INFORME
DE LA ONU
España
pasará de 40 a 31 millones de habitantes en los próximos
50 años
El
número de habitantes se reducirá a 31,2 millones y la media
de edad se situará en 55 años, la más alta del mundo
ISABEL PIQUER
|
Nueva York
En
el 2050 España será el país más viejo del mundo
y habrá perdido el 21,8% de su población actual. Esta es
sólo una de las estremecedoras conclusiones que regularmente recuerda
la División de Población de Naciones Unidas cuando actualiza
sus estudios demográficos. Sin embargo, el organismo ha rebajado
su pesimismo respecto al año pasado, cuando pronosticó un
declive del 25% de la población española en el medio siglo
siguiente. Entonces, calculó que sería preciso acoger a 12
millones de inmigrantes durante ese periodo para mantener la fuerza de
trabajo actual. Numerosos demógrafos e instituciones descartaron
la viabilidad o la necesidad de aquella medida. La ONU destaca también
el crecimiento desequilibrado de la población mundial.
Las
últimas prospectivas de la ONU, que se darán a conocer hoy
en Nueva York, presentan un panorama revelador en el que las naciones desarrolladas
perderán cada vez más población frente al Tercer Mundo,
emergente pese al sida.
Es
una cuestión de desequilibrios. Las potencias económicas
aquejadas por una baja natalidad perderán peso en el cómputo
global, mientras que los países más desfavorecidos seguirán
creciendo. Esto acarrea todo tipo de problemas que los gobiernos de Europa,
Japón o Norteamérica temen plantear ¿Cómo se
mantendrá la población activa? ¿A cuánta inmigración
habrá que recurrir?¿Quién pagará las pensiones?
¿Cómo vivirá una sociedad más vieja?
Unas
preguntas que volverán a surgir hoy cuando la ONU presente su nuevo
informe de previsiones demográficas para los próximos 50
años. 'Nuestras proyecciones han mejorado porque ahora disponemos
de más datos, las tendencias siguen siendo las mismas que estos
últimos años y tienen tendencia a empeorar', dice Joseph
Chamie, director de la División de Población de Naciones
Unidas que presentará hoy el informe.
Pese
a la mejora con respecto a las previsiones anteriores, las cifras españolas
figuran entre las más pesimistas. Dentro de medio siglo, España,
cuya tasa de fecundidad es más baja que la del resto de la Unión
Europea, será el país más viejo del mundo, con una
edad media de 55 años. Incluyendo incluso las actuales cifras de
inmigración, la población pasará de los actuales 40
millones a tan sólo 31,2, una caída del 21,8%. Hay casos
peores. Rusia perderá el 28% de habitantes (41 millones de personas)
y Ucrania el 40% (20 millones).
'Los
dos países más viejos del mundo ahora son Japón, con
una edad media de 41 años e Italia, con 40 años. España
les quitará el primer puesto dentro de 50 años. Los países
más jóvenes, Yemen, Nigeria y Uganda, cuya población
tiene una edad media de 16 años, seguirán siendo los mismos
aunque la media será de cinco años más', dice Chamie.
Riesgo
para las pensiones
Esto
planteará serios problemas para mantener la población activa
y el actual sistema de pensiones. De seguir así la relación
entre activos y retirados pondrá en peligro las jubilaciones. Los
países ricos están abocados a abrir sus puertas a una inmigración
masiva, unos dos millones de personas al año en los próximos
50 años, según las estimaciones de la ONU. Entre las posibilidades
que también deberán contemplar los gobiernos figuran medidas
tan impopulares como retrasar la jubilación y promover sistemas
privados de pensiones.
Europa
deberá convertirse en una sociedad multicultural, un poco al estilo
norteamericano, si quiere sobrevivir. Lo resaltaba hace poco el responsable
de migraciones internacionales de la OCDE, Jean Pierre Garson. 'Hablar
de la fortaleza europea, como lo hacen algunos es absurdo. Sólo
hay que mirar las cifras. A los políticos no les gusta enfrentarse
a este tipo de preguntas, por miedo a perder votos, pero los hechos están
aquí: la inmigración cero es pura utopía'.
Con
todo, en el 2050, en general, habrá muchos más viejos. El
número total de personas mayores de 60 años se verá
multiplicado por tres en los próximos 50 años, de los 606
millones actuales a 2.000 millones en el 2050. 'Los efectos del envejecimiento
se van a notar mucho antes de lo previsto. En un caso teórico, si
ahora mismo los países desarrollados, Europa, Norteamérica
y Japón, cerraran sus puertas a la inmigración, empezarían
a perder población a partir del 2003 y en el 2050 se quedarían
con 126 millones de personas menos' asegura Chamie.
Crecimiento
africano
Estos
cambios afectan profundamente a los equilibrios regionales. 'Después
de la Segunda Guerra mundial Europa representaba el 22% de la población
y África tan sólo 8%. Ahora las dos zonas tienen el mismo
peso, el 13%. Sin embargo, en 2050, África estará tres veces
más poblada que Europa', dice Chamie. En un ejemplo más concreto,
subraya: 'Hace 50 años, España tenía tres veces más
población que Marruecos, mientras que dentro de medio siglo, Marruecos
tendrá un 60% más de habitantes'.
En
total, las nuevas proyecciones estiman que la población mundial
será de 9.300 millones de personas, 413 más de las estimadas
hace dos años. Ahora hay unos 6.000 millones de seres humanos. Pero
los equilibrios cambiarán. Los países desarrollados se mantendrán
a duras penas en sus actuales 1.200 millones, mientras que los en vías
de desarrollo casi doblarán en número: de 4.900 a 8.200 millones
de personas.
El
sida mantendrá un efecto demográfico devastador. Aunque las
probabilidades de contraer la enfermedad se reducirán drásticamente,
sobre todo a partir del 2015, el informe asegura que las repercusiones
de la epidemia se seguirán sintiendo en el próximo medio
siglo.
'La
situación de las poblaciones afectadas de sida va de mal en peor.
La epidemia se extiende a gran velocidad. En 1998, 34 países estaban
gravemente afectados, dos años más tarde ya son 45 . Se calcula
que dentro de cinco años 15.5 millones de personas morirán
a consecuencia del sida', explica Chamie.
La
gran mortandad no afectará al ímpetu demográfico de
estas naciones, que seguirán creciendo gracias a sus altas tasas
de natalidad. Esto ocurrirá incluso en Botsuana o Zimbabue, donde
más del 25% de la población está infectada por el
sida. |