La
afirmación del Rey de que 'nunca se obligó a hablar en castellano'
provoca una tormenta política
Pujol
lamenta, 'personalmente y como presidente de la Generalitat', las palabras
del Monarca
P. MARCOS / E.
COMPANY |
Madrid / Barcelona
'A
nadie se le obligó nunca a hablar en castellano', decía el
sexto párrafo del discurso pronunciado el lunes por el Rey en la
entrega del Premio Cervantes a Francisco Umbral. Esas palabras desataron
ayer una fuerte polémica. Formaciones políticas del País
Vasco y Cataluña se pronunciaron con dureza y algunas pidieron a
Juan Carlos I que se retractara de las afirmaciones de un texto preparado
por el Ministerio de Cultura. La Casa del Rey evitó entrar en el
debate y aseguró que el Monarca, que no rectificará, como
tiene por norma, se refería a la implantación de la lengua
en América a partir del Siglo de Oro.
Jordi
Pujol lamentó, en una solemne declaración, 'personalmente
y como presidente de la Generalitat', las palabras del Rey y recordó
que en Cataluña, con la transición, se hizo tabla rasa de
un pasado que ahora parece resucitar. El portavoz de Convergència
i Unió, Xavier Trias, telefoneó al jefe de la Casa del Rey,
Fernando Almansa, para -'desde el respeto a la Corona y el afecto personal
al Rey'- pedirle explicaciones por un discurso con el que el Gobierno 'ha
hecho cometer un error' al Rey. A cambio, el portavoz del Partido Popular,
Luis de Grandes, hizo una encendida defensa de la línea argumental
del discurso real: 'No se aniquiló a los pueblos, no se los sojuzgó,
no se eliminó su idioma'. Sin tanto entusiasmo, pero en la misma
línea, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera,
aseguró que el castellano 'ha sido siempre una lengua de riqueza,
y no de imposición'.
El
párrafo de la discordia es, textualmente, el siguiente: 'Nunca fue
la nuestra lengua de imposición, sino de encuentro; a nadie se obligó
nunca a hablar en castellano: fueron los pueblos más diversos quienes
hicieron suyos, por voluntad libérrima, el idioma de Cervantes'.
Este tipo de discursos suelen ser preparados por los ministerios del ramo
-el de Cultura en este caso- y luego se remiten a la Casa del Rey. Sólo
los parlamentos de política internacional pasan previamente por
Presidencia del Gobierno.
Izquierda
Unida ha remitido una pregunta por escrito al Gobierno para que le explique
cómo es posible que nadie 'visara' un discurso 'inaceptable y que
falta a la verdad desde el punto de vista filológico e histórico'.
Más
cauto se mostró el socialista Pasqual Maragall, líder de
la oposición en Cataluña. Dijo que tendría que estudiar
con detenimiento el discurso del Rey para emitir una opinión. 'Supongo
que es discutible si el castellano se impuso en América Latina',
afirmó, 'pero en Cataluña sí fue impuesto, y bien
que lo sabemos'. El presidente del PSC citó una frase del decreto
de la época de Carlos III en el que, respecto a la introducción
del castellano en Cataluña, ordena que se haga 'con gran esmero
y sin que se note el empeño'.
Mucho
más contundente, el secretario general de Esquerra Republicana (ERC),
Josep Lluís Carod Rovira, calificó las palabras del Rey como
'un ataque a la memoria y una falsedad'. Recordó que el actual presidente
de ERC, Jordi Carbonell, fue torturado al principio de la década
de 1970 en los calabozos de la policía por negarse a hablar en castellano.
Esquerra Republicana solicitará la comparecencia de la ministra
de Cultura y presentará en el Parlamento catalán una moción
de reprobación. Carod afirmó: 'Ante una Monarquía
ignorante, analfabeta e inculta, nos sentimos cada día más
partidarios de la república ilustrada, culta y plurilingüe'.
Rafael Ribó, de Iniciativa-Verds, destacó que el discurso
del Rey 'oculta e ignora' tres cosas notorias: que tras todo poder colonizador
ha ido siempre una imposición lingüística; que durante
la todavía reciente etapa del franquismo hubo una 'brutal imposición
del castellano', y que la Constitución encarga al Gobierno 'la potenciación
de la pluralidad lingüística' de España.
La
dirección del PP de Cataluña no quiso expresar ninguna valoración
sobre el discurso.
Reacciones
de escritores
Las
palabras del Rey se escucharon en la entrega del 25º Premio Cervantes,
el 23 de abril, fecha que conmemora la muerte del autor de El Quijote
junto con la de Shakespeare. No es por ello extraño que diversos
escritores quisieran también terciar en la polémica.
'Habría
que condenar a cadena perpetua, ya que me opongo a la pena de muerte, a
quien escribió el discurso al Rey. Pensó ese discurso para
un mitin en el País Vasco, cuando de lo que se trataba era de premiar
a una persona tan democrática, avanzada y de lengua excelente como
Paco Umbral', manifestó Manuel Vázquez Montalbán.
Javier Marías señaló que la afirmación del
Rey 'es falsa'. 'Lamentablemente, el castellano se ha impuesto por la fuerza,
y no hace demasiado tiempo. Si se refería a la implantación
en América a partir del Siglo de Oro hubiera tenido que especificarlo.
Pero yo, que viví en Barcelona entre los años 1974 y 1977,
recuerdo cómo las fuerzas represivas, cuando escuchaban a alguien
hablar en catalán, le decían eso de habla en cristiano'.
'Me
extraña que ningún político se haya referido al redactor
del discurso', destacó Enrique Vila-Matas. 'La frase empleada es
contundente y, como tal, equivocada en su composición. Ni siquiera
en el caso de que estuviera referida a América Latina, pues allí
el castellano también se impuso a sangre y fuego'. No menos tajante
se mostró Juan Marsé: 'El Rey se equivoca. Él o su
negro literario, ahora que el personaje está de moda'. Más
circunspecto fue Antonio Muñoz Molina: 'En el estado de irracionalidad
balcánica que existe actualmente, no hay manera de decir nada sensato
ni de ser interpretado sin suspicacias. Preferible callarse'.
El
director de la Real Academia Española, Víctor García
de la Concha, declaró a Servimedia que la polémica es fruto
de un malentendido, que es 'doctrina común' que el castellano es
una lengua de encuentro y que 'el Rey no hablaba para nada del franquismo,
porque nadie puede dudar de que en esa etapa hubo represión y prohibición
del uso del catalán, el vasco y el gallego'. El vicedirector de
la RAE, Gregorio Salvador, insistió en el papel del castellano como
una lengua de encuentro y dijo que 'no pueden decir calumnias históricas
quienes hacen bueno a Franco, porque ellos coinciden con él en no
dejar a los padres elegir la lengua que quieren que sus hijos utilicen
en la escuela'. |