencias de hasta 16 días lectivos anuales entre unas
provincias y otras, según datos recopilados por la Confederación
de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA).
Los días lectivos mínimos por año los establece
la comunidad autónoma, pero en algunos cambian de unas provincias
a otras, generalmente, por las fiestas locales. La primaria es la etapa
en la que se aprecian menos variaciones: de hasta seis días lectivos.
Las provincias con menos días lectivos en este tramo educativo son
Ávila, Málaga y León (con 171); y la que más
tiene es Huelva (177), seguida de Zaragoza (176).
En la educación secundaria obligatoria (ESO), las diferencias
llegan a los 12 días y las provincias en las que se imparten menos
días de clase son Valencia y las de Galicia (con 171). Las provincias
que más han programado son las de Cataluña (175) seguidas
de las del País Vasco y Huelva (174). Y en bachillerato es donde
se producen las diferencias mayores, de hasta 16 días lectivos.
La región que más días imparte es Cataluña
(175) y la que menos, el País Vasco (159), seguido de Navarra (160).
En cuanto al comienzo de curso, las más madrugadoras en infantil
son las provincias de la Comunidad Valenciana, La Rioja y Navarra (el 7
de septiembre) seguidas de Castilla-La Mancha, el País Vasco, Murcia
y Zaragoza (el día 11). Empiezan antes la ESO Cataluña, el
País Vasco y Navarra (el 15 de septiembre) y el bachillerato, Zaragoza
(el día 14), Cataluña y el País Vasco (el día
15).
Bachillerato reducido
La puesta en marcha del distrito único universitario, prevista
para el curso 2001-2002 revolucionará la organización de
las universidades para la selectividad y adelantará las pruebas,
ya que con el distrito único los alumnos de toda España podrán
pedir plaza en cualquier universidad española. Por este motivo,
las universidades ya han pedido a las administraciones que los alumnos
de bachillerato acaben antes las clases con el fin de que puedan realizar
antes que en la actualidad las pruebas de selectividad.
Éste es, según las asociaciones de padres, un motivo más
para replantear el calendario escolar. Según la presidenta de CEAPA,
Eulalia Vaquero, "las administraciones deberían pensar más
en los alumnos y pensar en modificar las fechas en las que trabaja el personal
de la universidad para no perjudicar a los estudiantes de los institutos".
Vaquero explica que como los profesores de los institutos participan
en los tribunales encargados de la corrección de los exámenes
de selectividad, tendrán que ausentarse antes de los centros y esto
afectará al ritmo escolar de todos los alumnos.
Este curso académico, algunas comunidades ya han adelantado el
final de las clases. El caso más llamativo es el del País
Vasco, donde acabarán las clases de bachillerato el 15 de junio,
en lugar del día 27, como ocurrió el pasado curso, según
datos de CEAPA, a pesar de que las han empezado el mismo día que
el pasado curso, el 15 de septiembre. |